La red del Popular conservará operativa independiente durante, al menos, otro año, pero el Santander imprime máxima velocidad en la integración de la línea de gerencia. El grupo ha extendido su cúpula de la unidad de gestión de altos patrimonios al Popular Banca Privada, una de las principales filiales del sexto banco, con unos 7.000 millones de euros bajo gestión.
A su frente se sitúa María Ángeles Tarín Truchado, directora general del Santander Private Banking, en sustitución de Susana de Medrano, que en junio asumía la responsabilidad de Recursos Humanos. En la presidencia sale Luis Herrando y Prat de la Riva, un directivo representante de un grupo de accionistas del banco ligado al Opus Dei; en favor de la directora del área de Banca Privada del Santander Adela Martín Ruiz. El relevo tuvo lugar casi coincidiendo con la resolución y venta de la entidad en junio, pero se divulgó ayer en el Boletín del Registro Mercantil (Borme).
La asunción de las riendas del Popular reforzó, sobre todo, el negocio del grupo cántabro en pymes -nicho donde su cuota de mercado escaló del 11,1% al 25%- pero en gestión de activos engorda casi un tercio su cartera hasta alcanzar unos 70.000 millones de euros (fondos de inversión y pensiones, sicav y seguros). Y de forma adicional, la unidad de gestión de altos patrimonios rozaría los 100.000 millones, con la incorporación de unos 7.000 millones bajo administración de Popular Banca Privada.
La resolución del Popular obligó a designar a un nuevo consejo al instante de firmar la compra y pocos días después se configuró su nuevo comité de dirección con 14 vocales -dos tercios procedentes de la entidad adquirida-, situando a su frente como presidente a Rodrigo Echenique, el vicepresidente del Santander y presidente de Santander España. De forma provisional e interina Emilio Saracho había sido sustituido en dicho cargo por José García Cantera, el director financiero del grupo.
Pero el primer paso real hacia la integración se produce en septiembre, cuando la junta de accionistas coloca de primer ejecutivo a Rami Aboukhair, consejero delegado de Santander España, la franquicia que absorberá al Popular.
La intención declarada del grupo cántabro es fusionar las franquicias Santander España y Popular, y que desaparezca esta última marca. El proceso ha arrancado en los servicios centrales, cuya unificación implicará la salida de 1.100 empleados mediante prejubilaciones y bajas incentivadas y la recolocación de 575 trabajadores del Popular en otras sociedades del grupo; pero ambas redes de oficinas convivirán hasta que se complete la integración tecnológica, algo susceptible de consumir entre 18 y 24 meses.
Que operen de manera autónoma mientras tanto no impide, sin embargo, dar pasos hacia la unificación desde lo más alto de la gerencia. Los movimientos en la banca privada replican, de hecho, lo decidido en otras unidades como en el Pastor cuya presidencia asumió recientemente Isabel Tocino, tras abandonar el consejo de administración del grupo dirigido por Ana Botín.
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