El Gobierno calma a las telecos: atrasa la licitación de 5G y promete precios 'bajos'

  • Las compañías exigen un marco regulatorio europeo que permita más fusiones y reducir la presión competitiva para abordar la inversión en despliegue.
Directivos de telecos en las jornadas de UGT
Directivos de telecos en las jornadas de UGT
L.I.

Tenía delante a los tres máximos directivos de las grandes operadoras en España. Y el director general de Telecomunicaciones, Roberto Sánchez, ha tratado de calmarlos ante el despliegue del 5G en este mercado. ¿Cómo? Ha confirmado que la licitación será en los primeros meses de 2020, retrasando ligeramente así los plazos anunciados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y ha prometido que la adjudicación no será "especialmente onerosa".

Las telecos han mostrado durante las últimas semanas dos grandes preocupaciones. Por un lado, que la licitación de las frecuencias de la banda 700Mhz, la clave para el despliegue de la 5G, no se anticipara más allá de lo indispensable para no adelantar la inversión sin poder acceder a ella para empezar a monetizarla con diferentes servicios. Por otro, que el precio que se ponga sobre la mesa no sea excesivo, teniendo en cuenta los desembolsos que deberán completar estas compañías en los próximos años.

Ambas preocupaciones han sido, en parte, despejadas por el director general de Telecomunicaciones, dependiente del Ministerio de Economía, durante unas jornadas organizadas por el sindicato UGT y que han convocado a los tres principales directivos de las operadoras en España. Sánchez ha insistido que la intención del Gobierno es poner sobre la mesa el espectro "necesario y de la manera más rápida y segura" en el mercado. "Y no ser excesivamente oneroso como ha sucedido en Italia y convertirlo así en una barrera", ha explicado durante unas jornadas organizadas por el sindicato UGT.

Más fusiones para abordar la inversión

En este contexto, las grandes operadoras han unido sus voces para reclamar un marco regulatorio europeo que favorezca las fusiones y uniones de los operadores para ganar tamaño y eficiencia a las puertas de un nuevo periodo de inversión con el despliegue de las redes 5G.

El presidente de Telefónica España, Emilio Gayo, ha defendido que mientras los ingesos de las telecos europeas han caído en los últimos diez años, en otros mercados como el estadounidense han crecido. ¿La razón? Ha puesto el foco en la fragmentación de la oferta (y una mayor competencia en precios), con 450 operadores en el continente frente a los cuatro que hoy se llevan la mayor parte del pastel en Estados Unidos y los tres que lo hacen en China.

"Hay que hacer frente a una inversión y el entorno competitivo se basa en una regulación con la que les gusta promover cuanta más competencia mejor y eso está bien pero dentro de un entorno donde no hace falta tanta inversión", ha apuntado el consejero delegado de Vodafone en España, Antonio Coimbra, quien ha lamentado que los procesos de fusiones en Europa (y España) "son casi imposibles" por esta posición del regulador.

Desde Orange, su consejero delegado, Laurent Paillassot, justifica esta posición en defensa de una mayor consolidación: "El tamaño es importantísimo; nuestro negocio es de costes fijos; no podemos llegar a ningún sitio sin capacidad de inversión y el juego de escala para Europa es muy importante".

Esta queja, una más por parte de los grandes, se produce mientras el grupo de inversión británico Zegona trabaja en la Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre Euskaltel para convertirse en el máximo accionista y convertirlo, a través de la marca Virgin, en el quinto operador. Un movimiento que he hecho temblar a estos gigantes.

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