El patrimonio de BBVA sufre un 'roto' de 210 millones por la caída de Telefónica

  • La trayectoria bursátil de la operadora vuelve a pasar factura al banco, aunque esta vez no tiene que reflejar el impacto en resultados.
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EFE

La mala evolución en bolsa de Telefónica le vuelve a pasar factura a BBVA. La caída del 9,67% que experimentó el valor de las acciones de la teleco el año pasado ha obligado a la entidad que ahora preside Carlos Torres a registrar un ajuste patrimonial de más de 200 millones de euros en 2018. Esta vez, no obstante, el banco no ha tenido que reflejar el deterioro de su participación en la cuenta de resultados.

BBVA es el principal accionista individual de Telefónica -con una cuota de del 5,17% en el capital- por delante de CaixaBank y el fondo norteamericano BlackRock. En sus cuentas anuales correspondientes al ejercicio 2018, el banco reconoce minusvalías no realizadas por importe de 210 millones de euros por sus acciones en empresas españolas cotizadas.

A pesar de que el banco también tiene participaciones significativas en Metrovacesa y Tubos Reunidos, este 'roto' se corresponde con la caída en bolsa que experimentó el ejercicio pasado la compañía que preside José María Álvarez-Pallete. En concreto, los títulos de la operadora, que esta semana presenta sus resultados de 2018, comenzaron el ejercicio pasado intercambiándose a 8,13 euros y lo cerraron a 7,34 euros, aunque entre medias registraron precios mínimos que no se habían visto desde hace décadas.

A pesar de que el valor se haya recuperado ligeramente desde comienzos de 2019, su depreciación el año pasado provocó que el valor en libros de las acciones de Telefónica que mantiene BBVA descendiera hasta los 1.953 millones de euros, frente a los 2.163 millones de euros contabilizados un año antes. El ajuste, no obstante, se realiza contra patrimonio, por lo que no tiene que pasar por la cuenta de resultados del banco y no supone ningún tipo de provisión.

La errática trayectoria que lleva experimentando la acción de Telefónica desde hace años, en cambio, sí que obligó a BBVA a contabilizar un impacto negativo de 1.123 millones de euros en 2017. Así lo exigía IAS 39, la normativa contable vigente entonces, pero la entrada en vigor en 2018 de IFRS 9 permite cargarlo contra patrimonio, según explicó entonces la entidad.

También penaliza a CaixaBank

BBVA, en cualquier caso, no es la única entidad financiera española que se encuentra en esta situación. Es más que previsible que CaixaBank -el segundo accionista individual de la compañía, pero el primero si se tienen en cuenta las acciones de su matriz, Criteria Caixa- refleje en el informe anual que presentará al mercado en los próximos días un impacto similar por su participación del 5,01% en el capital Telefónica.

Sea como fuere, a pesar de que CaixaBank haya reorganizado su cartera de participaciones industriales con la venta de sus acciones en Repsol, Gonzalo Gortázar, consejero delegado y primer ejecutivo del banco catalán, ha defendido en más de una ocasión la apuesta de la entidad por Telefónica, a quien considera un socio tecnológico y de negocio. "Telefónica es una magnífica inversión, aunque en este momento esté muy infravalorada", aseguró el banquero madrileño el pasado octubre.

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