Resultados en tiempos de pandemia

Endesa blinda el reparto de dividendos: más beneficios y ajustes en la plantilla

Una de las claves de los planes de Endesa son los ajustes aplicados en la plantilla, tanto en la retribución en especie como en las salidas de la compañía.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas (i), el presidente de CEOE, Antonio Garamendi (d), presentan el panel 'Transición Justa' durante la undécima jornada de la Cumbre del Clima (COP25) en Ifema, Madrid (España), a 12 de diciembre de 2019.
El consejero delegado de Endesa, José Bogas (i), el presidente de CEOE, Antonio Garamendi (d), en la Cumbre del Clima (COP25) .
Eduardo Parra - Europa Press

El grupo italiano Enel, propietario de Endesa (70%), lo tiene claro. Lo importante en los próximos años es asegurar el dividendo. La  italiana desembolsó para hacerse con el control de la española entre 2007 y 2009 en torno a 36.000 millones. Desde entonces, la política de reparto íntegro de los beneficios -pay out del 100%- ha cubierto prácticamente la inversión. Enel ha blindado hasta 2021 el dividendo a pesar de la crisis de la Covid 19. Sólo a partir de 2021 recortará el pay out del 100% al 80%. Para entonces, habrá recuperado toda la inversión y habrá consolidado la posición en América Latina, las renovables y España. Una de las claves en el proceso son los ajustes aplicados en la plantilla, tanto en la retribución como en las salidas.

Si los planes de Enel se cumplen, Endesa habrá repartido unos 5.970 millones de euros en dividendos entre sus accionistas en el periodo 2019-2022, aunque recortará el pay out en 2021 al 80% del beneficio ordinario neto, y al 70% en el de 2022. De momento, las cuentas salen. A pesar de la pandemia, los resultados del primer semestre han crecido un 45% gracias al acuerdo con el sindicato mayoritario UGT para recortar la tarifa del empleado -un pago en especie- de trabajadores activos y jubilados. La medida, que contribuye a blindar el dividendo, ha alicatado la cuenta de resultados con más 400 millones de euros de unas provisiones que rondaban los 760 millones en 2019 y que garantizaban los descuentos de los trabajadores.

El sindicato CC OO en Endesa, que no ha firmado el nuevo convenio y que tiene intención de impugnarlo en septiembre, está más que molesto. "Enel en Endesa hace lo que ha estado haciendo desde hace tiempo. Es lamentable que el dinero provisionado para atender las obligaciones con colectivos vulnerables como jubilados, viudas de jubilados, etc. se vaya a repartir entre los inversores. Es un expolio en toda regla", explica un portavoz.

Recortes polémicos

Los recortes pactados con UGT en el V Convenio fueron muy polémicos. De hecho, aún colean en los tribunales. En 2019, cuando la dirección de Endesa debatió con el auditor de entonces -EY- cómo recuperar y contabilizar las provisiones que respaldaban la tarifa de los empleados,  la compañía remarcaba que el dinero recuperado en ningún caso iba a ser destinado a beneficios y dividendos. En todo caso, apuntaban, la intención era destinar parte del capital a nuevos beneficios sociales, así como a inversiones y otras dotaciones.

El ajuste que garantiza el reparto de beneficios no sólo es contable. Endesa tiene en marcha un plan para aligerar plantilla. Con 8.700 empleados en activo. Le sobran trabajadores. Ha anunciado el cierre de sus centrales de carbón y busca fórmulas para ahorrar en nóminas. Con nuevo responsable de Recursos Humanos -Paolo Bondi ha sustituido al también italiano Andrea Lo Faso- la eléctrica ha puesto en marcha un plan de bajas voluntarias al que se podrán acoger todos los empleados que hayan cotizado al menos 25 años. La compañía se compromete a sufragar hasta 15 años de salario a quienes cumplan el requisito, aunque con rebajas de entre el 40% y el 20% respecto al salario real según el tiempo que falte hasta la edad de jubilacion de 65 años.

El ajuste no es un traje a medida para Endesa. Es diseño para todo el grupo italiano. Enel quiere extender al conjunto de sus empresas el modelo de ajuste de empleo pactado en la filial española, con salidas voluntarias y recolocaciones. La intención es adecuar la plantilla, 68.000 trabajadores en 32 países, al proceso de descarbonización. Los ajustes afectarán, además de España -10% de la plantilla, unos 800 empleados- a Italia y a Chile fundamentalmente.

Cambio de modelo

En España, como  en el resto de los países en los que está presente, Enel intenta acelerar el cambio en el modelo de crecimiento que inició en 2015. Pasó de inversiones a gran escala a proyectos renovables más pequeños pero más numerosos. El objetivo es lograr la descarbonización total de la generación en 2050 con inversiones que en tres años superarán los 28.000 millones de euros.

A la compañía italiana  le ha ido bien en España con Endesa. Ha recuperado prácticamente la inversión que hizo en su día, ha consolidado posiciones en América Latina y encara el futuro con buenas perspectivas. En 2019, Endesa logró un beneficio neto de 171 millones en 2019, el 88% menos que los 1.417 millones que ganó un año antes, lastrada por el impacto del deterioro contable de las centrales de carbón que tiene previsto cerrar por valor de 1.409 millones. Con o sin pandemia, las cuentas van saliendo y los dividendos entrando.

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