Sin límites a las compras

Empleados de Amazon estallan: "Muchos pedidos no son de primera necesidad"

  • Crece la preocupación en la plantilla del gigante tras el decreto del Gobierno que blinda la actividad del comercio online sin ninguna distinción.
El centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares (Madrid).
El centro logístico de Amazon en San Fernando de Henares (Madrid).
Amazon

El Gobierno de España ha salvado al comercio electrónico de las nuevas restricciones a la actividad económica que ha puesto en marcha con el objetivo de frenar el avance de contagios por el coronavirus. Los españoles podrán comprar a través de internet sin ningún tipo de limitación. El gigante Amazon es la compañía líder en este sector. Y sus empleados en el principal centro logístico, con sede en Madrid, claman ante esta decisión: "Se está poniendo en riesgo nuestra salud y la de los clientes y repartidores cuando muchos de los pedidos no son realmente de primera necesidad".

El decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la madrugada del lunes excluye claramente a esta actividad de las limitaciones. Deberán acudir a sus puestos de trabajo los que "trabajan en la distribución y entrega de productos adquiridos en el comercio por internet, telefónico o correspondencia". Blindaba así todas las ventas por internet, no sólo las básicas como alimentación, higiene o parafarmacia. También protegían, por lógica, a todas las empresas de logística que se encarga de llevar todos esos artículos al cliente final. De esta forma, Amazon y todas las compañías que venden online lo podrán seguir haciendo. Aunque lo tendrá que hacer salvando las dificultades de suministro y tirando, sobre todo, de stock.

En este contexto, crece la preocupación entre los empleados de los centros de distribución de Amazon. En especial en el de San Fernando de Henares (Madrid) donde se han confirmado, al menos, una decena de casos de coronavirus y varias decenas de personas en cuarentena. La plantilla pone el grito en el cielo. Entiende que, pese a que la compañía ha defendido durante los últimos días que ha priorizado los envíos de primera necesidad, buena parte de los pedidos que hoy se están ejecutando no lo son

"Siguen poniendo en riesgo la salud de los trabajadores", advierte Moisés Fernández, miembro del comité de empresa de este almacén madrileño, del que salen en condiciones normales más del 15% de los paquetes de toda España. Defienden que se siguen comprando libros, videojuegos, televisores, ropa de todo tipo o productos vinculados al entretenimiento. "No son artículos de necesidad en una situación como esta y eso está generando un malestar entre los trabajadores, porque están arriesgándose", advierte. Otro de los delegados, Douglas Harper, insiste: "No se está haciendo un bien a la sociedad con estas ventas".

En la web del gigante, se pueden adquirir productos de ese tipo y, en el peor de los casos, sólo avisan de algún retraso en la entrega por "una restricción al transporte por carretera o porque requiera tiempo adicional de preparación adicional en el almacén". La compañía fundada por Jeff Bezos se escuda en que las autoridades sanitarias -Ministerio de Salud y Organización Mundial de la Salud- "confirman que es seguro recibir paquetes" y defienden que su servicio es "fundamental" por lo que van a pelear de que "las personas puedan recibir los artículos que necesitan, cuando los necesitan".

Con todo, y en plena "hibernación de la economía" -como ha denominado el Gobierno a esta nueva oleada de restricciones-, trabajadores de la multinacional piden que se le obligue al comercio electrónico a distribuir exclusivamente productos de primera necesidad. En el caso de Amazon ya tiene varias estaciones logísticas dedicadas principalmente a la alimentación y la parafarmacia, ubicadas cerca de los centros de grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

La decisión tomada hace algo más de una semana de priorizar en sus almacenes de productos básicos para el hogar, de salud y cuidado personal y "otros artículos de alta demanda" tiene un objetivo que no está relacionado con una bajada de la actividad para reducir riesgos. Ante un "aumento en el número de compras online", esta decisión es para que puedan "recibir, reponer y enviar estos productos más rápidamente", tal y como aseguran en su web corporativa.

A la espera de la Inspección

Al margen del nuevo decreto, la plantilla de San Fernando de Henares (Madrid) continúa con la pelea para que la dirección de la empresa cierre de manera temporal el centro y se haga una desinfección completa después de que se declararan oficialmente al menos una decena de casos de coronavirus. Según explican desde el comité, se ha entregado un quinto informe contestando a uno de la empresa tras los requerimientos por parte de la Inspección de Trabajo. Ahora queda por ver cuáles serán los siguientes pasos a tomar y si, finalmente, el organismo público deja la decisión definitiva a Sanidad.

En el resto del mundo, la presión sobre Amazon por los contagios en sus centros ha ido en aumento. En Milán se convocó una huelga hace más de una semana por los empleados para exigir el cierre. Empleados de otros centros en Estados Unidos han amenazado con un paro. El gobernador del estado de Kentucky (EEUU) dio la orden de cerrar un almacén de devoluciones después de tres positivos en la plantilla. Por su parte, un grupo de senadores de este país, incluido el candidato presidencial demócrata Bernie Sanders, enviaron una carta a Jeff Bezos la semana pasada para exigir respuestas sobre cómo mantiene seguros a sus mozos de almacén.

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