Pago 'extra' de 8 millones a Zegona

El ex CEO de Euskaltel demanda a la empresa por la liquidación de su bonus

Arteche mantiene "divergencias" con el cumplimiento de los criterios del plan . La compañía suma los primeros 3 millones del nuevo incentivo para la cúpula de su sucesor.

José Miguel García, consejero delegado de Euskaltel.
José Miguel García, consejero delegado de Euskaltel.
L. I.

El antiguo consejero delegado de Euskaltel, Francisco Arteche, y la operadora vasca han iniciado una batalla legal en los tribunales a cuenta del plan de incentivos. El pago de ese bonus se tenía que haber efectuado el pasado ejercicio 2020, pero no fue así. La razón es que existen "divergencias" en cuanto al cumplimiento de los objetivos empresariales que determinan ese cobro. Las diferencias han sido insalvables, a diferencia de las que había en el caso del presidente no ejecutivo, que salió como el exCEO a mediados del año 2019 y que sí firmó la 'paz' a través de un acuerdo transaccional.

El plan de incentivos tenía una duración de tres años y arrancaba en el año 2017. Concluía en 2019. Sin embargo, no dio tiempo a cumplir con todo el periodo, porque Arteche fue despedido y sustituido por José Miguel García, antiguo consejero delegado de Jazztel, tras la 'toma de control' por parte del fondo británico Zegona -que hoy supera el 21% de participación en el grupo-. Se iniciaba una negociación para liquidar ese bonus. Sin embargo, las conversaciones no llegaron a buen puerto, pues el directivo no estaba de acuerdo con el cumplimiento de los criterios que determinan el derecho a percibir el dinero. 

"Esta divergencia está siendo dirimida ante la jurisdicción mercantil", asegura el informe anual de remuneraciones presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en la que no se cifra la cantidad que le correspondía en base al criterio de la operadora. Lo que sí que cobró el pasado año el directivo es tanto la retribución variable anual a la fecha de su salida en junio de 2019 -que no se cuantifica- y 368.000 euros de su indemnización correspondientes al primer año de cumplimiento del pacto de competencia 'post-contractual'.

El que fuera presidente en la etapa de Arteche, Alberto García Erauzkin (que fue consejero delegado hasta 2011), también mantuvo diferencias en los criterios para el cobro del plan de incentivos. Pero, a diferencia de Arteche, firmó un acuerdo con la compañía "debido a la existencia de una serie de discrepancias con el cumplimiento de los criterios". El resultado ha sido el cobro del 50% de la cantidad correspondiente a la liquidación del plan, es decir, casi 410.000 euros. A esto hay que sumar los 88.000 euros que le correspondían por la retribución variable.

El nuevo bonus

Al margen de las divergencias con los antiguos gestores, Euskaltel aprobó el pasado año -unos meses después de la llegada del nuevo CEO- un nuevo plan de incentivos "con el objetivo de alinear a sus directivos clave con sus accionistas". El bonus permite repartir hasta un 4% de la revalorización de los accionistas en los tres años siguientes. Este máximo sólo se podría conseguir por el CEO y el resto de beneficiarios (hasta 40) en caso de que la valoración de la compañía se incrementara en más de 2.000 millones (19 euros por acción). Tras el primer ejercicio completo, marcado precisamente por el coronavirus, se ha llevado a cabo un primer 'cargo' en las cuentas.

Como queda reflejado en el informe anual, en los gastos de personal se ha incluido una partida de 3,2 millones de euros, en base a la valoración estimada del plan actualmente que se lleva a cabo utilizando la fecha de concesión -que fue 2 de junio o 10 de noviembre de 2020-, el tipo de interés anual, la variación estándar del rendimiento del precio de la acción. Hay que tener en cuenta que el año 2020 que los títulos cerraron el ejercicio 2020 a una cotización en 8,6 euros frente a los 6,8 euros a los que cotizaba justo antes del primer reparto de las 'stock options' en junio.

Este incentivo se cobrará a partir de 2023, pues la duración del plan es por el periodo comprendido entre 2020 y 2022. Aunque existe la posibilidad de hacerlo de manera anticipada bajo una premisa: si la compañía vasca cambiara de manos en esta nueva ola de consolidación en el sector de las telecomunicaciones en España. Se considera cambio de control a la adquisición de una participación superior al 30%, habitual en bonus de naturaleza similar. La venta del grupo de telecomunicaciones vasco ha estado sobre la mesa en los últimos años. A principios de 2019 hubo una especulación con la venta a Orange, que a la postre acabó descartando cualquier transacción. Ahora arranca un baile de fusiones en el sector, con el matrimonio de Vodafone y Másmóvil como el más probable.

El máximo accionista de Euskaltel busca incrementar el valor de la acción antes de vender. Los británicos, con dos ex directivos de Virgin a la cabeza, cumplirán ahora seis años con la inversión ejecutada. En 2015 se hizo con la asturiana Telecable por 640 millones de euros y la vendió a Euskaltel en 2017 por 686 millones -más unos pagos futuros-, que se abonaron en buena parte en acciones de la vasca. Hoy sigue 'bajo el agua' pues el intercambio de títulos se hizo a un precio de 9,5 euros y hoy cotiza a 8,2 euros. El lanzamiento de Virgin Telco, el operador móvil virtual (OMV) nacional que alquila la red móvil y fija de Orange, es su intento por incrementar ese valor.

Los sueldos y el pago 'extra' a Zegona

Al margen del plan de incentivos, el consejero delegado actual de la operadora, José Miguel García, ingresó un total de 653.000 euros de salario entre el fijo (481.000) y la retribución variable a corto plazo (165.000), después de haber logrado un nivel de cumplimiento de objetivos del 68,5%. Entre estos últimos se encuentran el número de clientes, el 'churn' -que es la tasa de abandono de los usuarios-, los ingresos totales o el resultado bruto.

Estos son los pagos a los primeros directivos de la empresa. Pero también se ha saldado cuentas con su máximo accionista. Tal y como queda reflejado en las cuentas, en el contrato de adquisición por Euskaltel de Telecable en 2017 se establecieron pagos 'extra' más allá del precio inicial. En ese pacto se incluía una cláusula por la que la teleco debía pagar a Zegona un 35% sobre ciertos créditos fiscales. En 2019 ya desembolsó 981.000 euros por este motivo. Pero se quedaron sin abonar ciertos créditos no reconocidos, sobre los que se realizó una consulta vinculante a la Agencia Tributaria. Aunque sigue sin recibirse respuesta a dicha pregunta, durante 2020, el grupo incorporó los 25 millones de euros como activo por impuesto diferido, por lo que registró un pasivo de 8,6 millones en concepto de pago a los británicos.

El año 2020 fue cerrado por la compañía, cuyos principales accionistas hoy son Zegona (21,3%), Kutxabank (19,8%) y Corporación Financiera Alba (11%), con unos ingresos de 697 millones de euros, es decir, un 1,7% más, gracias a las cifras de su nueva marca 'low cost' Virgin Telco. El beneficio neto creció un 28%, mientras que la deuda se mantuvo más o menos estable con un ratio de 4,2 veces el Ebitda.

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