La inesperada salida de Jordi Sevilla de la presidencia de Red Eléctrica de España (REE) provocó una "baja colateral" en el juego de reparto de cargos e influencias en el sector empresarial público. José Blanco, vicesecretario general del PSOE de 2008 a 2012, ministro de Fomento de 2009 a 2011 y diputado europeo hasta el pasado año, se quedó a un palmo de ocupar el sillón de consejero de REE. Blanco, según fuentes conocedoras del proceso, aspiraba a sustituir en la empresa controlada por la SEPI (20%) al consejero Alberto Carbajo, de 70 años, que puso el cargo a disposición de Sevilla el pasado año.
La Información ha intentado contrastar la versión de Blanco, sin éxito. El exministro anunció el abandono de la política en 2019. Tras el anuncio, se incorporó como director ejecutivo a la consultora Acento, especializada en asuntos públicos. Pero el objetivo del exministro, según varias fuentes conocedoras de la situación interna en REE y en el PSOE, era ocupar plaza en el gestor del sistema eléctrico.
Los desencuentros entre el presidente de REE y la vicepresidenta cuarta del Gobierno Teresa Ribera, responsable de Transición Ecológica, enfriaron paulatinamente la candidatura de Blanco pese a que como diputado europeo, Blanco tuvo un papel importante en las propuestas del Parlamento Europeo en materia de gobernanza, eficiencia energética y renovables.
Límite, 70 años
El reglamento del Consejo de Administración de REE (artículo 24) contempla que los consejeros de REE pongan su cargo a disposición del Consejo de Administración cuando alcancen la edad de 70 años. Fuentes de REE confirman que el consejero Carbaj0 (1949), a cuyo puesto aspiraba Blanco, lo hizo a finales del pasado año, pero Sevilla, en plena disputa con Ribera, optó por la continuidad del consejero, que permanecerá al menos hasta la junta de accionistas del próximo año.
La "caída" del exvicesecretario general socialista en REE coincidió con el periodo más turbulento de Sevilla en la compañía, cuando peleaba, según la versión que el mismo difundió tras su dimisión, contra "restricciones externas" y "discrepancias regulatorias" [del Ministerio de Transición Ecológica]. Fue también la época en que Sevilla, a través de la abogada del Estado Concepción Ordiz -cesada por la nueva presidenta de REE, Beatriz Corredor- trabajaba para reformar estatutos y reglamentos con el fin de devolver a la presidencia de REE, es decir a Sevilla, los poderes ejecutivos a los que había renunciado en la anterior etapa de REE José Folgado (PP).
Nueva presidencia
Con Sevilla fuera de la compañía, Blanco tendrá que esperar otra oportunidad. La nueva presidenta de REE, Beatriz Corredor, ministra de Vivienda con José Luis Rodríguez Zapatero, goza de la confianza de Pedro Sánchez y, tras la polémica con Sevilla, tiene ante sí el reto de acomodar la empresa a nuevos retos. La compañía tiene que desempeñar un papel clave para que lleguen a buen fin los planes del Gobierno en el sector energético.
De REE depende, entre otras cosas, la integración de las energías renovables a la red, con la gestión de las conexiones de acceso. España ha presentado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) con el objetivo de alcanzar el 42% de renovables respecto al consumo total de energía en 2030. Y en ese proceso, el papel de REE es fundamental.
La compañía, por otra parte, está todavía en proceso de ajuste para digerir las operaciones llevadas a cabo en los últimos meses y, en especial, la compra de la compañía de satélites Hispasat y la adquisición, el pasado noviembre, junto a la colombiana Grupo Energía Bogotá, de la compañía brasileña Argo Energía, dedicada a la gestión de redes de transporte de alta tensión. Una operación que le supuso un desembolso de 382 millones de euros.
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