Las grandes del Ibex confían su seguridad a ex del CNI en plena ola de ciberataques

  • La jefa de seguridad de Santander fue la exnúmero dos del centro. Antiguos policías de los servicios secretos también ficharon por la empresa privada.
Elena Sánchez, actual responsable de seguridad del Santander
Elena Sánchez, actual responsable de seguridad del Santander
CNI

Grandes compañías del Ibex 35 cuentan en su plantilla con antiguos miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Todos ellos se han enrolado en los departamentos de seguridad de las principales multinacionales españolas. Dejaron así atrás sus carreras al servicio de la administración, como policías, guardias civiles o militares, para pasarse a la empresa privada y dirigir, algunos de ellos, potentes equipos encargados de custodiar y proteger a las empresas nacionales, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Como una de sus misiones prioritarias en estos momentos, hacer frente a las ciberamenazas.

El 'trasvase' a la empresa privada comenzó allá por los años 2000-2001, explican fuentes cercanas a los servicios de Inteligencia. Las multinacionales españoles se percataron de los crecientes riesgos para sus inversiones y equipos, y contactaron con profesionales con amplios conocimientos en seguridad. De esta forma empezaron a llegar a las direcciones de seguridad del Ibex 35 destacados agentes miembros del CNI o de un entorno próximo a los servicios de Información. El movimiento fue tal que a día de hoy la práctica totalidad del selectivo español tiene o ha tenido en sus equipos de seguridad a antiguos funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La más reciente de estas incorporaciones se ha producido en el Banco Santander. Elena Sánchez, que fue secretaria general del CNI y, a la sazón, número dos de los servicios de Inteligencia, es desde el pasado mes de abril la responsable de seguridad de la principal entidad financiera. Tras su paso durante cuatro años por las instalaciones de la Cuesta de las Perdices, en 2012 fue trasladada a la embajada española en Washington. Sustituye en la sede de Boadilla a Carlos Rubio Fernández, que fue jefe superior de Policía de Madrid.

En Telefónica ocurre algo similar. Su responsable de seguridad es Miguel Ángel Sánchez San Venancio, coronel de Infantería que formó parte de la cúpula del CNI antes de pasarse a la teleoperadora. En su etapa en el centro, Sánchez San Venancio fue jefe del Departamento Contraterrorista, número dos de la División de Inteligencia Interior y responsable de las operaciones anti-ETA en País Vasco y Europa. A su lado acaba de llegar Sergio Sánchez, portavoz de los servicios de Inteligencia hasta el pasado verano y que se encargará de cuestiones relacionadas con la ciberseguridad.

En Bankia también cuentan con un antiguo miembro de las Fuerzas de Seguridad (del servicio de Información de la Policía, al frente de su respectivo departamento. Se trata de Juan Manuel Zarco, actual director de Seguridad y Gestión del Efectivo de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri y que estuvo encuadrado durante década y media en el Cuerpo Nacional de Policía. Y Acciona cuenta con Joaquín Collado, exteniente coronel de la Guardia Civil y responsable del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA), que es su jefe de seguridad.

Otro jefe superior de Policía de Madrid también pidió marcharse a la empresa privada. Se trata de Miguel Ángel Fernández Rancaño, que acabó en La Caixa como jefe de seguridad. Este comisario fue pieza clave de los servicios de Inteligencia durante los atentados del 11-M e, incluso, fue uno de los primeros policías en apostar por labores de información en el terreno de la amenaza yihadista. Algo similar ocurrió con Juan Carlos Fernández-Cernuda, que pasó de ser inspector de la Policía Nacional al equipo de escoltas de Isidoro Álvarez en El Corte Inglés para, más tarde, dirigir el departamento de seguridad de la compañía. Ahora su puesto lo ocupa una antigua inspectora de Policía.

Por el departamento de seguridad de BBVA también han circulado antiguos miembros de los cuerpos de seguridad del Estado. Es el caso de de Julio Corrochano, comisario que fichó en 2002 por la entidad bancaria procedente de la Comisaría General de Policía Judicial y que tuvo alguna relación con Villarejo. Se jubiló y ahora su puesto lo ocupa José Manuel Cantero, con responsabilidad en España, e Inés Díaz Ochagavia, Banking Corporate Security a nivel mundial. Repsol también tenía en su plantilla a un antiguo mando policial, Rafael Araujo, ya jubilado. La energética no ofrece el nombre de su sucesor. Y Renfe, que tuvo como responsable de seguridad al excomisario Antonio Bertomeu.

Estos fichajes y movimientos entre Fuerzas de Seguridad y empresas privadas demuestran que CNI, Policía, Guardia Civil y Ejército son una importante cantera para las firmas más importantes del país. Es en los servicios policiales del Estado, además, donde se encuentran los mejores profesionales en la que es, en este momento, la principal amenaza para las compañías multinacionales: la ciberseguridad. Nadie está libre de los ataques a través de la Red, de forma que esta relación se mantiene y continuará siendo estable durante los próximos años.

Mostrar comentarios