El presidente de la Fundación la Caixa, Isidro Fainé, ha advertido de que "las empresas no son el enemigo a batir" en una coyuntura de debilidad económica como la actual. El también presidente de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) que ha celebrado su XXI Congreso este jueves en Bizkaia, ha reclamado al Gobierno políticas públicas acertadas y firmes que ayuden a capear el temporal.
Fainé ha asegurado que la colaboración público-privada es algo más que acometer inversiones conjuntas y ha pedido diálogo y colaboración para afrontar la actual incertidumbre económica. Y ha insistido, ante las autoridades y directivos presentes en la cumbre celebrada hoy en Bizkaia, en la importancia de evitar que "la desigualdad rompa las costuras sociales que tanto nos ha costado tejer".
El empresario catalán ha deslizado que queda en manos del Gobierno acometer las medidas necesarias para reforzar la confianza de las empresas y que estas, a su vez, redoblen su compromiso con el empleo y el futuro del país. En esta línea, Fainé ha recordado que "las empresas no son el problema sino una parte de la solución".
La crisis económica, que ha centrado todas las intervenciones de la cita organizada por CEDE -desde el rey Felipe VI hasta el presidente de la patronal, Antonio Garamendi-, ha sido el eje del discurso de Fainé, que ha cerrado el encuentro. "La magnitud y la persistencia del brote de inflación ha sorprendido a propios y extraños, incluidos los bancos centrales", ha señalado. El presidente de la Fundación La Caixa ha respaldado los ajustes en la política monetaria que ha acometido el Banco Central Europeo (BCE), desde la subida de tipos hasta el frenazo a los estímulos.
Fainé ha destacado la trascendencia de los ejecutivos en el momento actual, que ha coincidido con una etapa de grandes retos estructurales para el conjunto de los sectores empresariales.
El directivo ha incidido en que la productividad "no es un punto fuerte de la economía española". Algo que ha achacado al tamaño sensiblemente inferior de buena parte del tejido empresarial nacional, en comparación con el que presentan otros países europeos como Alemania o Francia. Aunque ha confiado en que las compañías españolas pueden encontrar buenas oportunidades de crecimiento en territorio comunitario. "Este es el verdadero mercado local, no España", ha zanjado.
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