Interrogatorio clave del caso BBVA

FG a Béjar: "Vais a trabajar con una firma que va a contratar Julio Corrochano"

FG tira la toalla y recorta el bonus a directivos que premia nuevas compras
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La vinculación directa del expresidente del BBVA, Francisco González, con la contratación de los servicios de la empresa del comisario Villarejo para investigar a empresas morosas y a otras entidades y personas con las que el banco mantenía algún tipo de conflicto se ha convertido en la clave de esta pieza del 'caso Tándem'. Uno de los testigos fundamentales de toda la trama, el exdirectivo del banco Antonio Béjar, realizó una declaración determinante ante el juez y los fiscales anticorrupción, a la que ha tenido acceso La Información, en la que deja muy claro cómo en una de las múltiples reuniones que mantuvo con el expresidente en el año 2009, fue él mismo quien le indicó que para llevar a cabo todas esas pesquisas "vais a trabajar con una empresa que va a contratar Julio Corrochano", el entonces responsable de seguridad de la entidad.

Declaraciones de Antonio Béjar en el caso Villarejo
Declaraciones de Antonio Béjar en el caso Villarejo.

Las explicaciones de Béjar ante el juez Manuel García Castellón respaldan las sospechas de la Fiscalía Anticorrupción acerca de que fue Francisco González el que dio las órdenes de contratar con la empresa del comisario jubilado, por más que el expresidente del banco lo haya negado. De acuerdo con uno de los interrogatorios que obra en el sumario del caso Tándem, el también expresidente de Distrito Castellana Norte aseguró, ante las preguntas de su propio abogado, que fue el entonces presidente del banco el que ordenó el cambio de proveedor de las investigaciones sobre sus clientes inmobiliarios, de forma que se pasó de Kroll a Cenyt. 

El exdirector de riesgos de la entidad desglosa la metodología de trabajo que seguía con el entonces presidente, basada en reuniones periódicas con él, por un lado, y con tres de los directores generales del banco, por otro (antes y después de verle): Eduardo Arbizu, responsable jurídico en ese momento; Juan Asúa, líder del negocio en España; y José Sevilla, director general de Riesgos. En varios de esos encuentros, en otoño de 2008, González le preguntó por la evolución de la deuda de los clientes inmobiliarios del banco que iban, según sus propias palabras, desde Luis Portillo a Fernando Martín, pasando por Nicolás Osuna. De acuerdo con la versión prestada por Béjar el pasado verano, FG tenía la tesis de que varios de ellos "habían evadido bienes" para evitar que sus grandes acreedores cobrasen, algo que podía hacer mucho daño al banco en plena crisis inmobiliaria.

La mano de FG

Por ello, el entonces presidente de BBVA insistía en que era necesario localizar los bienes para ponerlos a disposición de los acreedores. Para llevar a cabo este encargo, y siempre de acuerdo con la misma declaración a la que ha tenido acceso este medio, Sevilla, uno de los directores generales, fue quien "dijo que había que hacer algo". Es por ello que decidieron estudiar esta cuestión con el entonces CEO del banco, José Ignacio Goirigolzarri, que recordaba de su etapa como director general en Latinoamérica que la agencia internacional Kroll se dedicaba a este tipo de cosas y ya había trabajado para el BBVA.

Según las palabras del exdirectivo de DCN, fue el presidente de gabinete de Goirigolzarri, Francisco de Asís Alonso, quien se encargó de contratar a esta agencia de inteligencia sugerida por su jefe directo y con el aval del resto de directores generales implicados. Con todo, Béjar recalcó que el proceso se llevó a cabo a través de la firma británica de abogados Simon & Simon, pero que "de todo se encargaron Arbizu y Crespo", ambos relacionados con la asesoría jurídica de la entidad y también imputados en esta pieza novena relativa a las contrataciones del BBVA con el comisario. José Manuel Crespo había sustituido a José Sevilla en el banco. 

Tras las investigaciones, Kroll no logró encontrar los bienes de las compañías inmobiliarias que FG había mandado investigar. En ese contexto de crisis, el que fuera presidente de Distrito Castellana Norte explicó que el propio Francisco González -que negó cualquier relación con el entramado empresarial del comisario- se interesaba de forma constante por el devenir del asunto y la falta de resultados. En una de las reuniones que mantuvo, Béjar cuenta con detalle en su declaración como "allí estuvo hablando un rato y entonces, cuando me acompañó a la puerta, al final del despacho me dijo, eso de las investigaciones patrimoniales y tal... es que esa firma que se ha contratado no sirve", en relación a Kroll, tras lo cual le indicó que "vais a trabajar con una empresa que va a contratar Julio Corrochano", aunque sin mencionar directamente a Cenyt, del entramado de Villarejo.

Los departamentos clave

En este interrogatorio que se alargó más de una hora y media, Béjar también revela cómo en una reunión con el socio de Villarejo, Rafael Redondo, se les llegó a plantear la opción de establecer una estrategia de "hostigamiento" al entorno de los clientes sobre los que se habían producido los impagos, si bien el responsable jurídico de la entidad, Eduardo Arbizu, frenó esa posibilidad por considerarla contraria a la forma de actuar del banco. Pero esa tesitura no evitó que finalmente se accediera a contratar los servicios del comisario por parte del que fuera director de seguridad del banco y viejo conocido de Villarejo. Ante las dudas que se plantearon en el interrogatorio de Béjar sobre la capacidad o no de Corrochano para hacer esos contratos, dada la estructura jerárquica de la entidad, Béjar sentenció ante el juez que  "eso funcionaba en vertical desde arriba del todo", en referencia a la cúpula del banco. 

Con todo, la declaración del exdirectivo 'díscolo' ha sido clave en el devenir de esta pieza del caso, tal y como indica la Fiscalía Anticorrupción en su escrito del pasado mes de noviembre por el cual solicitaba la imputación de Francisco González. Desde su citación como investigado el pasado verano, Béjar ha declarado hasta en cuatro ocasiones en sede judicial, siendo la cuarta y última la más determinante en tanto se explayó más en sus respuestas señalando a órdenes del escalafón más alto de la entidad, tal y como adelantó este diario. La Fiscalía Anticorrupción llegó a solicitar una fianza para el empresario de medio millón de euros si bien finalmente la acabó retirando en el marco de su acuerdo de colaboración con las pesquisas. 

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