Francia confía a SocGen la venta de Agbar con Fainé al quite para poder 'repatriarla'

  • El banco de inversión trabaja en un estudio de valoración que será determinante para la eventual compra de Aguas de Barcelona por Criteria.
Àngel Simón, hombre clave en la operación de compra de Agbar a Suez.
Àngel Simón, hombre clave en la operación de compra de Agbar a Suez.
EFE

Criteria está a la expectativa, con el bolsillo preparado, para culminar el sueño de Isidro Fainé y recuperar para Cataluña la propiedad de Aguas de Barcelona (Agbar), la empresa controlada en su día por La Caixa hasta que fue transferida al gigante francés Suez en un proceso iniciado hace más de diez años. El Gobierno de Emmanuel Macron ha dado el visto bueno al plan estratégico del gigante galo que implica un programa de rotación de activos en el que se incluye la venta del antiguo grupo Agbar. A tal efecto, el proceso de venta ha entrado en una etapa decisiva de la mano del banco de inversión Société Générale, encargado de gestionar la operación a instancias de Engie (antigua Gaz de France), la empresa estatal francesa y principal socio de referencia de Suez.

La valoración de Aguas de Barcelona está supeditada a una serie de contingencias derivadas de otros tantos pleitos que la empresa mantiene en estos momentos y que pueden alterar el precio final en beneficio de los intereses del potencial grupo comprador que encabeza Criteria. El próximo día 30 está previsto que el Tribunal Supremo resuelva el futuro de la empresa Aigües de Barcelona pilotada por Agbar, con un 70% del capital, y en la que también participan Criteria, con el 15% y el Área Metropolitana de Barcelona, con otro 15%.

La decisión del Alto Tribunal, y la consiguiente sentencia que puede invalidar la creación de Aigües de Barcelona, podría constituir el punto de partida para la remunicipalización del servicio en cerca de 25 localidades del área metropolitana, lo que implicaría un importante descuento sobre la valoración de Agbar. La compañía también está pendiente de otro contencioso de análoga naturaleza en Perú, donde gestiona desde el año 2010 el servicio integral de las actividades comerciales de Sedapal, la empresa pública de agua y saneamiento de Lima.

Suez ha aceptado el planteamiento de su socio minoritario Amber Capital para vender Agbar. El fondo activista que dirige Joseph Oughourlian, más conocido por su participación del 29,8% en el Grupo Prisa, se ha convertido en el 'ariete' de Criteria para que la entidad que preside Isidro Fainé puede recuperar el control de Agbar. En el entorno del grupo empresarial de La Caixa la versión oficial señala que la operación está todavía en una fase embrionaria, a la espera de que Suez defina claramente el perímetro de los activos que quiere poner en venta.

Esta es precisamente la tarea encomendada a Société Générale dados los amplios tentáculos del Grupo Agbar que se extienden desde España a Estados Unidos, pasando por Reino Unido, Turquía, Chile, México, Cuba, Colombia, Perú, Brasil y Argelia. El verdadero interés de Criteria está orientado exclusivamente a la compra del negocio en nuestro país, lo que también facilitaría el ajuste del precio dentro de los planteamientos de inversión que maneja Ángel Simón, actual vicepresidente de Suez y primer ejecutivo de Agbar desde hace casi diez años.

Un precio demasiado elevado para Criteria

El papel de Simón es clave para entender la operación y no se descarta que en la misma puedan entrar fondos de inversión internacionales que, en su caso, garantizarían la continuidad del actual equipo gestor de la empresa. La articulación de una oferta ganadora que satisfaga los intereses económicos de Suez es discutida también estos días en el seno de Criteria. Fainé no parece muy por la labor de echar el resto con un 'deal' que los franceses han fijado en torno a los 3.000 millones de euros y ahí es donde puede producirse el principal punto de fricción con el actual 'management' de la compañía.

La adquisición de Agbar es un objeto de deseo compartido por Fainé y Simón, pero lo que ahora falta por saber es quién de los dos es capaz de cubrir la apuesta de Suez una vez que Société Générale descubra definitivamente sus cartas. En juego está la 'repatriación' de una entidad que es un icono en el mundo empresarial de Barcelona y cuyos orígenes se remontan a hace casi 150 años. No conviene olvidar que Aguas de Barcelona ha sido una de las pocas grandes empresas que ha recuperado su sede social en Cataluña después del éxodo provocado por el  referéndum ilegal de independencia. Agbar decidió trasladar su cuartel general a Madrid siete días después del 1-O de 2017,  pero el 'exilio' duró un año escaso y en septiembre de 2018 volvió a Barcelona. El plan ahora es recuperar también la mayoría del capital y, por tanto, el control de todas las decisiones corporativas.

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