¿El fin de la especulación? Solo el 12% de los pisos fueron comprados por empresas

  • El Colegio de Registradores insiste en que "no estamos ante ningún tipo de burbuja inmobiliaria" pese al alza de precios de adquisición y alquiler.
Vivienda IRPH
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EFE

La especulación inmobiliaria fue el término más odiado en nuestro país durante años. Más de una década después del estallido de la crisis del ladrillo, estas palabras parecen desvanecerse cada vez más dentro del imaginario colectivo o, al menos, así es para los expertos del sector inmobiliario. Por el contrario, miembros de partidos políticos de todos los colores han utilizado este esta expresión para justificar sus medidas para con el mercado de la vivienda. Pero, ¿quién tiene razón?

Desde siempre en nuestro país, la especulación se ha asociado a la compra de vivienda por parte de empresas. Es precisamente este indicador el primero que da la razón a los expertos. Según la Estadística Registral Inmobiliaria del Colegio de Registradores, solo el 12,18% de las compraventas de viviendas registradas durante todo el 2018 se hicieron a través de empresas. 

Por tanto, el 87,82% restante corresponden con la compra por parte de particulares -es decir, para un uso residencial propio-, lo que para Fernando Acedo-Rico, director de relaciones institucionales del Colegio de Registradores, muestra que el mercado está en un momento "sano". Por provincias, la mayor parte se encuentran en un estado muy similar al de la media, pero destacan dos de ellas. 

En primer lugar, el País Vasco es el que refleja un porcentaje más bajo de compras de vivienda por parte de personas jurídicas, con solo un 4,48% del total. Según los expertos del sector inmobiliario, este hecho se debe a la amplia estabilidad de este mercado en esta región, lo que hace que el hecho de comprar y vender vivienda como negocio resulte "poco rentable". 

Por el contrario, la provincia en la que más compras han llevado a cabo las empresas durante el 2018 es Canarias. El inmobiliario de las islas es más que atractivo para los inversores, no solo por la importancia del turismo y la posibilidad de explotarlo en este sentido, también por la falta de oferta y sus consecuentes vaivenes del mercado. En definitiva, un caldo de cultivo para el uso de este bien como negocio.

Compraventas
 

Llevando los datos a la línea histórica, se puede ver cómo los porcentajes se reducen hasta mínimos con los precios más altos y aumentan en los momentos en que el coste de la vivienda tocó suelo. De esta forma, en 2008 -con los precios en máximos justo antes de que estallase la crisis-, la compra de vivienda por parte de personas jurídicas se quedó en apenas un 5,11%. Es decir, las firmas no estaban interesadas en comprar pisos y casas con el fin de buscar una rentabilidad, porque como señalan desde el sector, "no la había".

En cambio, 2013 -año en que los precios estaban en la mayor parte de las provincias a ras de suelo- el porcentaje de empresas que compraban vivienda se disparó hasta el 21,93%, "ya era interesante comprar para obtener rentabilidad", señalan. Desde entonces, y con la paulatina recuperación del mercado y de los precios, la cifra se ha ido moderando hasta el actual 12,18%. 

"Dentro de la estabilidad, existe una ligera tendencia ascendente en el peso de las personas físicas", señalan los registradores. "La vuelta a la normalidad del mercado inmobiliario supone que progresivamente las personas físicas recuperen una presencia más activa en la compra de un bien inmueble como la vivienda, con fines fundamentalmente residenciales", confirman. 

¿Está la especulación cerca?

Pero, ¿existe la sombra de la especulación inmobiliaria en un futuro cercano? Según apuntan desde el Colegio de Registradores, pese a que "el atractivo de la rentabilidad procedente del alquiler de vivienda podría dar lugar a un incentivo al incremento del peso de personas jurídicas", no creen que vaya a ser así. "Las rigideces legislativas y la poca claridad en las reglas de juego de este sector, está dando lugar a que todavía no exista una presencia especialmente activa de empresas en el alquiler de vivienda, a diferencia de otros países de nuestro entorno económico", confirman. 

En líneas generales, desde esta institución señalan que pese al aumento del número de transacciones que se ha producido en el último año, "en ningún caso estamos en ningún tipo de burbuja inmobiliaria", confirma Acedo-Rico. "Estamos en un momento sano", reitera, y para ello señala que "no hay nada mejor que mirar los datos del sector". 

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