El 'running' hace de oro a Decathlon: casi 695 millones de dividendo en siete años

  • La cadena de artículos de deporte estanca su beneficio, en 120 millones de euros, tras acelerar su desembarco en el centro de las grandes capitales.
Imagen de Decathlon.
Imagen de Decathlon.
efe

La moda de los deportes individuales, ya sea el 'running' o el yoga, ha hecho de oro a los dueños de Decathlon: las familias francesas Mulliez y Leclercq. En los últimos siete años, en la recta final de la crisis y en la recuperación, la filial de la cadena de artículos deportivos ha repatriado a su matriz francesa 694 millones de euros, según sus últimas memorias de la compañía española.

Sólo en el último año, Decathlon ha llevado a Francia 90 millones de euros vía dividendo. Una cifra que, sin embargo, se ha 'relajado' en los últimos ejercicios, ya que, en 2015, alcanzó los 100 millones y, cuando se vivían los momentos más duros de la crisis, en 2011 y 2012, llegó a situarse en 120 millones de euros.

Decathlon, que opera en España desde 1991, tiene detrás a las dos familias más poderosas de la distribución en Francia. Fundada por Michel Leclercq en 1976 (los dueños de la cadena de supermercados que lleva su apellido) comparten en accionariado con otra familia de renombre: los Mulliez, los propietarios de Auchan (Alcampo), Leroy Merlin o Kiabi, entre otras compañías, que también han tirado de dividendo español con su grupo de hipermercados.

Dispara sus ventas

Decathlon puede sustentar esta retribución a su accionista único porque su negocio en España despega. En el último año, su volumen de ventas ha alcanzado los 1.712,9 millones de euros, según su último informe anual, tras crecer un 4,4% en un año. Sus ingresos despegan porque, en 2011, cuando su negocio estaba estancado, se quedaba en 1.383,7 millones.

Y esa evolución también desvela que los deportes de equipo van pesando menos en su cuenta de resultados. La compañía no desglosa sus ingresos por actividades, prendas o marcas. Sí los indica a grandes rasgos. Al cierre de 2017, sólo el 4% de su negocio dependía de deportes colectivos, cuando hace siete años era un 5%.

Despegan sus ventas pero no su beneficio, porque el pasado año se quedó estable en los 120 millones de euros (prácticamente, la misma cifra que en el año anterior), aunque lejos de los 97 millones que ganaba en 2012. El motivo de este frenazo es que la compañía ha acelerado sus inversiones tras cambiar su estrategia.

En los últimos años, Decathlon ha incrementado su apuesta por las tiendas urbanas, más pequeñas y con menos variedad de productos pero que, en cambio, le permiten estar más cerca de los clientes urbanos y en las que vende, sobre todo, prendas textiles o calzado. En el último año, la cadena abrió 17 establecimientos, tres de ellos en Madrid (Princesa, Fuencarral y Ortega y Gasset), también en Barcelona (en el centro comercial La Maquinista) y en localidades más pequeñas como Melilla o Gandía. En total, suma cerca de 170 establecimientos.

En cambio, su plantilla se ha reducido en el último año: ha pasado de 11.802 a 11.601 empleados entre sus oficinas, tiendas y las labores de logística, según su memoria. Pese a su crecimiento de ventas y tiendas es, además, una cifra muy similar a la de 2012 porque, entonces, contaba con 10.469 efectivos.

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