Un 'contrato maldito'

Un error en su oferta electoral pone a Indra en el foco en vísperas de la junta

Interior decide retrasar hasta mediados de noviembre los plazos para evitar iniciar el procedimiento de nuevo ante la cercanía de los comicios municipales. La compañía afronta una reunión clave.

La última junta general de Indra, y el escándalo que provocó en bolsa, ha empezado a producir sus primeros efectos colaterales
La última junta general de Indra.
EP

El acuerdo marco para realizar el escrutinio del próximo ciclo electoral se ha convertido en un ‘contrato maldito’. Primero con la cancelación por errores del Ministerio del Interior. Y ahora a causa de un retraso por un problema en la única candidatura presentada, la de la compañía semipública Indra. El error técnico cometido por la empresa dirigida por Ignacio Mataix ha llevado a un nuevo retraso hasta mediados del mes de noviembre los plazos del proceso, para evitar iniciar el procedimiento de nuevo ante la cercanía de los comicios municipales de mayo de 2023. Esto se produce en vísperas de una junta general de accionistas clave que servirá para reconstruir el maltrecho consejo de administración del grupo español.

Este contrato para el acuerdo marco -que elegirá al proveedor o proveedores que llevarán a cabo los trabajos para la obtención y difusión del escrutinio- arranca su ‘maldición’ el pasado mes de septiembre. El Ministerio del Interior se ve obligado a anular la licitación del escrutinio tres meses después de lanzarla, como avanzó La Información. El Ejecutivo admitía un “error” en la publicación a un mes de concluir el periodo de aceptación de ofertas y una semana después de que el Consejo de Ministros autorizara el gasto. Dado que los plazos estaban muy ajustados, tan sólo unos días después se reactivaba. Pero no iba a resultar tan sencillo.

Indra presentó sus credenciales y fue la única en hacerlo, después de que la tecnológica catalana Scytl se quedara fuera por el incumplimiento del anterior acuerdo marco. El pasado 11 de octubre, la Mesa de Contratación del Ministerio se reunió para abrir la documentación administrativa presentada por la compañía. En ese encuentro se constata un error técnico de Indra, por el cual no se puede consultar su candidatura. Ante esta circunstancia, se decide declarar desierto el concurso público. Pero existe cierta prisa para cerrarlo definitivamente.

'Reinado' de Indra

El órgano de contratación solicitó criterio a la Abogacía del Estado, que abogó por una solución intermedia ante el riesgo de “un retraso en su tramitación que podría afectar a las elecciones que deben celebrarse en 2023”. Así se aprobó una resolución para modificar el anuncio y establecer un nuevo plazo de presentación de ofertas. Este periodo se alarga hasta el próximo 8 de noviembre, según queda reflejado en el documento. Esta nueva fecha ajusta aún más los tiempos, pues apenas quedan siete meses para la celebración de los comicios.

Este contrato para el acuerdo marco certifica el ‘reinado’ de facto que Indra ha recuperado en el sector de elecciones y votaciones privadas tras la caída en desgracia de Scytl frente a Interior y la falta de un recambio internacional. En otros procesos licitadores en comunidades autónomas se han presentado compañías más pequeñas y con mucho menos músculo de la empresa semipública como la vasca Ibermática u Odec Centro de Cálculo y Aplicaciones Informáticas.

El 'jefe' de los independientes de Indra, Ignacio Martín, dimitió anoche después de liderar el proceso de nombramiento de los nuevos consejeros

Este contratiempo en el proceso de licitación de cara al nuevo ciclo electoral se produce justo a las puertas de la nueva junta general extraordinaria que tendrá lugar en la mañana de este viernes. Se trata de una asamblea clave para consumar la reconstrucción del consejo de administración de la empresa presidida por Marc Murtra tras la oleada de ceses, no renovaciones y dimisiones de la práctica totalidad de los consejeros independientes en la reunión que tuvo lugar en junio.

La junta, un 'paseo'

En comparación con aquella junta de junio, la que se celebra ahora será, salvo sorpresa, un cierto ‘paseo’ triunfal para la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Después de pactar la lista de seis nuevos consejeros independientes, con un marcado acento tecnológico (y no tanto del área de defensa), se trata de reconstruir. El hasta ahora ‘jefe’ de los independientes, Ignacio Martín, que ha liderado la configuración de esta lista de nuevos vocales, anunció ayer su dimisión con efectos a partir de este viernes. 

Debido a que Amber Capital ha ralentizado su plan de compras de acciones -había pedido permiso al Consejo de Ministros para llegar incluso el 9,9%-, el respaldo de Norges, el fondo soberano noruego, a todos los nombramientos es un espaldarazo significativo. Si finalmente hay un quórum habitual para la compañía, el ‘núcleo duro’ accionarial -Sepi, Amber y Sapa- sacará adelante todos los asuntos, incluida la designación del tercer dominical de la entidad pública, rechazado por los tres asesores de voto internacionales (proxy advisors).

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