El líder de Cecot busca asaltar Foment al borde de ser expulsado de la patronal

  • La pugna en la patronal catalana vive un nuevo episodio con el expediente de expulsión que se le ha abierto a Cecot por la carta que envió a Guindos.
Antoni Abad, presidente de Cecot, junto a Mariano Rajoy.
Antoni Abad, presidente de Cecot, junto a Mariano Rajoy.

Nuevo episodio en la batalla entre la patronal catalana Foment del Treball Nacional, la más antigua de España, y la que agrupa a las pymes del Vallès, Cecot. La primera ha abierto un expediente de expulsión a la segunda que podría concluir con su salida de la organización en un año clave para el futuro de la misma, ya que a finales de año se celebrarán elecciones internas y los asociados tendrán que elegir entre continuar con el modelo que viene aplicando en los últimos años Joaquim Gay de Montellà, que no puede volver a presentarse, o apostar por una renovación que vendría de la mano del líder de Cecot, Antoni Abad.

Las espadas están en todo lo alto. La semana pasada, Cecot recibió el expediente de expulsión en el que Foment planteaba su salida. Ahora la patronal vallesa está preparando su escrito de respuesta, que presentará en los próximos días y que quiere que llegue a todos los miembros de la junta directiva de la asociación decana de empresarios. Se trata del primer paso para su posible salida, ya que el expediente ya no es informativo sino que plantea su defenestración a apenas unos meses de los importantes comicios.

Cecot tiene previsto rebatir a Foment el argumento empleado en el expediente de expulsión de que ellos no tienen prerrogativa para enviar una carta directamente al ministro Guindos y que esa función solo la puede ejercer la propia Foment o la CEOE. La patronal de las pymes vallesas envió, efectivamente, una misiva al titular de Economía tras la aprobación del famoso 'decreto Fainé' que permitía que el cambio de domicilio social de empresas como CaixaBank pudiera efectuarse con una decisión del consejo de administración. Le expresaron su disconformidad con ese decreto-ley que, bajo el punto de vista de la organización catalana, ha cambiado el sistema mercantil español.

El segundo aspecto por el que Foment pretende expulsar a Cecot de la patronal catalana es la participación de la segunda organización en la llamada 'Taula per la democràcia' (Mesa por la democracia) que organizó el paro general del pasado 3 de octubre. La multisectorial vallesa considera que esa Taula también había otros miembros de Foment y que en sus circulares siempre han sido claros: no a la independencia unilateral de Cataluña y sí a la defensa del derecho de consulta de los catalanes (Foment nunca ha realizado una apuesta por la secesión sino que siempre ha propugnado que los ciudadanos se expresen en las urnas).

Abad quiere dar la batalla

A esta situación hay que añadir que Antoni Abad va a dar la batalla por presidir Foment del Treball. Quiere suceder a Gay de Montellà y aplicar un rumbo diferente, pero para ello tendrá que pelear con el que probablemente será el candidato oficialista: Joan Castells, presidente y consejero delegado de la mutua de seguros FIATC. Pero Abad no podría concurrir a esas elecciones si Cecot es finalmente expulsada de la multisectorial. Para evitar ser excluido del proceso electoral Abad ya negocia con otras asociaciones la posibilidad de ser el candidato a la presidencia de Foment.

En este momento, la relación entre ambas patronales es de máxima tensión. Foment acusa a Cecot de coquetear con el independentismo y ellos quieren quitarse el yugo de una organización que consideran que no ha realizado una transición y que continua anclada en el pasado. En los últimos días las dos partes se han cruzado duras declaraciones, como la de Joan Pujol, secretario general de Foment, que ha afirmado que Cecot solo podría volver a la patronal catalana "con otra dirección". Es decir, siempre y cuando Abad deje de liderarla. 

Toni Abad, por su parte, ha hablado que "trabajar juntos" y ha recordado que hace apenas un año firmaron una 'entente cordiale' en la que se comprometían a resolver los problemas y priorizar el crecimiento económico de Cataluña.  “A veces no coincidimos, pero se convive bien”, ha destacado estos días el líder de Cecot apelando a la necesidad de que Foment sea potente porque los nuevos tiempos así lo exigirán.

En esta pugna no han entrado, de momento, los dos grandes bancos catalanes, CaixaBank y Sabadell, pero no se descarta que lo hagan. Fuentes empresariales valoran la posibilidad de que desde estas entidades se impulse a algún candidato de cara a esas elecciones en Foment que deberían celebrarse, a lo máximo, a finales del próximo año, aunque no se descarta un adelanto de los comicios en vistas de la complicada situación que se vive a nivel interno.

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