Endesa prepara una batalla legal con la CNMC que puede durar hasta año y medio

  • La eléctrica que preside Borja Prado sostiene que elevar los precios artificialmente perjudica su cuenta de resultados
El presidente de Endesa, Borja Prado, en una presentación.
El presidente de Endesa, Borja Prado, en una presentación.
EFE

Borja Prado, presidente de la eléctrica Endesa, está enfadado. Prepara una batalla legal con la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) que puede durar hasta un año y medio. Esos 18 meses son el plazo que contempla la comisión para resolver el caso. Competencia acusa a la compañía, junto con Gas Natural, de haber manipulado el mercado mayorista eléctrico entre octubre de 2016 y enero de 2017. La próxima semana, la eléctrica propiedad de la italiana Enel presentará alegaciones al expediente sancionador.

Además de presentar los argumentos para evitar una sanción de hasta seis millones de euros, la eléctrica quiere dar un paso más. La idea que baraja consiste en explicar públicamente y de la forma más sencilla posible, las razones por las que considera que la CNMC ha errado en sus análisis y ha metido a la compañía en una guerra que no le concierne.

El punto fuerte de las alegaciones de Endesa, cuyos beneficios han caído un 17% hasta septiembre, es que el supuesto objetivo de subir precios que le atribuye la CNMC, es contradictorio con sus intereses. Endesa, en situaciones de alta demanda y  baja producción hidráulica y eólica, genera menos energía de la que vende, por lo que tiene que comprar en el mercado. Si los precios mayoristas suben, los beneficios caen, asegura la compañía.

Lo explicó en septiembre al dar cuenta de la caída de resultados: el aumento de los precios en el mercado mayorista eléctrico en el periodo (+47,9%) afectó a los costes en la compra de energía para la venta a clientes finales en más de un 26%. Más precio, peores resultados.

Las alegaciones y explicaciones de la empresa se centrarán en el punto en el que la CNMC sitúa la manipulación de Endesa: la retirada del mercado eléctrico, con conocimiento de la eléctrica, de la central de ciclo combinado -a gas- de Besós (Barcelona). La empresa sostiene que puede demostrar cómo ofertó la energía de todos sus ciclos combinados al mismo precio, por lo que la responsabilidad, si la hubiera, correspondería al operador del sistema Omie.

Una pelea larga

La pelea puede ser larga. El expediente de la CNMC recoge que el plazo para resolver el procedimiento recién iniciado es de 18 meses. Endesa compartirá pelea con Gas Natural. Pero no estrategia. La compañía que controla la italiana Enel prefiere librar las peleas por su cuenta. Así lo ha hecho frente al Ministerio de Energía. El ministro Nadal ha obligado a Gas Natural y a Endesa, vía decreto, a facilitar el funcionamiento del mercado gasista con más gas y más contratos. Gas Natural ha anunciado recurso mientras que Endesa ha aceptado la decisión y no recurrirá.

El sector eléctrico no es una piña desde hace mucho tiempo. La entrada de nuevas compañías como Enel o la portuguesa EDP, los intentos de compra más o menos hostiles y las diferentes apuestas de negocio han cuarteado el frente que alguna vez representó la patronal Unesa.

Quedó claro, de hecho, en el año 2005 cuando Endesa se salió del guión común y denunció a sus competidores por, supuestamente, alterar el mercado en beneficio propio. Según sus cuentas, entre enero y septiembre de 2004, Iberdrola, Gas Natural, Unión Fenosa y Viesgo se repartieron 242 millones de euros de sobrecostes. El artificio que utilizaron, según la empresa denunciante: ofertas de precios muy elevados para favorecer la generación de electricidad en centrales ubicadas estratégicamente. El mismo del que ahora le acusa la CNMC.

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