La bombona de butano de 12,5 kilogramos, que consumen unos ocho millones de hogares en España, costará a partir del próximo martes, 13,96 euros, lo que supone un descenso del 4,9 % (72 céntimos), según han informado este miércoles fuentes del Ministerio de Energía.
El descenso del precio de la bombona, que se revisa bimestralmente, se produce después de dos subidas consecutivas, en enero de este año y en noviembre de 2017, mes en que repuntó después de bajar en septiembre, cuando se rompió una racha de seis incrementos consecutivos.
La bajada que se aplicará a partir del próximo martes es la primera que se produce este año, ya que en la revisión de enero se incrementó un 1,6 % (23 céntimos). En la disminución han influido el descenso en las cotizaciones de la materia prima en los mercados internacionales, la disminución del precio de los fletes (costes de transporte) y la apreciación del euro frente al dólar.
Con esta nueva revisión, la bombona se abarata 3,54 euros más que cuando alcanzó su precio máximo (17,5 euros) en 2013 y 2014. Respecto a marzo de 2017, cuando se hizo la segunda revisión del año pasado, la bombona es 44 céntimos más cara, un 3,25 % más. El nuevo precio estará vigente durante dos meses, hasta el tercer martes de mayo, cuando el Ministerio de Energía revise de nuevo el precio en función de factores como las cotizaciones internacionales de la materia prima, el tipo de cambio o los costes de comercialización.
Variaciones según formato
El precio de las bombonas de butano, dependiendo del formato, puede variar un 130%, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En concreto, realizando un análisis de los seis bombonas que existen al margen de la bombona tradicional (Repsol ligera, Cepsa ligera, Disa Ligera, Galp, Repsol pequeña y Disa pequeña), las mayores diferencias de precios se producen en las bombonas de formato pequeño, donde los precios, en igualdad de carga en comparación con la de precio regulado, son 20 euros más caros.
La OCU recuerda que desde 2014 se liberalizó el mercado de butano, salvo para la bombona que pesa en vacío más de 9 kilos, como la tradicional, que mantiene el precio regulado. Asimismo, todas las bombonas analizadas, salvo la de Galp, son más cómodas y ligeras, aunque subraya que “la comodidad se paga”. De esta manera, la OCU señala que cuanto más ligera es la bombona más caro sale el kilo de gas butano. Concretamente, si se compara con el precio regulado, a igualdad de carga, las bombonas ligeras son entre un 15%-25% más caras.
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