El sector del gran consumo se planta ante el alza del SMI: restará competitividad

  • Aecoc critica la ofensiva fiscal en un contexto de menor crecimiento y asegura que la inestabilidad política daña la confianza del consumidor.
Gran superficie
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Efe

La patronal que agrupa a las empresas del gran consumo, Aecoc, admite su preocupación por el "enfriamiento" de la economía española, observa nubarrones en el horizonte y critica algunas de las principales medidas económicas anunciadas por el Gobierno socialista.

Así lo señala en una entrevista con Efe el presidente de la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc), Javier Campo, quien cuestiona los efectos de subir el salario mínimo -actualmente fijado en 736 euros mensuales en 14 pagas- hasta 900 euros para 2019, lo que supone un incremento del 22%.

"La subida a corto plazo podría reactivar la demanda, pero a medio y largo plazo es muy negativa. Va a reducir la competitividad de las empresas y su capacidad para crecer", alerta el responsable de esta patronal, quien representa los intereses de 28.000 compañías fabricantes y distribuidores de áreas como la alimentación, la hostelería, el textil o los electrodomésticos.

Campo recuerda que el crecimiento estimado para este año (2,6%) "está muy por debajo de lo que se preveía" y el consumo atraviesa un ejercicio "difícil y volátil" por la pérdida de poder adquisitivo derivada de que un aumento de la inflación superior a la subida de la renta bruta disponible de los hogares.

"En esta situación de menor crecimiento no nos parece adecuado tener un presupuesto con subidas impositivas", censura el presidente de Aecoc en referencia a los cambios en la tributación anunciados por el Ejecutivo de Sánchez.

Factores como las lluvias de la primera parte del año -que suelen favorecer una bajada de las ventas- y la caída del ahorro de los hogares también han perjudicado al consumo.

"El índice de confianza del consumidor se desplomó en septiembre 12 puntos respecto a agosto y ya está en sus niveles más bajos de 2016, por eso vemos con preocupación este final de año", incide Campo.

Y atribuye este fenómeno a la inestabilidad política, a las dificultades del Gobierno para aprobar medidas por estar en minoría y a las menores expectativas de creación de empleo.

Según sus cálculos, de cumplirse las proyecciones de crecimiento para 2019 (2,2%) se crearán en España en torno a 200.000-250.000 empleos, lo que supone un ritmo inferior al de los últimos años.

"Lo único que crea empleo es la inversión de las empresas, y éstas invierten cuando mejora su actividad por el consumo o las exportaciones. Sin embargo, las subidas de impuestos reducen el consumo al dejar menos dinero en el bolsillo del contribuyente, y al retraer dinero de las empresas también hay menos fondos para invertir", argumenta.

El máximo responsable de Aecoc -que celebra esta próxima semana su congreso anual- cita el encarecimiento del petróleo, la desaceleración del turismo y la ralentización de la UE como otras razones que afectan sensiblemente a la economía española, con el consumo responsable de cerca del 55% del PIB.

Sobre la conveniencia de subir salarios de forma generalizada para estimular la demanda, Campo considera que ese tipo de medidas no tienen sentido "si no vienen acompañadas de un incremento de la productividad que lo compense".

"Hay muchas maneras de mejorar la productividad, pero no vemos las reformas necesarias para que eso pueda ocurrir. Desde aumentar los presupuestos destinados a innovación hasta apostar por la Formación Profesional (FP) dual o ayudar a través de la fiscalidad y la regulación a que las empresas ganen tamaño", concluye.

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