En solo tres años

El Estado gasta un 147% más en billetes de residentes en Canarias: 765 millones

Avión Air Europa
Avión Air Europa
EFE

El plan de bonificaciones del Estado para los billetes de avión a los residentes en Canarias, Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla tiene un coste para las arcas públicas de 765 millones de euros. Una cifra que supone un incremento del 147% respecto al gasto que conllevaba en 2016 (309 millones), justo antes de que se aprobase el incremento de las subvenciones del 50% al 75%. Ahora, la demanda se ha disparado hasta tal punto que ha terminado por aumentar los precios de manera generalizada, tal y como concluye un estudio presentado este miércoles por la CNMC.

Desde finales de 2018, el organismo lleva analizando los datos de los vuelos desde las islas, a petición del entonces ministerio de Fomento -hoy de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana- y del gobierno regional de las Islas Baleares. El objetivo ha sido determinar si ese aumento de las bonificaciones hasta el 75% (en 2017 para los vuelos interinsulares y en 2018 a la península) ha supuesto algún perjuicio para el consumidor o para el Estado. Tras casi año y medio de investigación, la respuesta es clara: para los dos.

Tal y como explica Joaquín López Vallés, director del Departamento de Promoción de la Competencia, las bonificaciones al transporte aéreo para los residentes en Canarias, vigentes desde finales de los 90, "pueden tener un afecto indeseado: si bien abaratan los vuelos (en este caso, el importe que paga el pasajero residente), supone otro problema [...]. Si es más barato, más gente quiere volar, pero la oferta de vuelos no cambia. Hay un 'shock' en la demanda y terminan aumentando los precios".

A partir de esa hipótesis, repetida en varias ocasiones por la CNMC durante los últimos años, desde 2018 se empezó a advertir que podía existir este cambio de precios en los billetes. Y, tal y como concluye ahora el organismo, el "fuerte incremento de la demanda de residentes" ha derivado en un incremento de generalizado, pero especialmente acusado cuando se viaja desde las islas a la península.

En concreto, viajar desde Canarias a la península es un 9% más caro ahora que antes de la implementación del billete bonificado al 75%. En Baleares, el precio del billete ha subido un 22%. Sin embargo, no afecta a todos por igual, ya que los residentes, en términos netos, pagan menos ahora que en 2016 (cuando la subvención era del 50%). Por lo que se concluye que ese incremento lo soportan mayoritariamente los viajeros no residentes en las islas.

Y eso que la CNMC ha detectado un cambio en su hábito de consumo: para no pagar más, los no residentes han pasado de comprar los billetes con 7 días de antelación a hacerlo con 11 días. Además, en este tiempo se han disparado las modalidades de viaje low-cost. "Sigue viajando la misma cantidad de gente, pero más barato", explica Vallés.

Es importante destacar que el estudio se ha realizado con datos anteriores a la declaración del estado de alarma del 14 de marzo de 2020, en respuesta a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Por este motivo, "se refiere a la situación previa del mercado y la regulación que existía hasta dicho momento", tal y como señala la CNMC.

Recomendaciones de la CNMC

Sea como fuere, la CNMC insta a repensar el modelo de financiación para promover la movilidad con los territorios extrapeninsulares. Por eso, sugiere en primer lugar "valorar medidas para aumentar la sensibilidad al precio de los pasajeros residentes (como indicar el precio total del billete junto al precio bonificado, liquidar la ayuda a posterioi, establecer topes a la cantidad bonificable o limitar los conceptos bonificables de los billetes)".

Además, conmina a "adoptar una visión de conjunto respecto a todas las ayudas para compensar la insularidad, dado que la bonificación a residentes coexiste con otras medidas, y realizar una continua revisión desde el punto de vista de los principios de regulación económica eficiente para garantizar su eficacia".

Por último, considera conveniente "valorar otros posibles mecanismos de ayuda para compensar la insularidad. Por ejemplo, un régimen de exenciones fiscales a residentes desligadas de la realización de desplazamientos".

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