El Gobierno deja en espera a Atlantia y ACS al no dar luz verde a comprar Abertis

  • Las dos compañías confían en el inminente visto bueno del Ejecutivo para acelerar la fase final de la adquisición del gestor de autopistas.
Imagen de peaje gestionado por Abertis.
Imagen de peaje gestionado por Abertis.
Abertis

El problema de fijar un calendario de consecución de objetivos es que puede no cumplirse, sobre todo si esas metas dependen de un tercero. Eso es lo que le ha pasado a ACS y Atlantia, que aún están a la espera de lograr el visto bueno del Gobierno de Pedro Sánchez a la compra de Abertis. Una autorización pertinente dado que la transacción implica concesiones públicas consideradas estratégicas, como las autopistas de peaje o los satélites de Hispasat.

Las compañías socias en la operación solicitaron, de nuevo, las autorizaciones antes del verano, coincidiendo con el traspaso de carteras de los nuevos ministros, y todavía no las tienen, según indican fuentes próximas a las empresas. No prevén contratiempos y esperan tener los 'ok' de forma inminente, añaden. En esta ocasión, a diferencia de lo que ocurrió con el anterior Ejecutivo de Mariano Rajoy, no se atisban trabas de la Administración a la operación.

La compra de Abertis, que comenzó a gestarse en mayo de 2017, ha conllevado una cascada de autorizaciones y permisos, no sólo por parte de España, también de la Unión Europea y de los países latinoamericanos donde Abertis gestiona concesiones. Primero, porque las dos compañías lanzaron sus ofertas de compra (opas) por separado. Después, porque en marzo de este año sumaron sus fuerzas en una operación conjunta y tuvieron que volver a repetir los mismo procesos.

Hasta el momento, ACS y Atlantia han canalizado la operación a través de Hochtief, filial de la constructora presidida por Florentino Pérez, lo que ha permitido concluir la opa sobre Abertis y excluirla de bolsa. Pero la propiedad final será a través de una sociedad instrumental conjunta, donde Atlantia tendrá el 51% de las acciones y, por ello, asumirá la deuda de la concesionaria, el resto del capital será de ACS y de su filial alemana.

Los cambios de control accionarial y las autorizaciones pendientes no son los únicos flecos sueltos de la operación. La tragedia del puente de Génova, gestionado por Autostrade per l'Italia, filial de Atlantia, ha colocado a la compañía controlada por la familia Benetton bajo la lupa de los inversores.

La posible pérdida de concesiones anunciada por el Gobierno de Giuseppe Conte y el castigo en bolsa tras el derrumbe del puente Morandi han dejado tocada la acción del grupo transalpino. Desde el 13 de agosto, Atlantia ha perdido más del 27% del valor en bolsa, dejando en duda si la estructura financiera de la opa sobre Abertis va a mantenerse según el plan previsto.

En principio, no habrá cambios, ni en cómo se ha estructurado, ni en la toma de control de Abertis, aunque no esté todo cerrado. Este jueves, el presidente de Autostrade, Fabio Cerchiai, aseguró al diario 'Il Messaggero', simplemente, que está "esencialmente hecho".

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