Los Farga logran aval judicial al plan para refinanciar la deuda de Helados Farggi

  • La Justicia valida el acuerdo marco para transferir la deuda bancaria del grupo al fondo Cheyne Capital y dar entrada en su accionariado a Black Toro.
Fotografía establecimiento de helados Farggi / EFE
Fotografía establecimiento de helados Farggi / EFE

Sólo faltaba el aval de la Administración de Justicia y ya lo tienen. La familia Farga, propietaria del emblemático grupo heladero catalán Farggi, recibió el pasado 6 de junio luz verde del Juzgado de lo Mercantil número 9 de Barcelona al acuerdo alcanzado el pasado mes de marzo con la banca acreedora y con el fondo de inversión británico Cheyne Capital para refinanciar los 70 millones de euros de deuda que arrastraba la sociedad, a cuenta, entre otros factores, de la operación de adquisición del negocio en península y Baleares del Grupo Kalise Menorquina.

El acuerdo -adelantado en su momento por el diario Expansión- preveía la cesión a Cheyne Capital de parte de la deuda financiera contraída por el grupo heladero con un sindicato de bancos, incluida la generada en el marco de la denominada 'Operación Índigo', por la que el Grupo Farga adquirió la planta de Kalise Menorquina en Barcelona y la estructura de su competidor fuera de Canarias; la cancelación de las garantías fijadas en su día; y la amortización anticipada de otra parte de la deuda por la capitalización del crédito convertible de 31,4 millones formalizado en su día por el grupo inversor con sede en Luxemburgo Black Toro, que con esta operación se hizo con el 45% del accionariado de Lacrem, la matriz que agrupa los negocios de la familia Farga.

La estructura, no obstante, estaba pendiente de la preceptiva homologación por parte del Juzgado de lo Mercantil, que en virtud de la Ley Concursal debe validar este tipo de acuerdos para garantizar que cumplen los requisitos legales establecidos, como que esté suscrito por acreedores que representen al menos el 51% de la deuda del grupo y que esté vinculada a un plan de viabilidad que permita dar continuidad a la actividad del endeudado durante un periodo razonable de tiempo. 

El trámite es esencial para garantizar la estabilidad de la compañía, ya que su aprobación paraliza las ejecuciones judiciales o extrajudiciales en trámite y bloquea la posibilidad de promover alguna nueva en el futuro, al menos sobre la deuda afectada por la refinanciación del acuerdo marco, según especifica el auto de homologación emitido por la jueza Bárbara Córdoba Ardao el pasado 6 de junio al que ha tenido acceso este medio.

La resolución supone un balón de oxígeno para la emblemática empresa heladera de la familia Farga, buque insignia del hólding empresarial familiar, en el que también se integran otras empresas del sector alimentario y algunas firmas inmobiliarias, ya que le proporciona un mayor colchón de tiempo para digerir la absorción de la estructura de Kalise Menorquina, que ya en las cuentas de 2017 reveló los pros y sus contras que escondía para el negocio: la facturación se disparó de los 42,8 millones de euros a los 107 millones, pero también arrastró a la compañía a un resultado negativo de cerca de 25 millones de euros y la obligó a ejecutar una dolorosa regulación de empleo. 

La factura de crecer

La Información se ha puesto en contacto con la compañía barcelonesa para obtener su perspectiva sobre la cuestión sin haber obtenido respuesta alguna sobre el asunto. En las cuentas de 2017, la empresa ya señalaba el sobreendeudamiento como una de los principales riesgos para su actividad y definía como objetivo estratégico la reducción en 36 millones de euros de la deuda a largo plazo de la compañía, en aquel momento situada cerca de los 94 millones de euros.

Para lograrlo confiaban en el desarrollo del Plan Industrial asociado a la adquisición del Grupo Kalise Menorquina (GKM), en la sinergias derivadas de la concentración en un único centro de trabajo -la antigua planta de GKM en Palau de Plegamans- de toda la actividad del grupo y en las economías de escala y ahorros de costes derivadas de la misma, a culminar durante este año; en la complementariedad de mercados y productos de ambas empresas; y en la eliminación de duplicidades y redundancias en los puestos de trabajo, es decir, en el ERE de 2017.

Según las estimaciones del grupo, la operación de absorción de GKM convirtió a Farggi en el tercer grupo heladero español por litros de helado fabricados y en el quinto grupo de Europa por volumen de facturación.

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