La firma británica de baterías de coches Britishvolt se declara en bancarrota

La compañía de Reino Unido Britishvolt, que planeaba llevar a cabo la construcción de una megafactoría de baterías para coches en Inglaterra valorada en 3.800 millones de libras (4.300 millones de euros), se ha declarado en quiebra y ha despedido a sus 300 empleados, según ha informado EY Parthenon, consultora designada como administradora.

La firma, que contaba con el respaldo de la minera Glencore, entre otros inversores privados, no ha podido "asegurar la financiación necesaria para continuar" con su actividad, ha explicado en una nota Dan Hurd, socio de EY Parthenon. Por su parte, el Gobierno británico había confirmado en julio la concesión de una subvención de al menos 100 millones de libras (113 millones de euros) para construir de una planta que prometía fabricar más de 300.000 baterías al año y crear 3.000 puestos de trabajo directos y 5.000 indirectos.

Esa "gigafactoría" estaba destinada a impulsar los planes de crear "una cadena de suministros para vehículos eléctricos competitiva a nivel global en el Reino Unido", aseguró el entonces ministro británico de Economía, Kwasi Kwarteng. Sin embargo, la empresa trataba desde hacía meses de captar nuevo capital para continuar operando, sin obtener éxito.

Medios británicos han sugerido que parte de las dificultades de la empresa se debían a que el Ejecutivo no había entregado a Britishvolt los fondos comprometidos, lo que dificultaba a su vez la captación de más socios privados.

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Cuestionado por el respaldo público que ha recibido la compañía, el secretario de Estado de Empresas y Mercados, Kevin Hollinrake, ha asegurado este martes en el Parlamento que el Gobierno "no ha retirado ninguna financiación a Britishvolt". "Existen objetivos claros que esperamos que cualquiera que reciba dinero público cumpla", ha recalcado Hollinrake, que indicó que sigue la situación "muy de cerca".