El big data pone a la medicina ante la mayor transformación de su historia

  • La nueva medicina de precisión permitirá personalizar la prevención y los diagnósticos de los pacientes y optimizar la gestión de los hospitales.
Foro Big Data en la medicina
Foro Big Data en la medicina
L.I.

Las nuevas opciones que ofrece la tecnología médica y la aplicación del big data a toda la información que cada día se recoge en los hospitales y las consultas han puesto las bases de la que se puede considerar la transformación más grande de la historia de la medicina. Desde la investigación hasta la gestión hospitalaria, pasando por una atención personalizada de alta calidad para todos los pacientes integrados en una red de datos y conocimiento como nunca ha habido. Esas son las conclusiones de los expertos que han participado en el foro sobre 'El impacto del big data en la medicina del futuro', organizado por La Información y patrocinado por Quirónsalud

Fernando Prados, viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid
Fernando Prados, viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. / J.G.

En la mesa redonda, moderada por Fernando Pastor, director adjunto del periódico, participaron Fernando Prados, viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid; José Antonio Alonso, director general de Sistemas de Información Sanitaria de la comunidad; Adolfo Fernández-Valmayor, director general de Organización, Procesos, TIC y Digital de Quirónsalud; Luis Cuevas, director de Diagnóstico por Imagen de Philips España y Portugal; Federico Rojo, jefe del departamento de Anatomía Patológica y director científico del Biobanco de la Fundación Jiménez Díaz; y Juan José Moratilla, responsable de Digital Services de Siemens Healthineers.

Adolfo Fernández-Valmayor, de Quirónsalud, abrió el evento con un repaso a la irrupción que el big data ha hecho en la salud y la medicina en las últimas décadas, hasta el punto de que ahora es la inteligencia artificial la que ha entrado en el escenario, para poder analizar todos los datos posibles, verificar historiales informatizados y compartidos, y poder así comparar, predecir y atender con mucha más eficacia y seguridad a los pacientes. Una de las claves de todo ese proceso que siempre salta en este debate es la fiabilidad de los datos y el uso que se pueda hacer de ellos, porque junto al reto tecnológico digital está la necesidad de garantizar la privacidad y la ética.

Adolfo Fernández-Valmayor, director general de Organización, Procesos, TIC y Digital de Quirón Salud
Adolfo Fernández-Valmayor, director general de Organización, Procesos, TIC y Digital de Quirónsalud. / J.G. 
/ J.G.

Para el responsable de Quirónsalud, una de las claves de la aplicación del big data y la inteligencia artificial en medicina será “si los pacientes se fían o no de estas tecnologías”. Algo que dependerá de cuatro grandes retos: “Que el proceso sea justo y que los datos no estén sesgados, para que las respuestas que nos den los algoritmos no sean tampoco sesgadas; que haya transparencia para que los médicos puedan conocer el funcionamiento de los algoritmos utilizados y explicar a sus pacientes porqué los usan para determinar el diagnóstico y elegir el tratamiento; que la aplicación de los sistemas sea ética porque muchas de las decisiones que toman los médicos tienen efectos secundarios; y que los datos sean seguros y no estén adulterados”.

Federico Rojo, de la Fundación Jiménez Díaz y el único médico en activo presente en el evento, aseguró que la perspectiva de la ciencia está cambiando. “Hemos pasado de una medicina basa en la evidencia a una medicina de precisión, aproximando a cada paciente particular sus necesidades en el diagnóstico y tratamiento”. Y esto se consigue “a través del conocimiento de los datos, con una gran cantidad de información que debemos generar, manejar y con la que sacar conclusiones para poder tomar la mejor decisión en cada caso, lo que requiere disponer de unos recursos de los que las empresas de tecnología nos tienen que proveer”.

Luis Cuevas, director de Diagnóstico por Imagen de Philips España y Portugal
Luis Cuevas, director de Diagnóstico por Imagen de Philips España y Portugal. / J.G.

Por su parte, José Antonio Alonso, de la Comunidad de Madrid, recordó que, en cualquier caso, estas tecnologías son herramientas de apoyo, pero el que debe seguir tomando las decisiones es el médico. “Sirven para prestar asistencia, pero hoy por hoy no son sistemas totalmente autónomos, sino que es el facultativo el que, con la información adicional que le proporcionan, elige la opción definitiva”.

Para Juan José Moratilla, de Siemens Healthineers, la importancia está en los datos utilizados: “Habrá que ver su calidad, cómo están, si son buenos o no, si su explotación es óptima, etc.” Y recalcó que no solo es importante para el big data, sino también para el avance que supone la aplicación de la inteligencia artificial. “Viendo el diagnóstico del paciente, tenemos que determinar cuáles son los caminos que podemos seguir para llegar a nuestro objetivo”. “En Siemens –añadió- ya tenemos una aplicación de inteligencia artificial que es capaz de coger una imagen y decirle al radiólogo de forma automática, por ejemplo, qué enfisema tiene el paciente, cuántos nódulos pulmonares hay, cuál es el tamaño de la aorta, el volumen del corazón, si tiene calcificaciones o no, etc.; así, el radiólogo podrá hacer directamente el diagnóstico”.

Federico Rojo, jefe del departamento de Anatomía Patológica y director científico del Biobanco de la Fundación Jiménez Díaz
Federico Rojo, jefe del departamento de Anatomía Patológica y director científico del Biobanco de la Fundación Jiménez Díaz. / J.G.

Colaboración público-privada

Los expertos coincidieron en la importancia de la colaboración entre la sanidad pública y la empresa privada en este ámbito. Así, el viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid abogó por trabajar conjuntamente para potenciar “la innovación, el conocimiento y todas las herramientas que ponen en nuestras manos la ciencia y la tecnología”. Además, Fernando Prados afirmó que la gran velocidad con la que evoluciona la tecnología impide cualquier atisbo de rigidez en esta incorporación de nuevas herramientas”; aunque también reconoció la dificultad de planificar las inversiones a largo plazo en este terreno, porque “al ser tan cambiante, mientras te estás planteando qué actuaciones llevar a cabo, van apareciendo rápidamente nuevas alternativas y posibilidades”.

Por otra parte, la adaptación de los médicos a las diferentes tecnologías está siendo progresiva. Luis Cuevas, de Philips, recordó como en los primeros proyectos relacionados con sistemas de información que hicieron en hospitales hace 15 años existían algunas dificultades por parte de los profesionales para utilizar el ratón del ordenador en una unidad de cuidados intensivos. Sin embargo, “en los últimos años el nivel tecnológico de toda la sociedad ha aumentado muchísimo y nadie tiene ya ninguna dificultad para usar la tecnología en cualquier ámbito”.

José Antonio Alonso, director general de Sistemas de Información Sanitaria de la comunidad
José Antonio Alonso, director general de Sistemas de Información Sanitaria de la comunidad. / J.G.

Como ejemplo de las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías en medicina, José Antonio Alonso se refirió a la historia clínica electrónica. “Al principio, cuando tuvimos que implantarla en los hospitales de la Comunidad de Madrid, creíamos que se habría reticencias por parte de algunos profesionales, pero éstas desaparecieron en cuanto vieron los beneficios de tener toda la información disponible a un golpe de click”. Alonso destacó también la importancia de la colaboración y puso el ejemplo del proyecto Génesis, “que pretende compartir toda la información de forma segura y controlada, no solo de forma interna sino también con otras comunidades autónomas y con el sector privado”. Además, se refirió a otro proyecto: “un big data sanitario global en el que estamos colaborando, junto con la Sociedad Española de Informática Sanitaria y el Ministerio de Sanidad, a través del que vamos a compartir los historiales clínicos de todas las comunidades autónomas de España”.

Luis Cuevas aseguró que “muchas de las inversiones tecnológicas que se realizaron en el pasado en la sanidad han hecho posible generar durante los últimos años miles de datos, que hasta el momento solo eran utilizados en estadísticas y que ahora, gracias al big data, pueden servir para trabajar en medicina preventiva”. Mientras que Adolfo Fernández-Valmayor advirtió que las compañías privadas están realizando fuertes inversiones en desarrollar tecnologías, pero añadió que “también es importante invertir en la gestión del cambio, que es fundamental para explicar por qué se hacen las cosas y cómo hay que hacerlas”.

Juan José Moratilla, responsable de Digital Services de Siemens Healthineers.
Juan José Moratilla, responsable de Digital Services de Siemens Healthineers. / J.G.

Todos coincidieron en que la tecnología no terminará suplantando a los facultativos, pero sí alguna de sus tareas más recurrentes. Como apuntó Federico Rojo, “la figura del médico no va a desaparecer, pero el uso de la tecnología y del big data dará mayor fiabilidad a sus diagnósticos y tratamientos”. Rojo se refirió también a un proyecto de colaboración entre los departamentos de Anatomía Patológica de cuatro hospitales públicos de la Comunidad de Madrid, que cuenta con más de un millón de muestras, sobre las que ya se están trabajando. “Se trata de digitalizar las muestras de los pacientes y compartirlas en un repositorio o servidor virtual que nos permite acceder remotamente desde cualquier punto para realizar el diagnóstico”.

Juan José Moratilla recordó que, según los estudios de algunas universidades americanas, la creciente sobrecarga de trabajo de los radiólogos está llevando a un aumento en el número de errores en torno al 16,6%, “una cifra que podría reducirse notablemente con las nuevas herramientas tecnológicas basadas en imágenes y datos”. En definitiva, como apuntó el viceconsejero de la Comunidad de Madrid, Fernando Prados, la tecnología y el big data abren “posibilidades tremendas, que ahora hay que explotar”.

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