El fondo de pensiones canadiense CPPIB se suma a la puja por Ferrovial Servicios

  • El nuevo postor es socio de Ferrovial en la autopista inteligente de peaje 407 ETR de Toronto, que este año generará 500 millones de beneficios.
Rafael del Pino, presidente de Ferrovial
Rafael del Pino, presidente de Ferrovial

La venta de Ferrovial Servicios está a punto de entrar en la recta final con las ofertas de los grandes fondos internacionales Apax Partner, Apollo Global Management y Brookfield Asset Management situadas en cabeza de carrera para hacerse con la división del grupo constructor y de infraestructuras que preside Rafael del Pino. Pero antes de entrar en la última curva, y cuando se apunta la posibilidad de que algunos de estas entidades decidan ‘juntar meriendas’ para asegurar la compra, un nuevo competidor se ha sumado a la puja.

La junta de inversiones del fondo de pensiones de Canadá (CPPIB por sus siglas en inglés) está explorando la opción de presentar una propuesta ganadora que obligará a sus tres grandes rivales a imponer un ritmo superior de zancada si quieren ganar en la línea de meta prevista para antes de que acabe 2019. El interés por la filial de Servicios ha producido cierta extrañeza en el sector dadas las garantías que buscan los fondos de pensiones en su política de inversiones, pero la relación histórica de CPPIB con Ferrovial propicia que el fondo canadiense actúe, cuando menos, como 'liebre' para cebar las propuestas de los demás candidatos

El fondo que gestiona los planes de pensiones de Canadá es un viejo conocido de Ferrovial pues no en balde ambos socios controlan más del 80% de la autopista 407 ETR de Toronto, considerada como la primera carretera totalmente electrónica del mundo. Inaugurada en el año 1997, tiene una longitud de 108 kilómetros que discurren en paralelo al primer anillo de circunvalación de la ciudad. La autopista está dotada de los sistemas de telepeaje más avanzados y absorbe anualmente más de 2.500 millones de trayectos con una generación de beneficios estimada para 2019 en torno a los 500 millones de euros.

La venta de la filial de Servicios constituye el punto de inflexión en el plan de transformación de Ferrovial que se resume en centrar el 'core business' del grupo en “aquello que mejor sabemos hacer”, tal y como dijo el propio Rafael del Pino en la última junta general de accionistas. Ferrovial quiere concentrar todos sus recursos, humanos y materiales, en el desarrollo y promoción de infraestructuras privadas dentro de un proceso de adaptación al cambio que se comprende mejor si se tiene en cuenta que la división de servicios emplea a casi 70.000 personas, lo que equivale a un 40% de la fuerza laboral del grupo.

La desinversión de Ferrovial Servicios adquirió carta de naturaleza en febrero cuando la división fue clasificada como ‘disponible para la venta’. La operación, que estaba planteada para este verano, se ha visto condicionada por la negociación con el Ayuntamiento de Birmingham para saldar la disputa legal con la filial británica Amey, concesionaria del mantenimiento de las infraestructuras urbanas hasta el año 2035. El contrato con el municipio, por valor de 2.700 millones de euros, venía reportando sobrecostes valorados en 50 millones de libras anuales desde su puesta en marcha en 2010, por lo que Ferrovial decidió poner fin a la aventura con una operación salida culminada el pasado mes de junio.

Cuaderno de ventas gestionado por Goldman Sachs

Los activos en venta agrupados en Ferrovial Servicios se despliegan en varios países que incluyen a España, Estados Unidos, Qatar, Australia, Canadá, Chile y Polonia. Las actividades en Reino Unido han quedado, de momento, fuera del cuaderno de ventas que gestiona Goldman Sachs debido precisamente al conflicto en Birmingham. Una vez resuelta las contingencias legales, Amey tiene también el cartel de 'for sale', si bien la transferencia de la filial británica no está incluida en la operación de venta actualmente en curso.

Amey ha supuesto un quebranto en los estados financieros de Ferrovial de casi 800 millones de euros, una cifra que fue contabilizada en las cuentas de 2018 y que incluye los 240 millones de compensación que la empresa española tendrá que pagar durante los próximos cinco años a la ciudad de Birmingham. Este 'agujero' condiciona lógicamente los planes de venta de Ferrovial Servicios, ya que el grupo constructor necesita maximizar íntegramente los ingresos de la operación. La puesta en escena de nuevos actores constituye una interesante piedra de toque para elevar el listón de la venta hasta un importe cercano a los 3.000 millones de euros. Las propuestas recibidas están más cerca de los 2.000 millones pero todo hace indicar que el futuro comprador deberá echar el resto si quiere cobrar finalmente la pieza.  

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