Reparto de beneficios del ejercicio 2020

Enel apura la caja de Endesa y aumenta el dividendo para cobrar 1.500 millones

La compañía eléctrica incrementa la distribución de ganancias un 6% sobre lo previsto, hasta 2,014 euros por acción.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas.
El consejero delegado de Endesa, José Bogas.
La Información

El grupo italiano Enel, propietario del 70% de las acciones de la eléctrica Endesa, ingresará 1.492 millones de dividendos por los beneficios de 2020 obtenidos en la filial, que se reparten en su totalidad entre los accionistas. El pago se sitúa en 2,014 euros por título, un 6% por encima de lo previsto y un 37% más que el año anterior. Así, la rentabilidad por dividendo de Endesa se situará en aproximadamente en el 9% calculado sobre la cotización a 31 de diciembre. La mejora de dividendo beneficia también a 200.000 pequeños accionistas, según destacan fuentes de la compañía.

Endesa, que ha mantenido en el tiempo la política de repartir todos los beneficios anuales, anunció en 2019, el año del gran ajuste de activos, un cambio en la distribución de las ganancias. En lugar de repartir el total de los beneficios (pay out del 100%), a partir de 2021 habría una disminución progresiva: 80% en 2021 y al 70% en 2022. El plan estratégico presentado el pasado año extendía el mismo 70% a 2023.

Los resultados de 2020, con 2.132 millones de beneficio neto, han animado a Enel a apurar la caja. Si se cumplen las previsiones y el plan estratégico, en cuatro  ejercicios -2020, 2021, 2022 y 2023- Enel ingresará de Endesa 4.400 millones de euros. Enel ha amortizado prácticamente la gran inversión de 13 años en España -36.000 millones- si se suman los dividendos cobrados y los ingresos de la oferta pública de venta (OPV) de Endesa del año 2014 en la que vendió un 21% de la eléctrica española por 3.132 millones.

La eléctrica se la juega

La previsión del reparto de beneficios entre 2021 y 2023 es relevante porque son los años en los que Endesa se la juega en la partida para reconvertirse desde una empresa tradicional, con un negocio basado en la quema de combustibles fósiles, a una compañía volcada en las renovables y en las nuevas tecnologías como el hidrógeno verde. Endesa, según las previsiones enviadas a la CNMV, prevé invertir 7.900 millones entre 2021 y 2023, y 25.000 millones hasta el año 2030. Del total, 12.000 millones irán a parar a las renovables mientras que para sus planes insulares apunta a 2040 con inversiones de 34.000 millones para lograr la descarbonización completa de las islas.

En el plan inversor 2021-2023, Endesa tiene una cartera de proyectos de 6.700 MW de potencia renovable con punto de acceso y conexión a la red. Esta potencia permite cubrir el aumento de parques renovables de hasta 3.900 MW incluido en el plan estratégico para el próximo trienio. Adicionalmente, la empresa se ha adjudicado 50 MW fotovoltaicos en la subasta lanzada por el Gobierno el pasado mes de enero. En total, el volumen de proyectos renovables que Endesa tiene en cartera, en diferentes grados de madurez administrativa, asciende a 42.000 MW.

En su planificación, Endesa prevé una significativa recuperación de la demanda tras la pandemia, con un crecimiento de la venta total de electricidad del 8% en 2023 respecto a 2020 y un aumento de la base de clientes -400.000 en el mercado libre- para mantener estable la cifra total en 10,6 millones. 

Refuerzo en Portugal

Para Enel, Endesa es la palanca para reforzar sus posiciones en toda la península ibérica aprovechando las oportunidades que la transición energética abre también en Portugal. En la península, el grupo italiano ha cambiado de estrategia. En 2015 vendió los activos renovables que tenía en Portugal, pero ha decidido recomponer posiciones. Vuelve al país vecino con Endesa Generación Portugal como mascarón de proa. La compañía ha afianzado un pie en el negocio con una planta de 99 MW en el Algarve y se prepara para participar en la licitación de las líneas de baja tensión.

Más allá de la península, Enel y Endesa apuestan por aprovechar al máximo su posición de suministrador principal -e insustituible- en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla para acceder a los fondos de la reconstrucción de la UE que faciliten la inversión y el flujo de ingresos. Ofrecen transformar las islas y las ciudades autónomas como entidades adelantadas en la descarbonización y la generación con hidrógeno.

Endesa está todavía pendiente de cerrar en los tribunales las disputas por el convenio colectivo que recortó prestaciones sociales de jubilados y trabajadores y permitió a la compañía recuperar más de 500 millones en provisiones para apuntalar las cuentas.  Los sindicatos CC OO, CIGA y SI han impugnado en la Audiencia Nacional el V Convenio Colectivo del Grupo Endesa firmado en solitario en enero con la empresa por el sindicato UGT, mayoritario en la eléctrica.

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