Las grandes compañías, a tiro

¿Empresas españolas? Los inversores extranjeros toman el mando del Ibex

La entrada de IFM en Naturgy o la de Vivendi en Prisa son los últimos ejemplos en medio del proceso de consolidación de los sectores de banca, telecos, energía o comunicación.

La Bolsa española ha mantenido una rentabilidad histórica del 4% por dividendo.
Los fondos y gigantes internacionales hacen boca en el mercado español
EFE

La crisis de la Covid-19 no ha mermado el apetito de los fondos internacionales y los grandes grupos extranjeros por las cotizadas de nuestro país, más aún cuando muchas de éstas siguen capitalizando muy por debajo del valor de sus activos en plena nueva ola del virus. Esa avidez tampoco ha remitido pese al peaje impuesto por el Gobierno el pasado mes de marzo en forma de 'escudo económico' antiopas -la conocida como 'golden share'- que impide la toma de control o la adquisición de un porcentaje superior al 10% de una empresa española sin el consentimiento del Ejecutivo. 

La entrada del fondo de pensiones australiano IFM en Naturgy o la del grupo francés Vivendi en Prisa son los dos últimos ejemplos de cómo el pez grande clava sus dientes en el chico... pandemias al margen. Sin embargo, ni son los primeros ni serán los últimos cuando hay en marcha todo un proceso de consolidación empresarial que tiene en su punto de mira a la banca, las telecos, sector energético o los conglomerados de la comunicación.

Moncloa va a tener hasta seis meses para dar el visto bueno a la opa del fondo IFM sobre el 22,69% del capital de la energética que capitanea Fernando Reynés por 5.060 millones de euros en efectivo. El gigante australiano, uno de los mayores gestores de inversiones en infraestructuras del mundo, es un viejo conocido de nuestro país, puesto que ya se hizo hace dos años con el 100% de la filial de concesiones de OHL (a la que rebautizó como Aleática) por 2,16 millones de euros; y con el 49% de Aqualia, la filial de gestión del agua de FCC, por otros 1.024 millones de euros. 

Ese parapeto que supone el escudo antiopas-y las trabas burocráticas que añade- contrasta con el reclamo a los inversores extranjeros que el Gobierno ha venido haciendo a través de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, con el objetivo de atraer capital hacia nuestro país. De hecho, su gabinete ha intensificado las reuniones con firmas internacionales en las últimas semanas. El mensaje es contundente y se ha lanzado desde todas las instituciones y organismos, como ha evidencia el hecho de que en el marco del último Foro 'Spain Investors Day' el Rey Felipe VI pusiera en valor las fortalezas estructurales del mercado español y de sus 47 millones de consumidores potenciales como destino atractivo para los inversores internacionales y que ofrece un acceso "privilegiado" a otros mercados. 

Ese atractivo gana aún más lustre cuando España va a ser uno de los principales perceptores del fondo de reconstrucción europeo 'Next Generation' (opta a 140.000 de los 750.000 millones con los que estará dotado), y que nuestro país prevé destinar a la transición energética o al proceso de digitalización. Es un detalle que no escapa al visor de los grandes grupos internacionales, en un momento en que la recuperación de la economía mundial pende del proceso de vacunación -más lento de lo inicialmente previsto- y de las nuevas restricciones para hacer frente a la expansión de la enfermedad. 

Los precios de 'saldo' de algunas empresas en bolsa, el acceso que nuestro país da a otros mercados y los fondos europeos son claves en este nuevo 'asalto'

Así, esta misma semana Vivendi ha elevado hasta el 9,9% su participación en el Grupo Prisa desde el 7,6% que el viernes adquirió al banco británico HSBC, que se deshizo a través de una colocación acelerada de todo su capital en la editora del diario El País y de la Cadena Ser. La francesa ha visto en nuestro país el modo de ampliar "su acceso a mercados de lengua española en Europa, América Latina y EEUU y ha movido ficha en su intento de formar un gran imperio de la comunicación de la mano del 'hedge fund' Amber Capital, primer accionista de la española con 29,9% del capital.

Entre las grandes operaciones que ha salido adelante con la economía en sus horas más bajas está la del operador de la bolsa suiza Six Group, que el pasado mes de septiembre se hizo con el 100% de BME, el 'holding' que agrupa a las bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, después de recibir el visto bueno de la CNMV para excluirla de cotización. Era el modo de liquidar de forma correcta la venta forzosa de la participación que aún no controlaba en la española, que ascendía al 4,38%. Six lanzó su oferta sobre BME el 18 de noviembre de 2019 a un precio de 33,40 euros (descontado el dividendo) y no fue hasta marzo cuando contó con el beneplácito del Consejo de Ministros y del regulador para hacerla efectiva. 

Las telecos y las constructoras... también en el radar 

Hace sólo una semana eran KKR, Cinven y Providence los que ponían punto y final a su opa sobre el cuarto operador de comunicaciones español, MásMóvil, con la amortización de algo más de un millón de acciones (equivalentes al 0,68% del capital) en manos aún de minoritarios particulares que no habían vendido ni en el periodo de aceptación ni en el de la orden sostenida de compra lanzada en septiembre. En su caso, la pandemia sí frenó en seco la operación en un primer momento, puesto que la estadounidense KKR y la británica Cinven ya presentaron una oferta no vinculante en marzo. Las conversaciones se suspendieron al estallar la alerta sanitaria, para desembocar al final en la presentación de una oferta formal de 2.963 millones ya en junio (a 22,50 euros por acción).

Energéticas, telecos, grupos de comunicación... pero también las constructoras han sido objeto de deseo del capital extranjero. La entrada de los empresarios mexicanos Luis Fernando y Julio Mauricio Martín Amodio en el consejo de administración de OHL es otra evidencia de ello. Los magnates, que son los principales accionistas de la firma madrileña tras adquirir un 16% del capital al Grupo Villar Mir, histórico de la compañía, renunciaron a finales del año pasado a adquirir una participación adicional del 9% de su capital, una posibilidad que habían pactado con su fundador. 

Y si bien no es una operación corporativa como tal, sí supone la irrupción de grandes fondos extranjeros en el capital de la séptima empresa del Ibex 35 por valor en bolsa. En agosto, Cellnex Telecom cerró su mayor ampliación de capital hasta la fecha, por 4.000 millones de euros, con una demanda que superó en 46 veces la oferta. Era la tercera operación de este tipo llevada a cabo por la operadora de torres de telecomunicaciones en poco más de un año que han permitido a la firma recabar 7.700 millones de euros para financiar su expansión entre inversores como los fondos soberanos de Singapur, Abu Dhabi o Noruega, además de fondos de pensiones como el canadiense CPPIB o gestoras como Blackrock o Wellington

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