Valorado en 1.500 millones

Los Riberas desvelan una participación del 1,5% en el unicornio tech Wallbox

La familia inyectó un millón en capital y otro en un préstamo a través de su sociedad patrimonial Halekulani. La salida a bolsa a través de un Spac del fabricante de cargadores se hará entre julio y agosto.

Eduard Castañeda y Enric Asunción, cofundadores de Wallbox Chargers.
Eduard Castañeda y Enric Asunción, cofundadores de Wallbox Chargers.
L. I. / Archivo

La familia Riberas, la mayor fortuna industrial de España y dueña del gigante de la automoción Gestamp, es uno de los accionistas de renombre que han respaldado al nuevo unicornio tecnológico español Wallbox. Hasta ahora era su posición en el fabricante de cargadores eléctricos con sede en Barcelona era una incógnita. La sociedad patrimonial Halekulani, con la que ha entrado en el accionariado y en la que están presentes el propio Francisco Riberas y también sus tres hijos, acaba de desvelar que controla el 1,5% después de las diferentes operaciones ejecutadas en el año 2020. Al igual que el resto, tras la salida a bolsa de la startup a través de un Spac en la bolsa de Nueva York, no podrá desprenderse de manera inmediata de sus títulos.

El pasado ejercicio, según se desvela en el informe anual de la patrimonial, Riberas inyectó en 2019 un total 135.000 euros en la compañía dirigida por Eduard Castañeda y Enric Asunció. Era la primera toma de contacto cuando aterrizó a la vez que el brazo de capital riesgo de Iberdrola (Perseo). Su irrupción se mantuvo 'en secreto'. Posteriormente, en el marco de la ronda de financiación de 23 millones que Wallbox cerró en dos fases en 2020, el dueño de Gestamp puso sobre la mesa un millón de euros en capital (y otro millón 'extra' en un préstamo).

Estas dos transacciones implican que la valoración a la que cerró el año 2020 se sitúa en el entorno de los 75 millones de euros. Esta cifra contrasta con la capitalización que la startup española aspira a alcanzar con su estreno en el parqué neoyorkino: 1.500 millones de euros. Hay que tener en cuenta que en febrero de este año ya hubo otra inyección de capital de 33 millones de euros en la que aterrizaron Cathay Innovation, fondo franco-chino también accionista de Glovo y que ahora sube su apuesta con otra inversión en la salida a bolsa, y Wind Ventures, brazo de capital riesgo corporativo de la compañía chilena Copec, mientras fondos como Seaya Ventures mantuvieron posiciones. Estos se sumaban al inversor agrícola navarro Alexandre Pierron (Label Investments, Planasa) y la Fundación Endeavor

La familia Riberas, con importante presencia en Cie Automotive (15%) o Global Dominion (13%) y ejerciendo como mayor accionista individual del consejo de Telefónica, también tiene experiencia en el mercado de la movilidad, pues Jon, el hermano De Francisco, ha sido junto con Jaime Castellanos uno de los socios de referencia del gigante de las licencias VTC Moove Cars, recientemente rescatado por Uber tras una inyección de 5 millones de euros. No es la única fortuna familiar que está presente en Wallbox. Marta Santacana, hija del fundador de la compañía Eurofred y hoy máxima directiva, tenía antes de la ampliación de 2020 un 12% del fabricante. Iberdrola, a través de Perseo, desveló en 2019 que rozaba el 10%. Todos ellos mantendrán el 78,5% de la nueva compañía cotizada.

Tanto Riberas como el resto de accionistas existentes, al igual que un grupo de ciertos empleados, no podrán vender las acciones antes de un año debido al acuerdo de bloqueo habitual en este tipo de transacciones. Sólo se podrá ejecutar una venta antes de ese periodo si el último precio por acción es igual o superior a 12 dólares durante un plazo concreto o si se lleva a cabo una fusión o venta de la compañía. Por tanto, Riberas no podrá hacer líquida una inversión que, en caso de que se mantengan las valoraciones que se manejan para el arranque, le generará millonarias plusvalías.

Al NYSE, vía Holanda y Delaware

La operación de salida a bolsa Wallbox se está ejecutando estos días a través de una sofisticada fusión que implica a cuatro sociedades distintas. Por un lado, el propio SPAC (fondo de cheque en blanco) Kensington Capital Adquisition II (KCA) que ya cotiza en la Bolsa de Nueva York. Por otro, la española WallBox Chargers SL. Pero para engrasar el proceso de combinación de negocios y fusión entrarán en juego otros dos vehículos. Se trata de Orion Merger Sub Corp, con sede en Delaware, y la holandesa Wallbox NV se unirán primero para la transformación en sociedad anónima y dotar de pasaporte estadounidense a la compañía de Enric Asunción.

El resultado de esta cuádruple integración permitirá acelerar de forma drástica los plazos de colocación en bolsa, sobre todo, si se compara con un debut tradicional en el mercado español que se hubiese demorado durante meses debido a la burocracia para pasar los filtros de CNMV y el propio BME, según explican fuentes financieras. El coste de la operación se estima entre 40 y 50 millones de dólares, es decir, alrededor del 5% de la transacción que van a llevar a cabo ambos grupos. Finalmente, los inversores esperan que Wallbox esté cotizando en el NYSE entre julio y agosto.

Kensington emitirá 178,7 millones de acciones para poder afrontar la fusión con la tecnológica con sede en Barcelona con una doble estructura de acciones A y B con diferentes derechos de voto para blindar al núcleo de fundadores. Se trata de un tipo de estructura muy habitual en las tecnológicas de EEUU que actúa como mecanismo antidilución ante potenciales ampliaciones de capital. Aunque la compañía todavía no ha detallado la proporción de ambos tipos de títulos, sí se conoce que las acciones A, las que cotizarán en bolsa, tendrán 1 voto mientras que las B gozan de 10 votos por título.

La valoración del 100% del nuevo grupo alcanzará los 1.788 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros), aunque de ellos solo 1.400 millones de dólares (1.200 millones de euros) se corresponde con la valoración de la actual Wallbox sin el SPAC. La diferencia es el llamado ‘cheque en blanco’. En total, Wallbox se hará con 336 millones de dólares en efectivo con la operación para financiar sus planes de crecimiento, entre ellos, la apertura de una fábrica de cargadores en EEUU. El precio de compraventa de los intercambios accionariales ha quedado fijado en 10 dólares por acción.

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