El petróleo enseña músculo ante la ley del clima: 271.000 empleos y 2,5% del PIB

  • El Gobierno da por hecho que España cumplirá los objetivos de recorte de emisiones de la UE siempre que mantenga abiertas las centrales nucleares
Gráfico petróleo.
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Gráfico petróleo

Los expertos convocados hace seis meses por el Gobierno para estudiar los escenarios sobre los que construir el futuro energético del país están a punto de hacer público sus trabajos. Serán la piedra angular de la futura ley de transición energética y de su núcleo, el Plan Nacional de Energía y Clima. Los nervios están a flor de piel y los sectores económicos y empresariales afectados intentan hacer valer sus razones. 

El último esfuerzo ha correspondido al sector petrolero.

Las cinco compañías integradas en la asociación de operadores AOP -Repsol, Cepsa, BP, Galp y Saras- han elaborado un informe junto a la consultora KPMG en el que destacan, entre otros puntos, que el sector emplea a 271.000 personas y supone un 2,5% de la riqueza del país ya que contribuye al PIB con  27.286 millones de euros (datos de 2015).

No sólo eso. El documento detalla también que la actividad de refinerías, estaciones de servicio y petroquímicas aportaron a las arcas del Estado 22.912 millones de euros en el año 2015, el 9,5% de la recaudación total.

Destacar la importancia del sector es una clara "invitación" al Gobierno -y a sus expertos- para que descarte cualquier medida que lo perturbe. Más en un momento de grandes cambios en el mundo energético y cuando la Unión Europea (UE) ha planteado fuertes recortes de las emisiones contaminantes a la atmósfera en 2030: 40% de reducción respecto a los niveles de 1990, con un 27% de renovables en la cesta de energía final y una reducción del consumo final del 30%.

Bálsamo a las preocupaciones

Por si hubiera alguna duda, el documento de KPMG y las petroleras aporta bálsamo a las hipotéticas preocupaciones del Gobierno. Según sus conclusiones, España tiene capacidad para conseguir reducir, a costes eficientes, 46 millones de toneladas anuales de CO2 hasta 2030, cantidad muy superior a la que tiene fijada por la UE. El documento indica, además, desde 1990 en España se han reducido un 40 % las emisiones de CO2. Bastará un pequeño impulso para lograr los objetivos marcados.

Para los autores del informe, con un 56% de energías renovables en el mix de generación de electricidad y un 10,6% de biocombustibles en las gasolinas y gasóleos de automoción será posible cumplir con la exigencia de la UE de alcanzar un 27% de energía limpia en el consumo final dentro de doce años.

El Gobierno también hace una lectura optimista de la realidad. El lunes, ante un selecto auditorio de especialistas y directivos de empresas energéticas, el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, se mostró seguro de que España cumplirá con los objetivos medioambientales de la UE para 2020 y estará en condiciones de avanzar en los planteados para 2030. "Estamos en mejores condiciones que los países del entorno" aseguró Navia. Aunque continuar por esa senda tiene una condición, explicó: mantener las nucleares activas más allá de los 40 años.

Cierre de nucleares

Cerrar las centrales, en opinión de Navia, sacaría a España de la "situación de cumplimiento creíble" de sus objetivos de emisiones de CO2 en que se encuentra. Los mensajes del Ministerio de Energía al poderoso sector del petróleo son tranquilizadores. Tanto el ministro de Energía, Ávaro Nadal, como Navia se muestran en sus intervenciones públicas a favor de una "transición ordenada".

Esa expresión supone que el Gobierno discriminará ninguna de las alternativas existentes para encarar la transición energética. En otras palabraas, fomentará el vehículo de gas y dejará margen para que sigan funcionando durante un tiempo los vehículos que usan combustibles fósiles. Es un pleno para las petroleras que, como Repsol o BP, están buscando su lugar al sol en otros negocios.

Para los críticos con la política energética del Gobierno, los anuncios de Navia y de Nadal son una mala noticia. El presidente de la Fundación Renovables, Fernando Ferrando, cree que el Ministerio de Energía no sabe realmente hacia dónde va y formaciones como Equo-Podemos considera urgente el cierre progresivo de las nucleares para trasitar de forma urgente hacia un modelo energético basado en las renovables.

Expertos como Javier García Breva comparten las críticas. En opinión de García Breva, la competitividad de la energía solar y eólica se acelera por la rápida maduración de las baterías de almacenamiento. Sin embargo, añade, la resistencia a prescindir de los combustibles fósiles perdura en la política energética. Nadal y Navia, en suma, estarían cometiendo un error al ignorar tanto la velocidad de maduración de las tecnologías limpias como la progresiva depreciación de los activos fósiles.

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