No es un negocio que dé alegrías a su principal accionista, el presidente de ACS Florentino Pérez. Floma Aviación, la empresa de alquiler de aeronaves propiedad del también presidente de Real Madrid, multiplicó por más de cuatro sus pérdidas durante su último ejercicio fiscal. Lo cerró con números rojos por valor de 2,8 millones de euros. Un año antes, en 2015, la sociedad perdió algo más 635.000 euros, según las últimas cuentas de la compañía presentadas en el Registro Mercantil.
Multiplica pérdidas y tendrá que tapar ese agujero porque Floma indica en la memoria que las pérdidas de 2016 son compensadas con aportaciones de sus socios, es decir, de su accionista de referencia. Pérez controla Floma Aviación a través de Rosan Inversiones, la sociedad patrimonial personal a través de la que gestiona varias firmas, incluida Inversiones Vesan, la tenedora de sus acciones de ACS.
Negocio al alza
En el último año, Floma Aviación multiplicó sus pérdidas a pesar de que sus ventas se dispararon. En concreto, sus ingresos por arrendamientos se triplicaron: pasaron de 538.000 euros a superar los 1,5 millones de euros.
A pesar de este crecimiento de su negocio, sus gastos de explotación crecieron de forma significativa. Según la citada memoria, se incrementaron desde 1,1 a 4,3 millones. La compañía, en la documentación que ha remitido al Registro, no da detalles de cómo ha evolucionado la actividad de la empresa más allá de los números de las grandes partidas.
Rosan Inversiones, la patrimonial de Florentino Pérez, aún no ha presentado sus resultados consolidados durante 2016. Pero sí lo han hecho sus participadas. En el caso de Inversiones Vesan logró hacer despuntar el beneficio. La firma a través de la que controla ACS elevó su rentabilidad un 14% y alcanzó los 39,5 millones de euros, gracias a la positiva evolución de la constructora. De esa cifra, 33,8 millones se destinaron a reservas de la sociedad y los restantes 5,7 millones, a dividendo.
La participación de Florentino Pérez en ACS se mantiene en el 12,52% desde hace más de cuatro años, según los registros que figuran en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es su principal accionista. Durante estos años la constructora ha permitido a sus accionistas cobrar dividendos vía acciones o en efectivo.
También ha desvelado su evolución su tercera participada bajo el paraguas de Rosan Inversiones. Se trata de Luyaroll, centrada en la tenencia de acciones. Y también cerró 2016 con pérdidas, pero mucho menos significativas: 78.216 euros.
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