El Gobierno suavizó el tono con Atlantia para calmar a Italia e impulsar a Guindos

  • El Ejecutivo atenúa su oposición a la oferta italiana por el gestor de autopistas para evitar su negativa al salto europeo del Ministro de Economía.
Imagen de un peaje de autopista.
Imagen de un peaje de autopista.

"Estamos guiando sobre cómo pedir las autorizaciones a estas empresas, que saben de autopistas y de construcción, pero no de satélites". Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, cambiaba así este lunes su discurso sobre la oferta de la italiana Atlantia por la española Abertis.

Hasta este momento, el Gobierno había ejercicio, en público y en privado, presión sobre la compañía transalpina, por sus reticencias a la hora de pedir el visto bueno de Moncloa, mientras que su competidora ACS aseguró desde el principio que pediría todos los permisos necesarios.

Este lunes, en boca de Nadal, ya no se habla de oposición, sino la voluntad de actuar como "guía". Eso sí, con la exigencia de que Hispasat "acabe en buenas manos, de alguien que quiera gestionarla y darle futuro". Ahí el problema es que Hispasat, controlada por Abertis, gestiona un activo estratégico, como son los satélites (incluidos los de Defensa); sin olvidar las autopistas de peaje, aunque estas hayan pasado a segundo plano.

El movimiento de Nadal no ha sido gratuito, aunque el cambio de discurso no está directamente vinculado al devenir de Abertis. Está ligado a la ya desbloqueada elección de Luis de Guindos como vicepresidente del Banco Central Europeo. Según indican fuentes conocedoras del proceso, el Gobierno italiano había manifestado en los últimos días sus reticencias a votar a favor de la elección del actual ministro de Economía. Una negativa que hubiera roto la alianza, no escrita, entre los países del sur de Europa a la hora de colocar representantes en las instituciones europeas.

A Italia le pesaban los movimientos en contra de Atlantia y que la oferta del grupo controlado por la familia Benetton no haya tenido la misma alfombra de facilidades que ACS. La constructora presidida por Florentino Pérez ha lanzado su oferta de compra a través de su filial alemana Hochtief, pero garantizando que las decisiones sobre el futuro de Abertis seguirán tomándose en Madrid.

En el pasado, en otros movimientos empresariales, como la toma de control de Enel (participada por el Estado italiano) de la energética Endesa, no hubo ningún tipo de oposición gubernamental. Sí existió en un movimiento a la inversa. En 2006, el Ejecutivo italiano encabezado por el socialista Romano Prodi vetó que Abertis comprase Autostrade (la antecesora de Atlantia), precisamente, por entrar en juego concesiones estatales.

Una vez solucionado el futuro de Luis de Guindos y a la espera de que lleguen todas las autorizaciones a las opas que ha comentado Álvaro Nadal, lo cierto es que las ofertas de ACS y Atlantia por Abertis llevan semanas en un compás de espera que tiene que desbloquearse en breve.

La CNMV debe aprobar en los próximos días el folleto de la opa de ACS, después de que el grupo constructor revisara a la baja su oferta tras el anuncio de Abertis de abonar un dividendo de 0,40 euros por acción con cargo a reservas. Una vez lo apruebe, los accionistas del grupo concesionario podrán decidirse por una u otra propuesta durante un plazo de 30 días naturales. Y, hasta que queden tres jornadas para acabar ese plazo, tanto ACS como Atlantia podrán mejorar sus precios. Dado que Abertis cotiza en 19,46 euros por acción, no les quedará otra que hacerlo.

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