Salto al parqué

El Corte Inglés reedita con Mutua el fallido acuerdo con Al Thani en 2015

La cadena de grandes almacenes incluye de nuevo en el pacto para salir a bolsa una penalización por si los planes no salen adelante. La compañía ya indemnizó a su exótico accionista por esta misma razón.

Marta Álvarez El Corte Inglés Ignacio Garralda presidente Mutua Madrileña
Marta Álvarez (El Corte Inglés) e Ignacio Garralda (Mutua Madrileña).
ECI

La historia se repite. El Corte Inglés ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de salir a bolsa en el futuro. Es la eterna duda de la cadena de grandes almacenes, que a lo largo de los últimos años ha defendido tanto una opción como la contraria. Esta vez, el plan para salir al parqué comparte similitudes con el programa ideado hace más de cinco años con la entrada del jeque catarí Al Thani en el accionariado, a quien se le prometió una penalización en caso de no salir adelante la OPV y se le terminó abonando porque la idea naufragó.

En esta ocasión, la compañía presidida por Marta Álvarez se ha marcado como fecha en el calendario el próximo 2028. Es una hoja de ruta a seis años en los que pueden pasar muchas cosas, pero en la que el compromiso ha quedado firme con Mutua, el último socio que ha entrado en el capital de la firma de distribución para impulsar su plan estratégico. No cabe duda de que el grupo asegurador quiere tener garantizada una ventana de liquidez para no quedarse atrapado en el capital una vez venza su periodo de inversión.

La idea de que El Corte Inglés cotice en bolsa siempre ha tenido su lógica. Uno de los motivos es que es una rara avis dentro los gigantes de los grandes almacenes de su talla, cuya cultura choca con la de rivales que sí cotizan en los mercados extranjeros. La compañía, por su parte, ha preferido formar parte de un selecto club de grandes firmas que se resisten al Ibex 35. A este bando pertenecen también Mercadona o Mango, en manos de dos sagas -la valenciana Roig y la turca Andik, respectivamente- que no consideran que sea necesario buscar capital en los mercados.

No obstante, en el Corte Inglés la idea de cotizar en bolsa ha cambiado con el paso de los años. Los propios dueños han afirmado públicamente en el pasado barajan dicha opción. Fue Dimas Gimeno, anterior presidente, quien abrió la puerta en 2017, cuando afirmó en el Círculo de Economía de Barcelona estar "en un proceso de modernización y nos hemos propuesto trabajar como si fuéramos una cotizada". Añadió que "si vemos una oportunidad y salir a bolsa es bueno para la compañía, lo haremos". Sus palabras tomaron forma en 2018, cuando llevó la propuesta a una junta extraordinaria en la que la guerra accionarial con la familia Álvarez, hoy con mando en plaza en El Corte Inglés, estaba más viva que nunca. 

Cotizar, no obstante, tendría otros inconvenientes para una empresa familiar acostumbrada a la discreción y a querer estar alejada de los focos pese a su relevancia. Una de ellas es la obligación de presentar estados de información financiera con mayor periodicidad y otra estar bajo la lupa de agentes del mercado como casas de analistas y agencias de rating. La compañía ya sufre este marcaje, en parte, por el compromiso adquirido con sus bonistas.

El acuerdo con Al Thani

La salida a bolsa estuvo más cerca que nunca con la entrada en el capital del jeque catarí Al Thani, quien controla un paquete significativo de acciones de la compañía española a través de su sociedad luxemburguesa Primefin. La dirección de El Corte Inglés y el exótico inversor acordaron entonces que, en caso de no se acabara produciendo el simbólico toque de campana, se le podría compensar con algo más de 30 millones de euros.

Y así fue. El pasado año, las cuentas depositadas por la sociedad tenedora de las acciones de Al Thani desvelaron que se había ejecutado dicha cláusula. El periodo acordado para dar el paso se fijó a cinco años, pero coincidió en un momento inoportuno para saltar al parqué, habida cuenta de la presión que el gigante Amazon estaba sometiendo a sus competidores y las dudas sobre cómo su presión podría afectar a la valoración de la compañía.

Ahora, El Corte Inglés se reserva con Mutua la posibilidad de poder marcha atrás y volver a recurrir a la cláusula de penalización. El acuerdo que tienen ambas partes va más allá y nace de la compra del 8% del capital de El Corte Inglés por 555 millones de euros. La alianza estratégica se plasma inevitablemente en el plano comercial, donde la compañía aseguradora será a partir de ahora el proveedor exclusivo de los seguros y de los fondos de inversión que comercialice El Corte Inglés entre sus 15 millones de clientes.

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