Aún no registran el impacto del frenazo

Las eléctricas salvan el parón económico y cierran sin números rojos hasta marzo

  • El confinamiento y la parada de las actividades empresariales no esenciales sólo afectó a las últimas semanas del primer trimestre.
La CNMC decidirá la retribución al transporte y la distribución de electricidad.
La CNMC decidirá la retribución al transporte y la distribución de electricidad.
EFE

Las empresas energéticas preparan el cierre de cuentas del primer trimestre con buenos resultados a pesar de la crisis sanitaria y del parón económico obligado por la pandemia. Endesa, Iberdrola, Naturgy y REE tienen previsto detallar entre el 29 de abril y el 4 de mayo la evolución del negocio.  Las perspectivas son buenas, según confirman las fuentes consultadas. El confinamiento y el parón de las actividades empresariales no esenciales sólo afectó a las últimas semanas de marzo, lo que apenas deslucirá los beneficios del periodo.

Las actividades relacionadas con el suministro de energía son consideradas esenciales en el estado de alarma y se han mantenido sin problemas. Desde que comenzó el confinamiento, las empresas han registrado caídas en la demanda de electricidad de la industria y aumentos en el consumo de los hogares. Pero no ha habido un impacto significativo en los resultados del trimestre. 

Habrá que esperar al segundo examen trimestral para saber si las medidas decretadas por el Gobierno para garantizar el suministro de agua, gas y electricidad a los hogares -prohibición de cortes por impago y facilidades para acogerse rebajas en la factura- tienen consecuencias significativas en las cuentas.

Dividendos pese a la recesión

De momento, las compañías energéticas pueden mantener reluciente el escaparate de los resultados y, a diferencia de la banca, continuar con la política de reparto de dividendos a pesar de la recesión que se anuncia para los próximos meses. Endesa, que en el primer trimestre de 2019 registró una ligera caída de resultados -del 2,4%- y ganó 363 millones de euros, se prepara para mostrar unas cuentas mejoradas, con lustre.

La compañía, propiedad de la italiana Enel (70%), prevé repartir 5.970 millones de euros en dividendos entre sus accionistas en el periodo 2019-2022. No obstante, contempla recortar el porcentaje de los beneficios que dedica a dividendos de forma ligera y progresiva. En el ejercicio de 2021 al 80% del beneficio ordinario neto, y al 70% en el de 2022.  También Iberdrola, que en el primer trimestre de 2019 ganó 964 millones, un 15% más que un año antes, mantiene la velocidad de crucero.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán anunció en la junta telemática celebrada en abril en Bilbao, ya en plena crisis, que la eléctrica mantiene el dividendo previsto: 0,4 euros brutos por acción, un 14% más que un año antes. Naturgy, por su parte, aplazó la junta prevista para el 17 de marzo, pero no el reparto de beneficios.  La compañía que preside Francisco Reynés anunció que mantiene el plan de distribuir 0,603 euros por título, de los que quedan pendiente de aprobación 0,10 euros.

Las empresas propietarias y gestoras de las redes de distribución de electricidad y de gas, Red Eléctrica de España (REE) y Enagás, mantienen también sus planes para retribuir a sus accionistas, entre los que se cuentan grandes fondos de inversión. Enagás -beneficios de 119 millones en los tres primeros meses- sigue con el esquema de dividendo por acción que había propuesto hace un año en el periodo 2019-2023 para hacer crecer progresivamente un 1% anual, desde los 1,68 euros hasta los 1,74 euros por título. Mientras, REE -20% de la SEPI- tiene previsto repartir 569 millones de euros entre todos los accionistas.

Caída del consumo

Más allá de los buenos resultados del trimestre, en los próximos meses se verá hasta dónde llega la caída del consumo, sobre todo industrial, que ya se detectó a partir de febrero. El impacto de la pandemia en la actividad económica y de la demanda se reflejará con toda la crudeza en el indicador de marzo.  Un golpe cuando las cosas empezaban a pintar bien. "La componente industrial", señalaba REE en febrero, "ha moderado significativamente sus tasas de retroceso (de la demanda), especialmente en los bienes intermedios". Era un paso hacia el optimismo después de un mal año 2019. Ahora, toca ver las consecuencias del tropiezo.

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