El británico RBS teme al Brexit y pide una licencia alemana para retener a clientes

  • La medida está pensada para aplicarse a todas sus subsidiarias, aunque en la práctica solo afectará al Natwest, que opera en Europa.
El gobierno británico ultima una decisión sobre la división del banco RBS
El gobierno británico ultima una decisión sobre la división del banco RBS

El Royal Bank of Scotland (RBS) informó este lunes de que ha solicitado una licencia bancaria alemana a fin de ayudar a retener clientes en la Unión Europea (UE) en caso de que el Reino Unido salga del bloque europeo sin acuerdo. La medida está pensada para aplicarse a todas sus subsidiarias, aunque en la práctica solo afectará al Natwest, que opera en Europa. 

El RBS, participado mayoritariamente por el Estado británico y que ya dispone de una licencia holandesa, indicó que espera ampliar su sucursal en Fráncfort, que será responsable de procesar pagos en euros y ofrecer préstamos a grandes compañías alemanas.

Además, la medida le permitirá a la entidad británica mantener sus lazos con el banco central de Alemania y seguirá beneficiándose de los derechos de pasaporte financiero, por el que los bancos pueden acceder a clientes del bloque europeo.

Otros bancos han tomado una decisión similar al RBS, como el Lloyds Banking Group, que ha establecido tres subsidiarias, en Berlín, Fráncfort y Luxemburgo, mientras que el Barclays ampliará su oficina en Dublín.

La semana pasada, el Gobierno de Theresa May dispuso dar "prioridad operativa" a los ministerios para que se preparen ante una posible retirada del país de la UE sin acuerdo, ante los problemas para que el pacto negociado entre Londres y Bruselas pueda superar el trámite parlamentario. 

Varios ministros del Gobierno británico defendieron hace unas semanas la necesidad de buscar estrategias para salvar el acuerdo del Brexit, aunque que el diario The Times asegura de forma tajante que la mayoría del Ejecutivo de la primera ministra, Theresa May, lo da por "muerto".

Tras una cumbre europea en la que May no ha logrado las concesiones que esperaba obtener de los líderes comunitarios, su ministra de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, lanzó una llamada a los diputados del Partido Conservador para que rebajen sus exigencias, a fin de evitar una ruptura no negociada con la UE. 

El titular de Exteriores, Jeremy Hunt, recalcó por su parte que el pacto sellado a finales de noviembre entre Londres y Bruselas solo recibirá el respaldo de la Cámara de los Comunes si la UE aporta garantías adicionales. Para Hunt, el temor a un Brexit abrupto puede facilitar que Bruselas dé su brazo a torcer en las próximas semanas y acepte modificar el mecanismo de seguridad diseñado para evitar una frontera en Irlanda del Norte, el punto más polémico del acuerdo.

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