Reunión anual de Sedigás

Enagás pide desatascar el Midcat ante el "tapón" en el flujo de gas con Francia

Gonzalo Aizpiri ha insistido en la necesidad de una tercera interconexión pirenaica, ahora que, por primera vez, España ha logrado revertir a su favor la balanza comercial de GNL con Francia.

El CEO de Enagás, Gonzalo Aizpiri, junto a su presidente, Antonio Llardén
El CEO de Enagás, Gonzalo Aizpiri, junto a su presidente, Antonio Llardén
Enagás

El debate sobre el Midcat, la que sería la tercera interconexión gasista entre España y Francia, vuelve a estar en la picota. Gonzalo Aizpiri, consejero delegado de Enagás, ha asegurado que este gaseoducto se ha convertido en una inversión necesaria dado el "cuello de botella" que limita las ventas españolas de gas al país galo. La posición de Enagás eleva la presión sobre Teresa Ribera quien, hasta hace unas semanas, ha encabezado una cruzada contra el citado gaseoducto.

La guerra en Ucrania ha tambaleado el statu quo energético en Europa y ha forzado a los Estados miembros a buscar alternativas al combustible ruso. "Exportamos más gas a Francia del que importamos de Argelia", detalló Aizpiri este martes durante el encuentro anual de la patronal gasista Sedigas. El CEO de Enagás explicó que en este escenario España ha logrado revertir a su favor la balanza comercial de gas natural (GNL) con el país galo. "El flujo de combustible ahora se está desarrollando de sur a norte", incidió. 

La creciente demanda de gas a través de España ha provocado que las dos únicas interconexiones con el territorio galo, por Guipúzcoa y por Navarra, estén funcionando a pleno rendimiento. A esto hay que sumar que España cuenta con una capacidad excedentaria de regasificación de unos 20 bcm (millones de metros cúbicos) de gas al año. La eventual puesta a punto del gaseoducto, permitiría a España disparar sus exportaciones a través de las autopistas francesas, lo que supondría una ayuda para los Veintisiete en su empeño por sustituir 155 bcm de gas ruso. Y una oportunidad de negocio histórica a la que los gigantes del sector no están dispuestos a renunciar.

Las principales compañías energéticas del mercado español con intereses comerciales en el desarrollo del Midcat llevan meses moviendo sus hilos en Bruselas y Estrasburgo, a fin de sumar el mayor número de apoyos internacionales para poner en marcha esta iniciativa. Hasta ahora, el lobby gasista había bregado entre bambalinas en los órganos de decisión comunitarios, tratando de desgastar en Europa el discurso de rechazo al Midcat del Gobierno, según explican a La Información fuentes comunitarias.

La intervención de Aizpiri podría marcar un punto de inflexión, pues supone la primera declaración oficial por parte del gestor del sistema gasista en defensa del Midcat desde el estallido de la crisis energética. El CEO de Enagás tachó de "evidente" la necesidad de una tercera conexión con el país galo, solo después de que Ribera haya desistido públicamente de su oposición al citado gaseoducto hace apenas unas semanas. 

Gonzalo Aizpiri: "A raíz de la guerra de Ucrania, España exporta más gas a Francia del que importa de Argelia"

La vicepresidenta tercera disparó contra la idoneidad del proyecto desde el inicio de la crisis en el mercado energético, que volvió a llevar el proyecto de conexión con Francia al debate público. Fue en la reunión del Cercle d'Economia que tuvo lugar en Barcelona el 4 de mayo, cuando la ministra viró su discurso y apoyó, por primera vez públicamente, el papel estratégico del Midcat. Ribera supeditó su apoyo al proyecto siempre a que este llegue a ejecutarse con la "financiación de terceros". En definitiva, que sea la Unión Europea quien se rasque el bolsillo para poner en marcha un proyecto cuya inversión se estima en 3.000 millones de euros, según fuentes del sector.

En Moncloa también se han hecho eco de este cambio de discurso. "Le toca a la Bruselas pagar estas interconexiones, dado que se trata de capacidades financiadas con el esfuerzo de los consumidores españoles que vamos a poner a disposición de Europa". Así de tajante se mostró Pedro Sánchez durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo Europeo extraordinario de este martes, un encuentro en el que la cuestión energética centró el debate y que se cerró con un acuerdo de embargo parcial al combustible ruso tras varias semanas de 'tira y afloja' entre los Veintisiete.

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