Pallete planea sacar a bolsa parte de sus filiales en Latam para reducir la deuda

  • Telefónica está analizando colocar en el parqué parte del capital de sus negocios en América Latina. Su objetivo: reducir la deuda de 47.200 millones.
Imagen del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
Imagen del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.

Después de revolucionar la pasada semana la cúpula de Telefónica, su presidente José María Álvarez-Pallete empieza a tejer los planes para reducir la deuda de la operadora y hacer un guiño al mercado, a los inversores y a las agencias de calificación. El movimiento en ciernes podría ser una auténtica jugada maestra. Y es que la 'teleco' se plantea sacar a bolsa una participación minoritaria de todas sus divisiones en América Latina, según indican fuentes conocedoras de la operación. Telefónica señala que "no comenta especulaciones de mercado".

Los planes para renovar el accionariado en países como México, Brasil, Argentina o Colombia, entre otros, están aún en un nivel incipiente y a falta de entrar en los detalles. Además, en ningún caso, supondrían una pérdida del control de las filiales, ya que Telefónica mantendría más del 50% del accionariado y, por tanto, la capacidad de decisión. A una escala menor, la operadora ya puso en marcha esta medida en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá, donde se desprendió de un 40% de sus activos para obtener unos 500 millones de dólares. Corría el año 2013. Por tanto, el modus operandi es conocido en la casa.

La operativa también sería asimilable a lo realizado con Telxius. Primero intentó colocar en el parqué, a través de una oferta pública de venta (OPV), el 40% del accionariado de su filial de torres de telecomunicaciones y cable submarino. Sin embargo, en este caso, ante el bajo apetito de los inversores, dio marcha atrás a la colocación y vendió esa participación al gigante de la inversión KKR. En Telxius, Telefónica mantiene el control sobre el 60% de su capital y, por tanto, la capacidad de gestión.

Operación Verónica

Con este movimiento en América, Telefónica revertiría la denominada 'Operación Verónica'. A principios del año 2000, la operadora se lanzó a adquirir el control total del accionariado de sus filiales en Argentina, Perú o Brasil (en esta última dio el gran salto en 2010 con la adquisición de Vivo). Para ello, tuvo que realizar una ampliación de capital de 3,5 billones de pesetas, el equivalente actual a 21.000 millones de euros.

Entonces, el máximo responsable financiero de Telefónica (Chief Financial Officer & Controller) era José María Álvarez-Pallete. En esos años, el actual número dos del grupo, su consejero delegado Ángel Vilá, también compartía responsabilidades financieras. De hecho, era Director de Desarrollo Corporativo. Precisamente, Vilá ha estado en los últimos meses supervisando 'in situ' las operaciones en América Latina.

La colocación en el parqué de una parte sustancial del accionariado de sus divisiones americanas, aún por definir, sería un paso esencial para reducir la deuda financiera de la compañía que, al cierre de los nueve primeros meses del 2017 (aún no ha presentado datos del conjunto del año), superaba los 47.200 millones de euros

En los últimos ejercicios, tras el intento de venta del negocio británico O2, el mecanismo de reducción de deuda de Telefónica ha sido su propio crecimiento orgánico. Sólo entre enero y septiembre de 2017, redujo ese pasivo en 1.265 millones de euros.

Sede de Telefónica en Madrid.
Sede de Telefónica en Madrid.

Los planes de OPV de las filiales llegarían después de la reorganización de la cúpula que, además de relevar a los responsables de los negocios en España y América Latina, también ha dividido la gestión en esta última región, con la creación, por un lado de Telefónica Hispam Sur (Argentina, Chile, Perú y Uruguay), al frente de la que está Bernardo Quinn. Y, por otro, Telefónica Hispam Norte (que engloba las operaciones de Colombia, México, Centroamérica, Ecuador y Venezuela), encabezada por Alfonso Gómez Palacio.

En los últimos meses, algunas de las divisiones al otro lado del Atlántico han tenido que superar escollos. Por ejemplo, en Colombia, el laudo arbitral aprobado el pasado verano, por el que la operadora tendría que pagar 1.652 millones de pesos (unos 465 millones de euros al cambio actual) por la reversión de activos de los contratos de concesión de telefonía móvil suscritos con el Estado colombiano en los años 90.

También en Argentina o en México ha tenido que solventar dificultades. En este último país, la decisión del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de que pague 0,03 pesos mexicanos por cada minuto de llamada a América Móvil, al utilizar la red de su competidora, del magnate Carlos Slim.

Una de las últimas decisiones respecto a su actividad en la región ha sido la inyección de 30,9 millones al capital Telefónica Latinoamérica Holding, que agrupa participaciones en Argentina, Brasil, Colombia o Perú. Un holding que creó en 2012, precisamente, con el objetivo de colocarlo en bolsa.

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