La banca vela armas por el temor a que el PSOE limite sus cobros por comisiones

  • Redburn, casa de análisis controlada por Rothschild, advierte a los inversores de los riesgos que entraña para el sector una alianza Sánchez-Iglesias.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. EP
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. EP

El mercado teme que un futuro gobierno del PSOE, tras las elecciones generales del próximo 10 de noviembre, ponga coto las comisiones que los bancos cobran por sus servicios. En la actualidad, estos recargos son una de las vías de ingresos que las entidades están potenciando para hacer frente al un entorno de tipos de interés en mínimos históricos, situación que lastra la actividad típicamente bancaria. Por ello, cualquier restricción a esta parte del negocio que imponga el nuevo Ejecutivo, contribuirá a a deprimir, aún más, los márgenes de la banca.

En un informe reciente, Redburn, casa de análisis afincada en Londres y en la que Rothschild acaba de adquirir una participación relevante, avisa a sus clientes de que un potencial gobierno socialista, así como la mala reputación que tiene la banca, "podría amenazar" el crecimiento de los ingresos por comisiones del sector, una práctica cuya regulación está siendo sometida a debate en algunos países.

Gonzalo López, analista que recaló en Redburn tras pasar por Mirabaud y Banco Popular, donde fue responsable de la relación con inversores hasta febrero de 2017, recuerda en el documento que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está a favor de limitar las comisiones bancarias, mientras que el regulador de los mercados de Reino Unido ha modificado recientemente la política sobre descubiertos bancarios.

En concreto, el analista se refiere al anuncio realizado por la FCA en junio de 2017 para reformar los descubiertos bancarios a fin de que los mismos sean "más simples, más justos y más fáciles de gestionar", así como para proteger a los "millones de consumidores que pagan comisiones por descubiertos, en particular, los más vulnerables". Y es que las entidades británicas ingresaron 2.400 millones de libras por descubiertos en 2017, según los datos del regulador.

"Un posible gobierno de coalición del PSOE con Podemos podría adoptar medidas similares y quizá poner límites a las comisiones que cobran los bancos españoles", dice López, que en su informe incide en que, pese a que medidas de este carácter no se han discutido públicamente todavía en España, el riesgo "está ahí". Además, subraya que la mala reputación y la nueva Ley Hipotecaria también pueden limitar el crecimiento de los ingresos por comisiones de la banca.

Los legisladores protegen a los colectivos vulnerables

No obstante, el PSOE sí que ha limitado ya las comisiones bancarias. En concreto, la ministra de Economía, Nadia Calviño, aprobó una orden ministerial el pasado 28 de febrero para establecer un límite de 36 euros al año en las comisiones de las cuentas básicas que la banca cobra a sus clientes por este tipo de productos, que están dirigidos, principalmente, a colectivos vulnerables.

Para reforzar aún más la protección sobre las personas en riesgo de exclusión financiera, posteriormente, el 22 de marzo, el Gobierno aprobó un real decreto que obliga a las entidades a ofrecer cuentas de pago totalmente gratuitas a aquellos individuos con ingresos anuales inferiores a 12.908 euros (dos veces el IPREM). En el caso de que estas personas formen parte de una unidad familiar de menos de cuatro miembros, la renta de referencia es de 16.135 euros y en el caso de familias numerosas de 19.362 euros anuales.

Recientemente, el Banco de España ha instado a la banca española a abandonar su política de comisiones cero. Y es que en el primer semestre del año, los seis bancos españoles que cotizan en el Ibex 35 (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter) ingresaron más de 11.000 millones de euros por las comisiones que cobraron a sus clientes, un nivel que se mantuvo en línea con el registrado el año anterior por culpa de los elevados niveles de competencia.

Precisamente, Redburn subraya en el informe -en el que no hace ningún tipo de referencia al impacto de un posible impuesto a la banca-, las "dificultades" que están encontrando las entidades españolas para elevar esta línea de su cuenta de resultados como consecuencia de dicha política comercial, de la entrada de nuevos competidores digitales y de las tendencias "más débiles" del negocio de gestión de activos.

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