El jeque catarí guarda 'un as' para influir en el valor de El Corte Inglés hasta 2025

  • El inversor desembarcó en el accionariado del grupo en 2015, a través de un préstamo convertible, con el que puede rozar hasta el 15% del capital.
Imagen del jeque Jeque Hamad bin Jassim bin Jaber bin Muhamad al Thani.
Imagen del jeque Jeque Hamad bin Jassim bin Jaber bin Muhamad al Thani.

La guerra que se ha desatado en el seno de la familia propietaria de El Corte Inglés, con su presidente Dimas Gimeno a un lado; y sus primas, las hermanas Álvarez Guil (hijas de Isidoro Álvarez), a otro, no tiene visos de resolverse sin levantar más alfombras. Ambos juegan sus cartas para hacerse con el poder del único grupo español de grandes almacenes. Pero hay más jugadores y, uno de ellos, se guarda un as en la manga que puede marcar la partida.

El jeque catarí Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani (HBJ) desembarcó en la vida de El Corte Inglés hace casi tres años. En julio de ese año, el grupo de distribución necesitaba encontrar liquidez y el inversor emiratí ofreció su dinero (1.000 millones) en forma de préstamo convertible en acciones en un plazo de tres años. A cambio, marcó unas condiciones leoninas que obligaban a la compañía a alcanzar una serie de objetivos económicos y, también, a cumplir determinadas obligaciones. En caso contrario, aumentaría su poder en el accionariado y podría controlar cerca del 15% del capital, convirtiéndose en el principal accionista individual de la compañía.

Entre esas severas condiciones a cumplir, el jeque tendrá voz y voto a la hora de fijar cuánto vale El Corte Inglés. Si no se cumple unos parámetros, se quedará con un porcentaje adicional del capital, con un tope de un 2% adicional a lo que ya le da el préstamo (más de un 12%). Así, en el caso de que las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil decidan comprar las acciones de su primo, el precio será clave.

Sociedad interpuesta

Más aún cuando ninguno de estos tres primos tienen, directamente, acciones de El Corte Inglés. Los tres están presentes en el capital del grupo a través de la otrora sociedad instrumental de Isidoro Álvarez, Cartera de Valores Iasa. De ella, las hermanas tienen un 69%. El resto es de Dimas Gimeno, su madre y su tío. Y si quieren comprar acciones en Iasa, de rebote, marcarán el paso de la valoración de El Corte Inglés.

La garantía que se guarda Al Thani tiene que ver con que, a partir de 2020, se produzcan lo que la compañía denomina "evento de liquidez". Ahí entra tanto una venta de activos millonaria, como una salida a bolsa (la operación con la que el catarí estaría más cómodo porque daría liquidez a su participación); o una venta de títulos entre los accionistas del núcleo duro. Es decir, las familias descendientes del fundador de El Corte Inglés y la fundación que lleva su nombre, Ramón Areces, que suma el 37,39%; y, también, el propio Al Thani.

En caso de compraventa, si El Corte Inglés se valora por debajo de los 10.000 millones de euros (marcando un tope a la baja de 8.333 millones), el catarí se llevaría hasta ese 2% más del capital. Una condición que, según explicó El Corte Inglés en 2015, estará vigente durante cinco años a partir de 2020. Es decir, hasta verano de 2025.

Con ese as en la manga, el jeque, al que tanto las hermanas Álvarez Guil como Dimas Gimeno tratan de convencer para que esté de su bando, se convertirá en pieza clave porque lo previsible es que aspire a que la compañía mantenga, al menos, la misma valoración que en el momento de su desembarco.

Y tiene más garantías a su favor. A cambio del préstamo convertible en acciones, El Corte Inglés le prometió un interés anual del 5,25% (52,5 millones de euros cada ejercicio), que le daba derecho, directamente, a quedarse con el 12,25% del accionariado. Y, si no llega a un crecimiento del resultado de explotación (Ebitda) del 12% (asumiendo como posible una desviación de entre el 69% al 95%), tendrá otro 1%. Y, de momento, pese a la recuperación económica de los últimos años, aún no llega. En el ejercicio 2016, el último con datos publicados, el crecimiento del Ebitda se quedó en 7,5%.

Al Thani sabrá si se queda con ese 1% adicional el próximo 30 de mayo. Ese día está convocado el consejo de administración ordinario en el que el órgano de dirección de la compañía aprobará los resultados de 2017 (el ejercicio que cerró el 28 de febrero).

En ese consejo, lo más probable es que salten chispas entre los accionistas enfrentados. Sin embargo, ese día la mayoría del consejo no podrá forzar la marcha de Dimas Gimeno. Para ello, tendrá que convocar otra reunión extraordinaria, previsiblemente en junio donde, salvo que la reconciliación llegue a la familia, las hermanas Álvarez Guil se harán con la presidencia, ya sea de forma directa o través de un presidente afín.

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