Euskaltel continúa la purga: un 10% de salidas en un mes tras externalizar a ZTE

  • La teleco vasca envía a 40 empleados al gigante chino después de ampliar su acuerdo. Se suman a las decenas de despidos ejecutados por Zegona.
José Miguel García CEO Euskaltel
José Miguel García CEO Euskaltel
Euskaltel

Euskaltel vive semanas movidas en lo laboral. La irrupción en la gestión del fondo británico Zegona, que ya es su máximo accionista, ha acarreado decenas de despidos tanto en la cúpula como en las tres principales marcas con las que opera. Ahora completa el círculo al ejecutar la externalización de otros 40 empleados dedicados al mantenimiento y gestión de redes a la china ZTE. La anterior, que tuvo lugar en 2014, fue denunciada por los sindicatos y, finalmente, respaldada por el Tribunal Supremo en una sentencia.

Es un movimiento que han llevado a cabo algunas de las grandes operadoras en España, como la propia Vodafone. Deciden desprenderse de trabajadores de su plantilla, dedicados a los trabajos de mantenimiento de redes, que son llevados a cabo directamente por proveedores como la propia ZTE, Huawei o Ericsson. Normalmente suelen venir acompañados de críticas (y batalla judicial) por parte de los sindicatos.

En 2014, Euskaltel cerró un acuerdo para los diez años siguientes con el proveedor chino. La principal consecuencia: la externalización de 143 empleados, que se incorporaron a la firma asiática. El sindicato vasco ELA decidió acudir a los tribunales, pues entendía que se había incumplido la garantía de empleo. Primero en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que perdió. Después a principios de 2016, en el Tribunal Supremo, que también perdió. Éste último entendió que no se fue en contra del acuerdo firmado con los sindicatos pues se trata de una externalización “a fin de asegurar el futuro de la empresa, derivada de la falta de crecimiento que se venía produciendo durante 3 años”.

Ahora, la empresa completa ese acuerdo con la externalización de otros 39 empleados 'extra' del área de mantenimiento y gestión de redes, según confirma la operadora en su informe de gestión semestral entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Su destino será ZTE y la justificación del movimiento, una ampliación del acuerdo con la multinacional china para la expansión comercial (y de infraestructuras) fuera de las fronteras del País Vasco. Esta salida ha cristalizado en cinco planes piloto y la opción de utilizar la marca Virgin. ¿Cuántos nuevos clientes han captado con esta estrategia? No lo precisa. Sólo habla de que buena parte de las 4.000 altas netas proceden de esta estrategia.

Recelos en la plantilla

La externalización llega en un momento especialmente delicado para la compañía en lo laboral. Desde la llegada del nuevo consejero delegado, José Miguel García, persona de confianza de Zegona, se han anunciado varias decenas de salidas. Primero, se ejecutaron casi una veintena de despidos entre los directivos de la cúpula anterior. Y después, a mediados de este mes, se comunicaron otros 25 entre empleados de base de las tres grandes filiales del grupo: la propia Euskaltel, la asturiana Telcable y la gallega R.

Sólo en el mes de julio, tras el cierre oficial del primer semestre, ha sumado casi 80 salidas del grupo, lo que supone más del 10% de toda la plantilla. El equipo global sumaba 741 empleados en junio del año pasado. Un ejercicio después, son 691. Y con todos estos nuevos recortes se quedarán en el entorno de los 600. Todo ello si no hay más despidos, algo que no ha sido garantizado por la nueva dirección al comité de empresa, controlado por Comisiones Obreras.

¿Cuál es la justificación? El nuevo consejero delegado enmarcó los despidos en los "cambios organizativos" de la compañía, con el objetivo de hacer la estructura más simple años después de que se completaran las compras de la asturiana Telecable y de la gallega R Cable. Pero el sindicato ELA interpretó el último paquete de salidas como un "grave ataque" de Zegona a la plantilla y lamenta que se deberá "hacer frente a esta sangría laboral" cuyo objetivo es "maximizar el dividendo".

Difícil situación financiera

La situación financiera de la compañía no es especialmente favorable. No sólo por la caída acumulada en los últimos trimestres de sus ingresos -que ha sido corregida entre abril y junio- sino también por el fuerte peso de la deuda de la empresa. Ésta se disparó tras las adquisiciones y hoy se sitúa en 1.526 millones de euros. Sólo han logrado recortarla en 6 millones de euros en seis meses. Es una de las operadoras más endeudadas del sector, pues hoy su pasivo neto representa 4,3 veces el resultado bruto (Ebitda).

Zegona irrumpió definitivamente en la cúpula el pasado mes de junio, después de colocar a su hombre de confianza, el exCEO de Jazztel, José Miguel García. Lo hizo después de convertirse en el máximo accionista después de las desinversiones ejecutadas por Kutxabank, que dio su brazo a torcer en la batalla por el poder de la operadora. Su objetivo: mejorar las cifras de negocio y financieras y acelerar los ingresos ante una posible venta. Los primeros recortes ya han llegado.

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