La burbuja que viene será emprendedora: el 80% de las startup mueren en tres años

  • El número de altas netas de autónomos en la Seguridad Social en 2017 es de solo 14.000 frente a las 65.000 previstas por el Gobierno.
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En la crisis de 2008, la más dura en España de la historia de la democracia se dejaron de comprar 800 millones de euros en pan. Un dato revelador de su impacto. Ahora, el Gobierno, ha encontrado una palabra mágica para mitigar el paro: emprender. Pero si la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera provocaron un 'crash' del que ahora empezamos a salir, otra burbuja está en ciernes: la emprendedora. La idea de que cualquiera puede montar una empresa y triunfar desde su garaje es un sueño que no siempre se cumple y que se come ahorros propios y familiares, sueños y autoestima. "El 80% no supera los tres años de vida. El número de altas netas en 2017 es de solo 14.000 frente a las 65.000 previstas por el Gobierno. Poner de moda que si no logras trabajo debes emprender y dar bonificaciones sin analizar los proyectos que la reciben es un error. La gente acaba en un callejón sin salida porque aplaza la obligaciones pendientes, deja de pagar a proveedores, ha pedido un crédito. ¿Y quién es la primera que le va a perseguir y embargar? La administración si le deben dinero... y no perdona. Y tras los proyectos están familias, amigos, padres y ahorros", destaca Eduardo Abad, secretario general de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos). Lo ve día a día.

Coincide con su opinión Javier García Álvarez, uno de los fundadores del Think Tank sintetia.com y del instituto CIES, autor de 'La burbuja emprendedora' (ediciones Urano): "Quien más tira la toalla son personas que emprendieron por necesidad. Porque no sabían qué hacer, porque acabaron en el paro". Los datos, señala, muestran que aquellos emprendedores que tienen menos experiencia laboral o fundan negocios por necesidad tienen más probabilidad de quebrar antes y de abandonar en el momento que se recuperan sus posibilidades laborales. Si estás en este caso hay que pensar muy bien cómo tomar decisiones y no acabar con deuda, sin ahorros y con problemas por muchos años. Aquí en España, destaca, "queremos solventar los problemas estructurales como falta de productividad, crecimiento empresarial, capacidad de innovación, exportación… con discursos y parches fiscales para que los jóvenes abandonen las colas del paro".

Más peligrosa que la del 2000

Mark Cuban, multimillonario emprendedor lo ha advertido en The Enterpreneur: "Esta burbuja es más peligrosa que la de principios del 2000 por la proliferación de inversores privados", sentencia. Y no solo eso. ¿Por qué todo el mundo busca su unicornio (empresas no cotizadas que se valoran en más de 1.000 millones)? "Porque la única salvación real hoy en día es una desinversión o un gran pago en efectivo. ¿Por qué les llaman ángeles, quizá porque garantizan sueños?", se preguntaba en un post. Snapchat, por ejemplo, salió a bolsa por más de 20.000 millones dejando claro que no sabía cuándo generaría dinero... 

Más datos para ponerse a temblar y no solo en España. En Europa, por cada 10.000 ideas empresariales sólo 1.000 son evaluadas por entidades especializadas en inversión, de esas sólo se invierten en 100 y de esas sólo tienen probabilidad de éxito global unas dos. Alvarez reconoce que le aterra cuando alguien dice: “Quiero ser el Uber de…”, ¿quieres ser el Uber, el que está perdiendo 1.500 millones de dólares en el tercer trimestre de 2017? Estas cosas solo son viables si hay quien pague la fiesta (los inversores) pero eso está al alcance de muy pocos. No uses esa estrategia sin dinero porque perderás seguro", advierte.

Cierto. No todas son historias de éxito o grandes apuestas. Algunas son más terrenales. De emprendedores que solo quieren sobrevivir. Joaquín González vino de Venezuela buscando un sueño. Con su MBA intentó un negocio en e-commerce de diseño de ropa. Sus frenos llegaron por la burocracia. Tenía 29 años. Ahora, con 32, tiene su idea en 'stand by' y trabaja de relaciones públicas de una empresa de alquiler de pisos de lujo. Cristina Romea entró en una profunda depresión en la que quedó sumida tras su primer batacazo emprendedor. "Adapté una habitación de mi vivienda como centro de belleza. Fue en el año 2009, en el inicio de la crisis económica", recuerda ya recuperada. Tuvo cuidado de combinar una inversión pequeña y ayudas estatales que sirvieron para impulsar el negocio en los primeros meses, pero la crisis se incrementó, los clientes empezaron a fallar hasta que tuvo que dejarlo. En 2014 lo intentó de nuevo. Recibió un préstamo ICO. Al año ganaba para pagar gastos y nada más. Cerró antes de endeudarse. José Antonio, con tres hijos, vio cómo la administración acabó persiguiéndole sin pausa tras quebrar su empresa. Sin recursos su día a día es una odisea.

Los consejos de los expertos

20 claves que debe tener claro un emprendedor

1. Sin dinero es muy difícil emprender, aunque en unos negocios más que en otros.
2. Si no lo puedes hacer tú tienes que involucrar a terceros, y eso es caro.
3. Los costes suelen cumplirse siempre, incluso superarse con facilidad, mientras que los ingresos siempre tienen retrasos, es una ley tan poderosa como la de la gravedad.
4. Las ideas son una cosa, la realidad otra.
5. La caja es el oxígeno de una empresa. El éxito de financiación de una empresa no debería medirse por las rondas de financiación que logra, sino por cómo usa su caja.
6. Nunca distorsiones la información contable y te hagas trampas al solitario con las ampliaciones de capital.
7. Si no tienes caja y solo quieres que alguien te compra, no emprendes, juegas a la lotería.
8. Si lo que tienes entre manos no genera dinero no tienes una empresa, sino un hobby caro. No busques financiación de los inversores, busca hacer dinero.
9. Si no te gusta elegir entre horrible y catastrófico no seas CEO.
10. Si lo único que tienes es futuro, no tienes nada.
11. Si solo te financias con capital es que estás en quiebra técnica permanente. No sobrevivirás.
12. Si no tienes flexibilidad para cambiar el producto final, lo tienes complicado.
13. Haz un pacto de socios claro y siempre comunica cada decisión.
14. No inviertas con el corazón ni en personas sino en proyectos.
15. No defiendas tu idea como si fuera un hijo, acepta las críticas.
16. Hay que bajarse de un proyecto cuando cumplas las tres a: Estás agotado, no alineado, o no aportas.
17. Debes ser un experto en tu negocio.
18. Invierte en el diseño del producto y testéalo. Sal a la calle. Visita a potenciales aliados.
19. Investiga si hay necesidad de tu proyecto y desconfía si no hay nada igual en el mercado. Al menos se consciente de por qué.
20. El éxito no llega por cocinar más sino por mejorar las recetas.

Invertir con el corazón, un error

La economía se ha vuelto compleja y encontrar el nicho es cada vez más fácil. Un dato: 405.435.416 son los productos que se podían comprar en Amazon en las Navidades de 2016. Google cuenta con 2,2 millones de aplicaciones. Donde más se emprende en España es en hostelería y comercio. Y estos son sus rivales. En el siglo XV los pudientes podían elegir entre... 100 productos en el mercado. Javier García y Enrique González explican en 'La burbuja emprendedora' (Editorial Empresa Activa) lo que es la vida en el Valle de la muerte, ahí donde se quedan el 86% de las start up que nacen en España, según el Mapa del Emprendimiento 2017 realizado por Spain Startup-South Summit.

En él se señala que la persistencia ayuda. En el primer intento, el 33% de estas caen, en el cuarto, solo el 20%... si lo intenta la misma persona. El problema es el erial que dejan en el camino. "Hasta que uno no tiene un cliente no tiene una empresa", destacan los expertos, que señalan que si por la boca muere el pez, por la caja lo hace una startup. Hay varias preguntas imprescindibles a la hora de crear una: ¿Es técnicamente viable? ¿Interesa a alguien? ¿Es sostenible financieramente? Y otra clave: un líder deben convivir con la incertidumbre y el riesgo y contar con un gran equipo, porque un mal equipo acaba con cualquier gran proyecto. "En tiempos de penurias la gente se lanza sin saber. Creen que estar en saraos y con personas influyentes hará rentable a su negocio", señalan los expertos.

Javier García Álvarez señala que hacerse un hueco en un mercado global requiere de muchas “cicatrices”: experiencia en el mundo de empresa, en el mercado al que quieres lanzar la empresa —desconocer las reglas de juego del mercado es uno de los errores más habituales—, disponer de oxígeno, que en el mundo emprendedor es igual a caja, dinero. Pero además de capacidades profesionales —comunicación, gestión de equipos, empatía, resistencia sicológica—, un sólido modelo de negocio orientado a generar caja desde el primer minuto ya y, por supuesto, suerte. Encontrar todo esto en un único proyecto y equipo es complejo. Alvarez añade que "en contextos de debilidad o de extrema necesidad, tendemos a olvidarnos de todos estos fundamentos".

Abad destaca otro dato. En contra de lo que se pueda creer no son los jóvenes los más emprendedores, solo un 5% del total son menores de 30 años. Por lo que son personas que no entran en el mercado laboral por edad o por competitividad las que lo intentan o jóvenes sin experiencia laboral cuya capacidad de éxito es limitada. La política monetaria, la bajada del 'sex appeal' del ladrillo, la dificultad de la bolsa, han incentivado la apuesta por invertir en startups. Ahí se producen inversiones que conducen al fracaso. Invertir en personas o por amistad... es uno de los grandes errores. Si dos inversores han trabajado juntos en el mismo sector, su media de rentabilidad cae un 17%, y si ya eran amigos esta es un 19% menor que si no se conocían.

Alvarez apunta directamente a los políticos. "España tiene un serio déficit de jóvenes empresas capitalizadas así que ¿por qué no se incentiva que aquellas empresas jóvenes que no repartan beneficios, cuando los tienen, si los reinvierten en sus empresas para crecer no tributen impuestos de sociedades? Aquí penalizamos que las empresas crezcan y tengan más músculo financiero, lo que es un error. Otro aspecto importantísimo es que las empresas que empiezan no pueden pagar a profesionales de alto talento e incorporarlos a sus equipos. No está incentivado, para nada, facilitar pagar en acciones, como sí lo está en otros países mucho más avanzados. En países como el Reino Unido, hay incentivos fiscales muy fuertes en las primeras etapas de la vida de una empresa. Eso es poner una alfombra roja. Aquí se ha establecido el discurso rayado de que primero tienes que pedirle los ahorros a mamá y papá para invertir".

paga solo por el verdadero mentor

Huir de los vendedores de humo

Javier García Álvarez, autor junto a Enrique González de 'La burbuja emprendedora' (Empresa Activa), advierte contra los vendedores de humo. "Como emprender se convirtió en una moda, de repente explotaron todo tipo de asesores, 'coachs', mentores, formadores, aceleradoras… gente que vende picos y palas para que vayas a por el oro del emprendimiento. A cambio quieren ayudarte a pedir préstamos, pedir subvenciones, tratar de que consigas dinero de inversores (de todo tipo, sobre todo amateurs) y a cambio acaban facturando por sus servicios, quieren porcentaje de tu empresa y, en definitiva, viven de los emprendedores. Profesionalizar una startup es fundamental, y tener buenos asesores es clave, porque tienes que enfrentarte a incertidumbre máxima. Pero cuidado con gente que te promete el oro, y que detrás sólo quiere facturar y vivir. Ojo a los que recomiendan que salgas de tu zona de confort para vivir en la suya propia".

Pablo Fernández, profesor de Finanzas del IESE, considera que el valor de una start up siempre es subjetivo, depende "de las expectativas que tengas acerca de la generación de flujos futuros (dinero que esperas recibir menos dinero que esperas pagar) de la empresa", aunque lo "fundamental es convencer a los inversores que la empresa será capaz de generar flujos en años futuros". Coincide con que el principal error es creer que tienes algo cuando lo único que posees es una idea bonita. Y sí, considera que estamos ante una gran burbuja financiera una parte de la cual es una burbuja emprendedora y certifica que la razón de emprender no puede ser que “no encuentro trabajo. Hace falta siempre tener algún conocimiento técnico y asesoramiento de personas sensatas y, a ser posible, con algo de experiencia". Uno de los graves problemas es valorar a las empresas por el dinero que levantan y no por el que generan destaca.  Esa norma y la de pagar con acciones, son algunas de las causas de esta burbuja... que va a llegar.

tarde o temprano las deberás contestar

Las preguntas que debes hacerte

1. ¿Puedes lograr lo que quieres en el tiempo y con el dinero que dices?
2. ¿Habrá alguien que pague por lo que ofreces?
3. ¿Estás entrenado para lo desconocido?
4. ¿Cuánto vendes? ¿Cuántos gastas? ¿Cuánto inviertes? ¿Cuánto dinero entra en tu caja y cuánto sale?

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