Los últimos mandatos al frente del Ministerio de Defensa han pecado de falta de planificación para atender las necesidades perentorias de las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas, como ha sido el caso de la versión navalizada del nuevo helicóptero NH-90.
Aunque la ministra Margarita Robles haya anunciado este viernes la aprobación en Consejo de Ministros de una inversión de 12.000 millones para los distintos programas de armamento, que básicamente calca el plan que anunció en su día María Dolores de Cospedal, esta semana el Pentágono ha dado publicidad a dos contratos que ponen blanco sobre negro la política emprendida por los diferentes responsables en esta materia, al recurrir a compras de ocasión para atender a los fallos en los calendarios de producción de elementos clave para la defensa.
En primer lugar, la firma Science and Engineering Services, con sede en Hunstville (Alabama) se ha adjudicado el contrato para suministrar a España cuatro helicópteros SH-60F de segunda mano, modificados y reacondicionados, por un importe de 25,4 millones de dólares. El contrato se formaliza a través del Foreign Military Sales program.
La compra supone una derrota, ya que la congelación de fondos y los retrasos de la empresa fabricante han hecho imposible el relevo de los SH-3D Seaking de la 5ª Escuadrilla con la versión navalizada del moderno NH-90. Como destacan los medios especializados, tras invertir 3.200 millones de euros en el desarrollo de ese nuevo aparato y del 'Tigre', Airbus Helicopter (que cuenta con factoría en Albacete), ha sido todavía incapaz de entregar un aparato que, en el mejor de los casos, llegará en 2021.
Esta adquisión a Estados Unidos de los SH-60F se trata de un parche, una solución de trámite por la que España se hará con 8 aparatos de este modelo dentro del programa HTTN (Helicóptero de Transporte Táctico Naval), modificados a petición de la DGAM desde su papel original de helicóptero anti submarinos al de transporte de tropa.
La segunda contratación realizada por la cartera que dirige Robles es la de las piezas básicas de repuesto para mantener en funcionamiento los misiles Hawk, fabricados por Raytheon. En concreto, la empresa Communications and Power Industries de Palo Alto (California), se ha adjudicado por 24,7 millones de dólares el contrato para servir piezas de repuesto básicos para el sistema "Homing All the Way Killer missile", una tecnología que a pesar de las mejoras y actualizaciones recibidas con los años se considera obsoleta, y precisa del reemplazo por sistemas más modernos.
Detrás de las últimas compras realizadas al Departamento de Defensa de EEUU se encuentra, por un lado, la urgencia para atender a las misiones internacionales y los compromisos de España con la OTAN, y por el otro una especie de 'puesta en cuarentena' de las decisiones adoptadas por el Ejecutivo del Partido Popular en esta materia. Es el motivo por el que Margarita Robles anunció la cancelación de un contrato con la firma MBDA, por 9,5 millones de euros, para la evaluación de un nuevo misil por parte de las Fuerzas Armadas españolas. El hecho de que el exministro Morenés hubiera presidido esa empresa fue motivo suficiente para su cancelación y pregonar a los 'cuatro vientos' el encargo, como si hubiera demostrado un tráfico de influencias.
MBDA es el mayor consorcio europeo de misiles y una de las grandes firmas de la industria de armamento a escala global. La compañía anunció en abril de este año la apertura en España de uno de sus centros de fabricación, como guiño para que el Ejecutivo se decidiera por activar el Plan Director de Misiles, y renovar su arsenal con producto del Viejo Continente y no recurriendo a la poderosa industria del Tio Sam.
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