Italia asesta el último gran golpe a uno de los gigantes tecnológicos en el Viejo Continente. La autoridad de la competencia del país acaba de anunciar la imposición de una sanción récord de más de 1.000 millones de euros a Amazon por abuso de posición dominante en el sector de la logística. Esta decisión llega después de que las principales potencias europeas les hayan reclamado miles de millones en múltiples expedientes en los dos últimos años. España se sitúa a la cola de todos ellos. No se ha puesto sobre la mesa aún ninguna de estas medidas más duras y sólo se ha iniciado una investigación a fondo que aún no ha concluido.
Sólo desde principios de 2020 se han sucedido los movimientos en los principales países. En Francia, la autoridad de la Competencia (ADLC) reclamó una multa récord de 1.100 millones a Apple por su red de distribución y venta física y otra de 500 millones a Google por no haber negociado “de buena fe” la remuneración de vida a los editores y agencias de prensa. En Reino Unido se han abierto varias investigaciones y se ha sancionado a Facebook con casi 60 millones por considerar que violó la orden que le impedía integrar la plataforma de publicación de ‘gifs’ Giphy hasta que terminara una investigación que estaba en marcha.
Italia se lleva la palma. En esta recta final del año 2021, la autoridad de la competencia del país ha estado especialmente activa. Hace varias semanas se conoció una multa de 200 millones a Amazon y Apple por un acuerdo similar al que investiga en España la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este mismo jueves se hizo pública la de 1.130 millones al gigante del comercio electrónico, al entender que sus prácticas comerciales aprovechaban su posición dominante para beneficiar a su propio servicio de logística, golpeando al resto de rivales de este sector. Alemania no ha impuesto sanciones, pero ha llevado a cabo varias investigaciones que siguen abiertas. Además, el Tribunal Federal, máximo órgano jurisdiccional del país, le dio a mediados de 2020 un duro golpe a Facebook al determinar que Facebook había abusado de su posición de dominio en las redes sociales para recoger datos sobre sus usuarios.
En España, los últimos años se han saldado sin apenas 'encontronazos' con estas poderosas compañías. Durante los primeros años de la década pasada, las denuncias fueron muy tibias y pequeñas, lo que llevó a desestimaciones por parte de la Comisión. Se abrieron varios expedientes menores, pero sin que llegaran a nada. Además, el organismo regulador tampoco ha optado por abrir de oficio de manera habitual ninguna investigación, algo para lo que sí que tendría potestad. En esta relación particular tampoco ha habido reuniones al más alto nivel. De hecho, éstas últimas se han ido intensificando en los dos últimos años y, más concretamente, tras la llegada de Cani Fernández a la presidencia.
Sólo ha habido una investigación importante y se anunció hace varios meses. Un acuerdo comercial similar al que dio lugar a uno de esos expedientes millonarios de Italia fue el precedente. Esto llevó al organismo a abrir el pasado verano frente a Apple y Amazon por posibles prácticas anticompetitivas. Podrían haber acordado restricciones en la web del gigante del comercio electrónico. Se enfrentan a sanciones que van desde el 1% al 10% de las ventas anuales. Aún queda cerca de un año para conocer la resolución formal del caso, del que se ha mantenido un 'velo' informativo, aportando sólo un mero comunicado de prensa sin hacer públicos los diferentes informes.
Una medida que se había anticipado como un potencial golpe era el estudio a fondo que el 'vigilante' de la competencia español iba a hacer sobre el sector de la publicidad digital, donde Google y Facebook ejercen un duopolio, al que se está sumando Amazon. Finalmente se trató de una semblanza en la que se reflejó esa reducida agresividad del organismo contra estas compañías. Y en la que plasmaron algo que también repitieron en un expediente menor que se trató en el primer semestre de este año contra Google: admiten el dominio claro en el mercado, pero entienden que no habría abuso.
¿Sanciones útiles?
Otras entidades de competencia nacionales en Europa, con el caso de Italia como uno de los más paradigmáticos por su actividad, han movido ficha. Desde la CNMC siempre se ha mirado a la UE, entendiendo que las sanciones y este tipo de 'castigos' debían venir desde organismos superiores. Aún así, el organismo presidido por Fernández hizo pública hace unos meses su posición respecto la Ley de Servicios Digitales y la llamada 'New Competition Tool'. Reclamaba que las autoridades locales pudieran ser capaces de aplicar el instrumento que se diseñaba. "Debemos defender que estas competencias residan en la CNMC como autoridad independiente", apunta.
Como telón de fondo está el enorme poder que están concentrando estas compañías y la dificultad que tienen los reguladores para tratar de atarlos en corto. La estrategia seguida por la Comisión Europea, con la vicepresidenta ejecutiva, Margrethe Vestager, con una mayor dureza no ha frenado su avance. Las dificultades se han incrementado, con una mayor vigilancia en todos los grandes países, pero siguen ganando terreno mientras pleitean hasta el final para frenar las multas. Precisamente con esas dos nuevas normativas se busca entrar en los modelos de negocio e ir más allá de las grandes sanciones.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios