El Mobile más político patina: ni récord de visitantes, ni grandes novedades

  • La organización confirma que se celebrará en Barcelona durante el próximo año, para el que algunos fabricantes ya han reservado un lugar.
El 'MWC 2018' abre sus puertas mostrando las últimas novedades
El 'MWC 2018' abre sus puertas mostrando las últimas novedades
Europa Press

No hubo récord de visitantes, ni tampoco grandes anuncios de fabricantes y de compañías del sector tecnológico. El Mobile World Congress (MWC) cierra sus puertas en la edición 2018, una de las que más carga política ha tenido, con una única certeza: como ya auguraban las grandes compañías del sector, en 2019 se mantendrá en Barcelona.

"Un gran éxito". Así calificaba el congreso el máximo responsable de la asociación organizadora (GSMA), John Hoffman. Lo decía justo después de asegurar que, pese a lo previsto, no se logró un récord de asistencia. En total 107.000 personas pasaron por el recinto, frente a las 108.000 de un año antes.

"Estamos satisfechos con la cantidad de asistentes de alto nivel, en particular con la presencia de consejeros delegados, así como la mayor presencia de ministros y reguladores", ha señalado. La realidad es que la cifra de visitantes se ha quedado por debajo de las expectativas.

Sin grandes anuncios

Más allá de la asistencia, la realidad es que la de este año ha sido un Mobile World Congress de transición, en el que ha habido una ausencia importante de grandes novedades y anuncios tecnológicos. Sólo la coreana Samsung utilizó el evento para presentar su dispositivo estrella.

Pese al esfuerzo por las principales compañías tecnológicas y 'telecos', el momento de la industria es muy especial. Tecnologías como el 5G -cuya expansión real llegará en un par de años- el 'Internet de las Cosas' -con servicios aún muy experimentales de diferentes compañías- o la inteligencia artificial siguen avanzando pero no dejan importantes avances sobre la mesa.

El amago de crisis política, sin consecuencias

Aunque algunas alarmas saltaron, la edición de este año ha sido la menos golpeada por protestas o crisis políticas. Con el desplante de la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, al Rey en la jornada previa a la inauguración, había quien advertía de que este podía ser un antes y un después para el evento.

No ha sido así. No hubo protestas significativas, más allá de esas primeras horas, ni problemas graves en el funcionamiento del evento. Y es justo eso lo que preocupaba a la organización que en noviembre advirtió, en plena huelga general en Cataluña, sobre la necesidad de una estabilidad política.

Los grandes fabricantes de móviles estaban inquietos con lo que pudiera acarrear esta crisis política en el funcionamiento de evento. "A la organización y a nosotros nos preocupa mucho más una huelga de metro o de taxis, que afecta a la organización y a la imagen de los asistentes, que la situación política", afirmaba a Lainformacion.com un alto directivo de uno de los grandes fabricantes de móviles. Y eso no sucedió.

Con todo, como esperaban estas compañías, el MWC volverá a Barcelona el próximo año 2019 (el contrato es hasta 2023), pese a la alargada sombra de Dubai. Ya se han hecho las primeras reservas de espacio para esa edición. Los grandes directivos de las principales empresas de telecomunicaciones trataron de cerrar filas en su defensa de Barcelona como su sede ideal para los próximos años.

El fútbol, sobre la mesa de las 'telecos'

En el sector de las 'telecos', con permiso del lanzamiento de Aura por parte de Telefónica, quien ha estado en todas las conversaciones ha sido el fundador y presidente de Mediapro, Jaume Roures (y los derechos del fútbol).

Un día antes, Álvarez-Pallete marcaba el paso: se estaban planteando muy seriamente acudir al mercado de los derechos para la Champions por los altos precios. Vodafone hizo lo propio en la jornada inaugural, mientras que Másmóvil lo hizo el pasado miércoles.

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