En abril del pasado año se hizo pública la condición insostenible de algunos de los cazabombarderos F-18 del Ejército del Aire español (C-15 en la denominación interna). En concreto, los cazas de la base aérea de Gando se acercan al 'in extremis' de su vida operativa, lo que significa que están volando en 'on condition', a la espera de una modernización o un reemplazo. Para ser más concretos, la veintena de aparatos integrados en el Ala 16 que operan desde la citada base de Gran Canaria están en condiciones cercana a la obsolescencia, aunque se marca el período 2020-2022 como fecha límite para que sigan levantando el vuelo.
Aprovechando las fiestas de Navidad, el departamento que dirige Margarita Robles ha decidido poner algo de árnica a la crítica situación, y así lo refleja un contrato difundido por el departamento de compras del Pentágono estadounidense, dentro del programa destinado a 'Foreign Military Sales', en el que España será beneficiaria de un contrato de soporte integrado de cuatro años más un año de posible prórroga para mantener operativos los F/A-18 de las variantes A-D y E-G.
El gigante aeronáutico Boeing, en sus instalaciones de San Luis (Missouri) se hará cargo de la tarea de modernización de las aeronaves por un precio fijado algo por encima de los 307 millones de dólares, aunque no solo atañe a España. Australia, Canadá, Finlandia, Suiza, Kuwait y Malasia también entran en el conjunto de países cuyos F-18 necesitan ser actualizados para evitar el riesgo (real) de perder capacidad de supremacía aérea en la defensa de sus territorios.
En cualquier caso, esta inversión es una más de las múltiples que ha acometido el departamento español en la segunda mitad del año y que alcanzaron su máximo exponente el pasado 14 de diciembre, cuando el Consejo de Ministros aprobó inversiones en material militar por valor de más de 8.000 millones de euros. De ellos, y de una manera concreta en cuanto a las necesidades del Ejército del Aire, se dio el visto bueno a un gasto de 906 millones de euros para la actualización y modernización del 'Eurofigther', el avión de combate europeo.
Ya en un nivel mucho menor, a la contratación de los servicios de Boeing para alargar la vida útil de los cazabombarderos F-18 se une el contrato que firmó recientemente el Ejército del Aire español con la empresa Tecnatom para dotarse de un novedoso sistema de inspección robótica para estos aparatos. Según recogía Infodefensa, desde el arma se explicó que durante los últimos años el progreso de envejecimiento de los F-18 ha hecho cada vez más oneroso y difícil el proceso de inspección y puesta al día de la flota.
Finalmente, no se debe olvidar que el 17 de octubre de 2017 el teniente Fernando Pérez Serrano, de 26 años, murió al estrellarse tras sufrir problemas mecánicos cuando se hallaba a los mandos de su F-18, poco después de despegar desde Torrejón de Ardoz. Las primeras conclusiones del dramático suceso que costó la vida a un profesional con más de 700 horas de vuelo apuntaron a una pérdida de potencia en uno de los motores del aparato.
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