Francisco Gonzalez, expresidente de BBVA, prepara su defensa en el 'caso Villarejo' -aún no está imputado pero en el sector se da por hecho que terminará sucediendo- instalado en una oficina de la 'Milla de Oro' de Madrid, en concreto entre las calles Serrano y Velázquez. Se da la circunstancia de que el edificio al que se ha mudado el directivo es contiguo a una antigua promoción de Sacyr-Vallehermoso en la que Luis del Rivero se quedó un ático una vez finalizó su construcción, en el año 2004, según fuentes conocedoras.
FG -como se conoce al de Chantada en la jerga financiera- tuvo que abandonar su despacho en el Palacio del Marqués de Salamanca, en el Paseo de Recoletos, a raíz de dimisión como presidente de honor y de la Fundación de BBVA. Allí es precisamente donde tiene sede la fundación de la entidad financiera. Desde comienzos de mayo, el lugar de trabajo del banquero gallego se ubica en pleno corazón del Barrio de Salamanca, uno de los más exclusivos de la capital, en un despacho de unos 300 metros cuadrados, aproximadamente.
Da la casualidad de que cuando FG se traslada aquí se convierte en vecino de Luis del Rivero, expresidente de Sacyr, que adquirió uno de los áticos del inmueble adyacente una vez que finalizó su construcción. Del Rivero está considerado uno de los mayores enemigos de FG, pues lideraba la constructora española cuando esta llevó a cabo su frustrado 'ataque' al capital del banco a finales del año 2004. Para frenar el 'asalto', el BBVA habría contratado los servicios del comisario jubilado José Manuel Villarejo, quien, para lograr su objetivo, espió miles de llamadas de periodistas, políticos y empresarios, entre ellas, las de Del Rivero.
El juez podría llamar a declarar a nuevos directivos
Un equipo de seguridad pagado por BBVA -como ha pasado con otros expresidentes del banco- guarda celosamente la privacidad de González. Es más, la entrada del edificio donde trabaja FG está custodiada por varios agentes cuando el expresidente se encuentra allí. Las entradas y las salidas del inmueble las suele realizar en un vehículo blindado con chófer, según sostienen en los establecimientos cercanos.
Para preparar su defensa en el 'caso Villarejo', FG, cuya estrategia ya se ha desligado de la del BBVA, contrató los servicios de Jesús Santos, socio director de Baker & McKenzie, según adelantó 'El Confidencial'. Fuentes jurídicas apuntan que tras la última declaración de Antonio Béjar ante el juez Manuel García-Castellón, el magistrado podría llamar de nuevo a declarar a los altos cargos ya imputados o citar como investigados a nuevos directivos.
La última declaración de Béjar, que era hasta hace unos meses el presidente de la empresa promotora de la Operación Chamartín y que ha sido despedido, provocó el aplazamiento 'sine die' de la del BBVA. Según las fuentes consultadas, el directivo habría aportado al juez una serie de documentos para demostrar que eran sus superiores los responsables de la contratación de Grupo Cenyt, el entramado empresarial de Villarejo.
Y es que fuentes cercanas a la entidad financiera sostienen que algunas de las facturas que se abonaron a Villarejo se repercutieron a la división inmobiliaria del banco, cuyo responsable entre 2008 y 2014 era, precisamente, Antonio Béjar. Algunos de estos pagos tendrían que ver con el seguimiento de clientes morosos, como reconoció Béjar en su primera declaración ante el juez, pero otros estarían relacionados con la operación para neutralizar a Ausbanc.
De hecho, la causa del despido de Béjar, adelantado en exclusiva por La Información, estaría relacionada con las facturas abonadas a Cenyt por sus trabajos para frenar a la asociación de Luis Pineda, que se enfrenta a más de cien años de cárcel por haber liderado una presunta organización criminal. Según las fuentes consultadas, estos son los "hallazgos relevantes" de la investigación del BBVA a los que alude la propia entidad a la hora de justificar la destitución de Béjar.
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