El mayor ajuste de la historia de la banca en España

CaixaBank propone un ERE de 8.291 empleados y el cierre de 1.534 oficinas

La entidad financiera que capitanean Goirigolzarri y Gortázar llevará a cabo el recorte en una sola fase y propone indemnizaciones de hasta 25 días por año o 'prejubilaciones' con el 50% del salario.

Torre Caixabank
Torre Kio de Madrid, antigua sede central de Bankia, con el logo de Caixabank.
Europa Press

8.291 empleados y 1.534 oficinas. Estas son las cifras del ajuste que la dirección de la nueva CaixaBank ha puesto sobre la mesa de los sindicatos este mismo martes en la segunda reunión desde que comenzase a negociarse la modificación de plantilla tras la fusión con Bankia. La entidad financiera ha justificado el recorte por la caída de ingresos, el margen de intereses y el margen bruto, al mismo tiempo que se está produciendo una lenta recuperación del crédito y que se prevé que los tipos de interés bajos se mantengan en el medio plazo, máximas que son comunes en todo el sector. 

Las salidas planteadas, que suponen un recorte del 18% de la plantilla conjunta, se dividen en tres grandes grupos, si bien la mayor parte de ellos será en la red de oficinas. En concreto, esta parte de la entidad fusionada reducirá 5.742 empleos. Por su parte, los servicios centrales y las direcciones territoriales verán menguar 1.861 empleados y los restantes,  688, se producirán en áreas menores. El recorte se producirá en una sola fase, es decir, todos ellos saldrán al mismo tiempo.

El cierre de oficinas, hasta un 27% del total de la red, se basa en aquellas denominadas S1, S2 y de entre 2 y 4 empleados, es decir, de la red rural. Del mismo modo, también se cerrarán centros de empresas y centros de Banca Privada.  En este sentido, desde CaixaBank también han alegado  que las ratios de eficiencia son elevadas, algo que "aleja a los inversores".  Adicionalmente, y como uno de los puntos clave para los ajustes que se están llevando a cabo en todas las entidades, la entidad resultante de la fusión con Bankia también ha apelado al aumento de la digitalización que está transformando el sector.

Durante la reunión en la que se encontraban los representantes de hasta seis sindicatos diferentes, el equipo de CaixaBank ha insistido en que una fusión como la que se ha llevado a cabo con Bankia genera muchas duplicidades e ineficiencias que hay que solucionar con el fin de mantener la calidad que exige la clientela. 

Los datos de las entidades a cierre de 2020, últimos disponibles, arrojan una plantilla total que supera los 46.000 empleados, de los que dos tercios corresponden a CaixaBank y el tercio restante a Bankia. Este esquema haría pensar que las salidas podrían repartirse en unos porcentajes similares, pero nada más lejos de la realidad. La pirámide de edad de los trabajadores de ambos bancos decantará la balanza, según diversas fuentes, hacia el lado de la antigua Caja Madrid, dejando en cifras muy similares las salidas de ambos bandos.

Tanto José Ignacio Goirigolzarri como Gonzalo Gortázar han esquivado hablar de prejubilaciones en las últimas semanas. Tras conocerse los primeros pormenores del ajuste, fuentes de las negociaciones señalan que se busca un ajuste equilibrado que afecte en un 50% a mayores de 50 años y la otra mitad a menores de este límite de edad. En este sentido, CaixaBank se ha comprometido a poner en marcha un plan de recolocación para que aquellos que decidan acogerse al ERE tengan facilidad para encontrar un nuevo empleo.

Condiciones económicas

La primera propuesta de condiciones económicas para aquellos que quiera acogerse al ERE contempla una indemnización de 25 días por año trabajado hasta un máximo de 18 meses. Adicionalmente, CaixaBank propone el pago de una indemnización que varía en función de la edad de los beneficiarios. Para aquellos de entre 55 y 58 años de edad que lleven más de 15 años en el grupo, se propone una compensación del 50% de salario regulador multiplicado hasta un máximo de dos anualidades. 

Para los que superen los 58 años pero tengan menos de 63 se ofrece una 'prejubilación', es decir, un pago fraccionado de un 50% del salario, cantidad de la que se descontaría el desempleo. Si el beneficiario tiene más de 63 años, la compensación planteada en la reunión de este martes sería de 20 días por año y 12 meses. Estas condiciones suponen, según CCOO, "una compensación inferior al ERE de 2019, con la amenaza de la meritocracia" si no se llega al cupo. Este sindicato considera que se trata de "condiciones de derribo" que abocan a abocan a "despidos forzosos con la meritocracia /dedocracia". 

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