Recortes en el sector energético

La gran empresa mantiene el pulso con Ribera pese a la promesa de más ayudas

Sara Aagesen,secretaria de Estado de Energía.
Sara Aagesen,secretaria de Estado de Energía.
EP

La recién nombrada secretaria de Estado de Energía Sara Aagesen tiene un estreno de cargo muy agitado. Las grandes empresas consumidoras de energía y la industria más afectada por los precios de la electricidad no ven con buenos ojos las primeras medidas aprobadas por el Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera para cumplir con sus planes de apoyo. Ni la aprobación del Estatuto del Consumidor Electrointensivo, ni la revisión de los pagos a renovables,  cogeneración y residuos han calmado los ánimos, muy agitados desde el año 2018.

El último encontronazo ha tenido lugar con la propuesta de recortes a la cogeneración -400 millones anuales- entre los años 2020 y 2025. La cogeneración está regulada en el Régimen Especial de energía (Real Decreto 413/2014). Permite a las empresas que la utilizan proveerse de energía térmica y al mismo tiempo generar electricidad. Pueden inyectar el sobrante en la red a una tarifa fija. En teoría, así se evita que otra central produzca esa energía de forma menos eficiente. Por eso tiene apoyo. Tanto que, según fuentes al tanto del debate, la Administración estima que las cogeneradoras recibieron en tres años (2017-2019) hasta 900 millones por encima de lo que les correspondía.

En 2020 toca la revisión de ingresos, prevista cada seis años y el Gobierno ha aplicado la tijera. El recorte ha sentado como un tiro a las empresas que utilizan el sistema, agrupadas en la asociación Acogen, en la que se integran azulejeras, papeleras y empresas de alimentación, entre otras. Acogen tiene previsto reunirse esta misma semana con Aagesen para expresar su malestar por la propuesta de reducir los pagos al sector. La asociación irá al encuentro provista de dos argumentos de peso: el impacto de lo que califican como un "hachazo" -quiebra de la papelera Sniace por delante- y las críticas de la Comisión Nacional de los Mercados  y de la Competencia (CNMC) a la metodología de cálculo aplicada por el Ministerio de Transición Ecológica en su propuesta de Orden Ministerial. 

Año y medio de tensiones

La cogeneración no es el único roto al que se enfrenta Aagesen. Su ministerio, en colaboración con el de Industria (Reyes Maroto), ha aprobado, después de año y medio de tensiones, el Estatuto del Consumidor Electrointensivo. El plan, basado en los que aplican a su industria países como Alemania o Francia, trata de canalizar a los grandes consumidores -más de 1 GWh/año- ayudas para rebajar su factura energética hasta el límite que permite Bruselas.

El Estatuto facilitará apoyo a 600 empresas con más de 300 millones de euros anuales mediante rebajas de hasta el 85% en la parte fija del recibo; compensaciones por los costes indirectos del CO2 y financiación pública para contratos de electricidad a largo plazo. Pero las empresas esperaban más. Las fuentes empresariales consultadas admiten que el plan diseñado por Ribera y por Maroto puede aliviar la factura energética de las compañías, aunque lo consideran insuficiente porque no alcanza las marcas de apoyo que aplican Francia o Alemania y no concreta las partidas presupuestarias que lo respaldan.

Autorización de Bruselas

El punto más positivo del Estatuto, apuntan las mismas fuentes, es el de compensaciones por los costes del CO2 que las empresas pagan en el recibo. Este apartado sí tiene claras las cifras: 172 millones de euros, el máximo que autoriza Bruselas. Positivo, pero no lo bastante como para calmar las aguas. La desconfianza se mantiene a pesar de que, para cerrar el nuevo Estatuto, los ministerios de Ribera y de Reyes Maroto (Industria) han tenido que negociar entre sí, con la CNMC, con la Dirección de Competencia en Bruselas y con las grandes asociaciones empresariales e industriales como AEGE, Unesid, Aspapel etc.

Las espadas siguen en alto en una situación complicada en la industria, marcada por el desplome en la demanda. El consumo de electricidad de las grandes compañías , comercios e industrias, cayó en diciembre del pasado año un 5,6%. En el conjunto del año, según los datos del operador del sistema Red Eléctrica de España, el indicador global de consumo cayó un 4,6%, pero en la industria la caída interanual alcanzó el 9,2%. Es "el mayor retroceso interanual" desde que se viene elaborando el indicador en el año 2010", según REE.

La evolución del consumo por sectores muestra también el termóemetro del malestar. El índice de REE estima que el frenazo del consumo en la metalurgia el pasado año llegó al 13,2%. En la automoción fue del 10,5% y en el refino se situó en el 17,5%. Es el podium de la caída, una pista de cómo se están comportando sectores clave para la economía y para el empleo en un contexto de enfriamiento y de incertidumbre en lo político.

Mostrar comentarios