Organizaba la mayor feria del sector

Fin de una era: la familia de Esperanza Aguirre liquida su empresa de golf

  • La compañía, que logró sus mejores resultados durante el mandato de la expolítica en Madrid, decayó en 2011 tras la muerte  de su presidente.
Esperanza Aguirre participará en el Circuito Lady Golf Solidario
Esperanza Aguirre participará en el Circuito Lady Golf Solidario

Los hermanos de la expresidenta del Senado y de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre Gil Biedma, Rocío y Santiago, cierran su empresa de golf. Madrid Golf S.L, cuya sede estaba ubicada en la madrileña calle general Lacy, pone fin así a una andadura empresarial que se fraguó en el año que la expolítica lideró la Comunidad de la capital de España. Dedicada a organizar eventos deportivos y una prestigiosa feria anual, la sociedad llegó a facturar más de un millón de euros en 2007 y 2008.

Estos últimos ejercicios su cifra de negocio rondaba los 10.000 euros y los balances en negativo se sucedían, a pesar de una ampliación de capital de 405.018 euros realizada el pasado verano. Lo cierto es que desde la muerte de su presidente Fernado Moreno Borbón, primo de Felipe VI, en un accidente de moto en 2011 (los hermanos Aguirre eran los accionistas mayoritarios), la compañía sufrió un descenso considerable en su cifra de negocio.

La Real Federación Española de Golf concede la Medalla de Oro al Mérito en Golf a Esperanza Aguirre
La Real Federación Española de Golf concede la Medalla de Oro al Mérito en Golf a Esperanza Aguirre en 2010 / EFE

En noviembre de 2010, la Consejería de Medio Ambiente anunció durante la celebración de la feria Madrid Golf 2010 (que organizaba la empresa que ahora se extingue) el proyecto Biogolf. Se trataba de una iniciativa promovida por la Comunidad de Madrid mediante la Fundación pública para la Investigación y el Desarrollo Ambiental (FIDA) que pretendía "mejorar la biodiversidad en los campos de golf". La Herrería, Lomas-Bosque, Centro Nacional de Golf, El Encín y Aranjuez eran los cinco campos que forman parte, inicialmente, de un proyecto que hoy por hoy está marchito.

Los vínculos de la familia con el golf

Esperanza Aguirre potenció durante su mandato autonómico este deporte, por el que siente una pasión que comparte con su familia. Su esposo, Fernando Ramírez de Haro y Valdés, fue segundo vicepresidente de la Real Federación Española de Golf (RFEG), que puso en marcha un campo de golf en Tres Cantos, en Valdeloshielos. Su tío materno, José Gil de Biedma, es consejero en la empresa Club Golf Moraleja SA, propietaria y promotora de los campos de golf de Soto de Mozonaque, en Algete. Además, su primo hermano, César Gil de Biedma y Zulueta, fue consejero y vicepresidente de la empresa Club Golf Moraleja SA hasta 2010.

El pasado verano, el juez del caso Lezo, Manuel García Castellón, rechazó la petición del PSOE de citar a declarar como investigada a la expresidenta de Madrid y a otros cuatro miembros del consejo de Gobierno que votaron a favor de la construcción de un campo de golf en las instalaciones del Canal de Isabel II en enero de 2007. Esta no fue, sin embargo, la única vez en que el vínculo de Aguirre con el golf generó polémica.

En julio de 2007 se modificó la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid para permitir la construcción de un complejo de golf en el municipio de Alcalá de Henares, en la finca pública de investigación agroambiental El Encín, que contaba con informes negativos. En febrero de 2009, el Consejo de Gobierno aprobó el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Regional del Sureste, que permitía la construcción de campos de golf en su interior, algo que se prohibía en versiones anteriores, favoreciendo así el proyecto promovido por la Federación de Golf de Madrid, en Getafe. 

Algo similar sucedió en febrero de 2010, cuando se aprobó el Plan de Gestión de la Zona Red Natura 2000 Encinares de los ríos Cofio y Alberche, en el que se autoriza la construcción de campos de golf hasta en un 60 % del ámbito. En base a este documento se tramita un campo en Aldea del Fresno que ya fue desestimado con declaración de impacto negativa en 1998, según denunció en su día la ONG Ecologistas en Acción.

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