El camino de la transición energética

España se pone a la cabeza de la UE en planes vinculados al hidrógeno verde

Hydrogen Council y McKinsey estiman que en el mundo hay 228 proyectos a gran escala; Iberdrola, Endesa y Enagás han anunciado más de un centenar.

Combustible de hidrógeno
El hidrógeno verde se ha convertido en una de las claves de la descarbonización.
Zero Emission Resource Organisation

España, punta de lanza de la vanguardia. Europa quiere ser pionera en el mundo en el desarrollo del  "hidrógeno verde" y las empresas españolas se han puesto a la cabeza de la UE. Al menos sobre el papelHydrogen Council y McKinsey estiman que en el mundo hay 30 países con hojas de ruta de hidrógeno y 228 proyectos a gran escala anunciados en toda la cadena de valor. Los maduros, con decisión firme de inversión hasta 2030, suman 80.000 millones de dólares (65.000 millones de euros). Los anuncios de las empresas españolas van por delante. Sólo Iberdrola (53 proyectos relacionados con el hidrógeno), Endesa (23) y Enagás (30) ya suponen la mitad de las previsiones.

Todavía no hay cuentas cerradas. La Asociación Española del Hidrógeno, el IDAE, el Ministerio de Transición Ecológica y las fuentes consultadas en las empresas explican que el proceso de flitrado de los planes que aspiran a fondos comunitarios de reconstrucción -Next Generation- no está cerrado. Los ministerios con competencias en el reparto lanzaron desde finales de 2020 manifestaciones "call of interest" para que las empresas aspirantes presentaran sus planes. En el caso del gas renovable se trababa de “Proyectos tractores para una transición energética justa e inclusiva: Hidrógeno Renovable”. 

El proceso en marcha no compromete a las empresas. De ahí que en alguno de los grandes grupos energéticos se analice con cierta ironía que España sume más proyectos relacionados con el gas renovable y su transporte que el conjunto de sus vecinos. Las compañías esperan que el primer filtro de proyectos esté listo en un par de meses. Ninguna quiere quedar fuera del reparto. La carrera está lanzada. De los 140.000 millones de fondos UE que le corresponden a España, 80.000 millones estarán disponibles para ser ejecutados en diciembre de 2022, si no antes.  El tiempo corre.

Controlar la carrera

La idea base del Gobierno para controlar la carrera es que España tiene la capacidad de crear un proyecto país alrededor del hidrógeno renovable, que impulse la industria nacional, el conocimiento tecnológico y la creación de empleo. Así lo recoge la Hoja de Ruta del Hidrógeno que aprobó en octubre y que contempla objetivos de implantación del hidrógeno renovable a 2030, con cuatro GW de potencia instalada de electrolizadores. El documento incorpora un hito intermedio para 2024: contar con una potencia instalada de entre 300 y 600 MW.

Al hidrógeno renovable le quedan aún diez años por delante de desarrollo. La propia Hoja de Ruta  lo reconoce. Pero nadie quiere quedarse fuera de lo que parece el futuro. El tipo de hidrógeno más favorable para la descarbonización es el producido con energías renovables y España tiene un gran potencial como país productor por los excedentes que se esperan para las energías limpias. La Hoja de Ruta aspira a colocar al país en el pelotón de cabeza del futuro negocio, del que forman parte Noruega, Marruecos -con alto potencial de generación fotovoltaica-,Estados Unidos y Australia.

Los análisis de la Agencia Internacional de la Energía animan la competición. La agencia considera que su desarrollo es "una oportunidad única". Según sus estimaciones, la capacidad global de producción a partir del agua aumentará desde los 0,2 GW actuales hasta 3.300 GW en el 2070. El doble de la electricidad que hoy genera China. Una especie de milagro útil como transmisor de energía, como medio de almacenamiento, como intermediario para combustibles electrónicos y productos químicos, e incluso para abastecer de energía a las ciudades inteligentes. 

Reconversión empresarial

Las empresas empujan porque consideran la apuesta de España y de la UE por el hidrógeno una buena forma de recibir respaldo a sus planes de reconversión con fondos comunitarios. Y el Gobierno abre la mano porque cree que su estrategia para desplegar renovables hasta 2050 hará rentable la producción del gas limpio en un plazo razonable. El Bank of America, en un reciente informe destacaba que en los últimos cinco años, el coste de las renovables y de los electrolizadores se ha reducido a la mitad y se espera que caiga de nuevo entre el 60% y 90% antes de que termine la década. Es la espoleta del negocio.

La aceleración de los proyectos es general. Los miembros del Hydrogen Council -empresas punteras de todos los sectores-  planean multiplicar por seis sus inversiones totales en hidrógeno hasta 2025 y multiplicar por 16 hasta 2030. En concreto, consideran dirigir la mayor parte de la inversión hacia gastos de capital (capex), seguidos de gastos en fusiones y adquisiciones y actividades de investigación y desarrollo (I+D).

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