FCC se pone la venda antes del golpe. El grupo constructor no ha recibido un impacto significativo en el mes de marzo por el coronavirus. Pero lo peor va a venir después, por lo que ha anunciado una provisión de 20 millones de euros por los efectos negativos de la pandemia global. Con esta medida, y el golpe por los tipos de cambio, la compañía ha cerrado con una caída de más del 60% de los beneficios. Pero presume de liquidez: 1.750 millones de euros líneas de crédito y dinero en efectivo disponible.
Esa provisión de 20 millones anunciada ahora no sólo cubre lo sucedido en el mes de marzo, donde las restricciones aún no habían pasado mucha factura. Se centra en los efectos negativos iniciados en ese periodo "y pronunciados en el mes de abril en adelante", apunta en sus resultados. ¿La razón? La "disminución de actividad debido a la reducción o paralización temporal de proyectos en diversos paíseS".
Como era previsible, el área de la construcción es la más resentida por la pandemia, junto con la de cemento. Ambas son las que más han sufrido las restricciones vividas en el mes de marzo. La primera redujo su Ebitda casi un 9%, mientras que la segunda lo hizo en un 9,6%. Sin embargo, los mejores resultados en Medio Ambiente o el Agua permitió compensar y que el resultado bruto de todo el grupo creciera por encima del 11% (113 millones).
Ese reparto es similar al que sucede en los ingresos del grupo. La buena contribución de Medio Ambiente y el Agua y las concesiones (tras la compra de la concesionaria Cedinsa en 2019) permitió compensar la caída en construcción. En total, el grupo saldó el primer trimestre con un incremento del 3,3% en el volumen de negocio hasta alcanzar los 1.485 millones de euros.
Junto a los efectos del coronavirus, el grupo también sufrió los peores tipos de cambio, especialmente en Latinoamérica, y una menor contribución de sus sociedades participadas. La consecuencia: el beneficio neto de la compañía se redujo un 61% hasta situarse hasta los 28 millones de euros.
La deuda neta financiera del grupo creció ligeramente y superó la barrera de los 3.700 millones. Este pasivo obligará al grupo, con Carlos Slim como máximo accionista, a afrontar vencimientos a corto plazo (menos de 12 meses) de 682 millones. La compañía presume de colchón de liquidez: 1.141 millones de dinero en efectivo y líneas de crédito hasta los 1.750 millones.
Sobre posibles previsiones, el grupo no ha planteado objetivos para el resto del año. Pero Miguel Coronel, director de control de gestión y mercado de capitales del grupo, ha insistido a los inversores en una intervención grabada que el impacto registrado en la segunda quince de marzo por las restricciones del coronavirus no pueden ser extrapolables al resto del año, por lo que esperan que la caída sea mayor en el negocio. Las acciones de la constructora han llegado a subir por encima del 3,4% en las dos primeras horas de cotización.
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