¿El fin del dinero físico o del negro? El impacto de la criptomoneda de Facebook

  • Teniendo en cuenta que la red social tiene 2.300 millones de usuarios la criptodivisa puede suponer un auténtico cambio global.
Libra Facebook
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Nerea de Bilbao

En 2009 sucedieron dos cosas relacionadas con el dinero: un tecnólogo desconocido diseñó un sistema para crear dinero virtual y lo llamó bitcoin. Y otro economista, sin saber nada de bitcoin, escribió por casualidad un libro titulado 'The end of money' ('El fin del dinero').

Cuatro años después, en 2013, una importante noticia saltó a los titulares de la prensa sueca: el dinero en monedas y billetes iba a desaparecer porque todas las transacciones se tendrían que hacer mediante pagos con tarjeta o dispositivos.

Hace unos días, Facebook anunciaba que creaba su propia moneda digital basada en la tecnología 'blockchain': se llama Libra y teniendo en cuenta que Facebook tiene 2.300 millones de usuarios puede ser una verdadera revolución mundial. ¿El fin del dinero?

El dinero ha sido uno de los grandes inventos de la humanidad. Hace algunos miles de años, las transacciones eran farragosas pues tú me dabas dos bueyes y yo te entregaba quince sacos de trigo. Hasta que un día a alguien se le ocurrió que era mejor intercambiar objetos pequeños y móviles como conchas o caracolas, que luego fueron monedas de metal, lo cual evitaba la necesidad de llevar bueyes a todos los sitios. De modo que nació el dinero.

Gracias a eso, las economías han crecido con más rapidez y la vida se ha hecho más cómoda para todos. En algún momento, los estados o imperios eran quienes fabricaban monedas de metales preciosos en función de sus intereses, pero llegó un momento que empezaron a aparecer notas de papel que se usaron como dinero. Al principio, eran pagarés, es decir, promesas de devolución de deuda. Hasta que dándose cuenta de que esos papeles sin valor intrínseco eran aceptados como dinero, en 1661 un banco en Estocolmo decidió imprimir papel moneda y se convirtió en el primero en el mundo de actuar como los modernos bancos centrales.

Ese poder de emitir dinero era tan seductor que muchos gobiernos empezaron a pedir a sus bancos centrales que imprimieran billetes. No se dieron cuenta de que si había mucho dinero en la calle, llegaría un momento en que todo el mundo se pondría a comprar cosas y los precios de las mismas subirían automáticamente. Es lo que sucede en Venezuela.

Por eso, se decidió en un momento en el pasado que los bancos centrales fueran independientes del gobierno, cosa que permitía evitar recalentamientos, y enfriamientos de la economía.

Para muchos economistas anarquistas o rebeldes, ese poder es una forma de dominación mundial y por eso han elogiado la llegada de 'blockchain' y de su criptomoneda bitcoin. Es decir, el poder del dinero ya no estará en manos de gobiernos o bancos centrales, sino del pueblo.

El rally del Bitcoin gracias a Libra, la criptomoneda de Facebook
El rally del Bitcoin gracias a Libra, la criptomoneda de Facebook / Pixabay

¿Significa esto el fin del dinero?

Más bien lo que significa es el fin del dinero en efectivo tal como lo conocíamos. Este mecanismo ya venía cambiando desde que las tarjetas de crédito empezaron a sustituir al dinero contante y sonante. Y ahora, con el invento de Facebook basado en 'blockchain' se puede convertir en el fin del control de los bancos centrales sobre el dinero. “La transición a las divisas digitales amenaza el papel de los bancos centrales de ofrecer medios de pago básicos”, afirmaba hace poco 'Financial Times'. “Si Facebook tiene la ventaja de ser el primero, el acceso a la financiación caería en manos de un monopolio privado”.

Pero también puede significar el fin del dinero negro. En todos los países, el dinero negro se mueve en billetes, en general, en billetes de alta denominación. En Suiza, el billete de mayor denominación es de mil francos suizos (la segunda más alta cantidad en un billete después de Brunei), y se usa tanto para dar un regalo a los jóvenes cuando cumplen la mayoría de edad, como para evadir impuestos.

Desde el 1 de enero de 2017, en España no se puede pagar en efectivo más de 1.000 euros. Es la estrategia de Hacienda para cercar el dinero negro. Se calcula que el dinero negro mueve en España unos 50.000 millones de euros, quizá más, según el Consejo Económico y Social.

Pero los evasores fiscales que piensen que Facebook, Libra y 'blockchain' serán el nuevo coladero, quizá son demasiado optimistas. Para cargar el monedero de Facebook, llamado Calibra, hay que hacer transferencias desde cuentas corrientes de bancos, y eso sí lo puede controlar Hacienda.

A principios de 2018, Hacienda empezó a enviar requerimientos a 16 bancos españoles y a casas de cambios e intermediarios que permitían comprar bitcoin y otras criptomonedas. Así identificó 15.000 contribuyentes y los puso bajo vigilancia.

A los bancos, lo que le preocupa de las nuevas aventuras bancarias es que se salten las reglas del juego. Es decir, ellos son supervisados por los bancos centrales de modo que, ¿por qué no supervisar también a Libra imponiéndoles las mismas condiciones? El problema es: ¿podrán los bancos centrales controlar a Facebook?

La verdad es que esta maniobra de Facebook ha pillado a los grandes bancos centrales y a las autoridades monetarias en paños menores. En Estados Unidos, el Comité de la Cámara de Servicios Financieros ha pedido a Facebook que suspenda temporalmente el desarrollo de su criptomoneda hasta que la investiguen a fondo. No saben qué puede desatar.

Con una criptomoneda manejada por millones de personas, los ciberataques se pueden convertir en una pesadilla mundial. Ya hay muchos casos de robos de criptomonedas por grupos de hackers que entran en los ordenadores de los poseedores de estos valores. Es decir, las transacciones con criptomonedas son seguras, pero el alojamiento de dinero virtual en ordenadores no lo es tanto.

Lo que parece que está perfilando este desafío de Facebook es que el dinero en efectivo irá despareciendo en los países desarrollados hasta ser una noticia de hemeroteca. El comercio electrónico, que está creciendo a un ritmo notable, puede ser una de los mejores catapultas para este fenómeno. Por poner un ejemplo, en el primer trimestre de este año, las compras con tarjetas de crédito han subido un 15%. ¿Qué pasará el día en que podamos solicitar una hipoteca a Facebook? Y por último, ¿dónde se esconderán los defraudadores?

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